Hallan el cuerpo sin vida del cazador vasco desaparecido en Cuenca

Un cazador localizó el cuerpo sin vida del cazador vasco Joxe Pagola durante la mañana del sábado. Este hombre había desaparecido el domingo pasado mientras se dirigía con su perro a su puesto de caza de zorzales en el coto El Ensanche, ubicado en Buenache de la Sierra, en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca.

La identidad de Joxe Pagola fue confirmada oficialmente por la Guardia Civil minutos antes de las seis de la tarde, aunque el servicio de Emergencias 112 ya había informado de su identidad a la una de la tarde. El perro de Joxe fue encontrado en las inmediaciones, lo que demuestra su lealtad al no abandonar a su dueño durante los seis días de búsqueda.

El hallazgo del cadáver se produjo cuando el cazador que lo encontró alertó a las 9:40 de la mañana desde el término municipal de La Cierva. El cuerpo de Joxe fue localizado en el paraje conocido como El Sabinar, aproximadamente a unos cinco o seis kilómetros de donde se perdió su rastro. Joxe, de 67 años, era originario del municipio de Usúrbil en Guipúzcoa, una localidad de alrededor de 6.000 habitantes situada a unos diez kilómetros de San Sebastián. El cazador y un amigo habían viajado a Buenache de la Sierra el miércoles 11 para pasar el puente del Pilar hasta el domingo.

Joxe llevaba consigo una escopeta y a su perro, mientras su amigo cargaba con los cartuchos debido a que no tenía licencia de armas ni escopeta. Debido a su mayor agilidad, el amigo de Joxe se adelantó para llegar al puesto a través del monte, mientras que Joxe tomó un sendero que debía conducirlo al mismo lugar

Sin embargo, fue el compañero de Joxe el que posteriormente alertó de la desaparición. Más de cincuenta personas, incluyendo servicios de emergencias, voluntarios y familiares de Joxe Pagola, se unieron en las labores de búsqueda. Estas tareas se suspendieron el jueves y el viernes debido a las condiciones climáticas adversas de lluvia y viento, pero se reanudaron el sábado.

El operativo de búsqueda involucró a agentes de diversas unidades de la Guardia Civil, como el Seprona, la Usecic de la Comandancia de Cuenca, el Servicio Cinológico y un helicóptero. También colaboraron voluntarios de Protección Civil, personal de Cruz Roja, agentes medioambientales y miembros de una brigada de refuerzo en incendios forestales (BRIF).