Análisis Bowers & Wilkins PX7 S3

Bowers & Wilkins PX7 S3: la nueva referencia en auriculares premium con 40 horas de autonomía

Los nuevos auriculares de Bowers & Wilkins combinan un sonido excepcional, diseño elegante y cancelación de ruido, superando a modelos anteriores con un equilibrio perfecto entre prestaciones y autonomía

Bowers & Wilkins PX7 S3: la nueva referencia en auriculares premium con 40 horas de autonomía
Bowers & Wilkins PX7 S3: la nueva referencia en auriculares premium con 40 horas de autonomíaSergio Agudo

Resulta muy difícil poner en palabras un producto que te epata, y más cuando lo hace con la elegancia y la clase de lo que entrega Bowers & Wilkins 10 veces de cada 10. No es mi primera vez con el fabricante británico, no obstante. Por mis manos ya han pasado earbuds TWS como los B&W Pi8, o los auriculares más top de la firma hasta ahora, los B&W PX8. Y, al igual que dije en aquellos análisis, tratar con la realeza del audio tiene sus consecuencias.

La primera es que no vas a volver a mirar a unos auriculares de la misma manera. Bowers & Wilkins tienen su propia forma de entender la industria y de cómo diseñar sus productos, no se fijan en nadie. La firma británica lleva muchos años en el negocio, son los fabricantes de los altavoces de escucha de referencia que hay en los estudios Abbey Road de Londres y, ya sólo por eso, está claro que saben una cosa o dos.

He estado los dos últimos meses, desde que el fabricante me entregó los auriculares en un evento en Madrid (donde tuve la oportunidad de conversar y compartir impresiones con varios responsables de la marca), haciéndome muy amigo de estos PX7 S3. Tanto, que ya no me imagino la vida sin ellos. Les sucede algo parecido a los JBL Tour One M3, sólo que pasado por el filtro particular de Bowers & Wilkins. En un momento os cuento a qué me refiero.

Diseño elegante y sobrio para la aristocracia del audio

Las almohadillas pueden rotarse y están hechas de espuma viscoelástica con memoria
Las almohadillas pueden rotarse y están hechas de espuma viscoelástica con memoriaSergio Agudo

Tratar con Bowers & Wilkins es como hacerlo con un aristócrata: ellos no necesitan anunciarse a través de grandes campañas de publicidad agresivas. Dan por sentado que todo el mundo sabe quiénes son (y lo cierto es que todo el mundo interesado en audio debería saberlo) y dejan que sus productos hablen por ellos.

Que se hayan visto obligados a evolucionar hacia el sector del audio de consumo a la par que mantienen su negocio de alta fidelidad no les quita ningún mérito. En todo caso, es precisamente ese savoir faire que la marca importa del complejo mundo Hi-Fi lo que hace que entreguen algunos de los auriculares más visualmente atractivos que he tenido la oportunidad de probar.

Nos hemos topado en esta ocasión con una elegante unidad en color negro que, nada más posar los ojos en ella, ya está gritando "premium" a los cuatro vientos. El mensaje está claro: no estamos ante unos auriculares para cualquiera, ni por las prestaciones que parecen encerrar en su interior sólo con verlos, ni por el precio (que no es para todos los bolsillos).

Vayamos poco a poco. Empezamos por los auriculares en sí. No tienen un diseño plegable, pero se pueden rotar hacia dentro y hacia fuera y vienen con un cómodo estuche de transporte que los protege de todo daño del exterior. Para mí no ha sido una molestia, ya que entre semana suelo llevar una mochila a todas partes y dentro caben sin problema. Es más, he agradecido el estuche.

Las almohadillas están fabricadas en espuma viscoelástica con memoria, igual que la diadema en la parte en la que apoya en la cabeza. Esto significa que, una vez te las pones, se adaptan completamente a tu fisonomía y la espuma "recuerda" cómo era cada vez que te los vuelves a poner. El ajuste a nivel ergonómico no puede ser mejor, lo que después nos llevará a un punto muy interesante.

En la parte trasera del auricular derecho encontramos botones físicos de control: botones para aceptar, rechazar, colgar llamadas, de reproducción todo en un único sitio, acompañado de controles de volumen. En el auricular izquierdo tenemos un botón programable que, como función por defecto, tiene el activar y desactivar la cancelación de ruido.

Calidad de sonido a la altura del diseño: suprema

Los PX7 S3 y sus cables de conexión
Los PX7 S3 y sus cables de conexiónSergio Agudo

Voy a decirlo sin tapujos porque adornarlo de más no tendría sentido: los B&W PX7 S3 me han encantado. A nivel sonoro son una de las experiencias más equilibradas que me he encontrado en unos auriculares de diadema en lo que va de año. Tanto es así, que de momento se perfilan para ser mis auriculares del año a título personal. Y lo que han logrado con ellos supera ampliamente lo hecho con los PX8 que probé a principios de año.

Realmente decir que estos auriculares son sólo una unidad inalámbrica sería hacerles un feo muy grande. Al igual que sucede con los antes mencionados JBL Tour One M3, en realidad son tres unidades en una: son unos auriculares inalámbricos con cancelación de ruido, pueden usarse como unidad cableada y con cancelación de ruido y, finalmente, pueden ser también unos estupendos auriculares over-ear cerrados. Over-ear porque cubren toda la oreja, cerrados porque tienen una forma de cancelación de ruido pasiva muy poderosa.

De hecho, durante mis pruebas me han sorprendido dos cosas: la primera que los PX7 S3 sonaban fantásticos nada más sacarlos de la caja, no hacía falta tocar nada más. Los PX8 requerían jugar un poco con las opciones de ecualización del fabricante (bastante escuetas) para dejarlos a mi gusto, pero con estos el sonido stock es fantástico.

La segunda cosa es que la cancelación de ruido es total y completamente opcional. De hecho, la primera vez que me los puse pensé que venía activada por defecto, porque el ajuste ergonómico de la espuma viscoelástica ya es lo bastante bueno como para aislar del ruido exterior hasta el punto de que no moleste escuchando música. Cuando me di cuenta de que no, la sorpresa fue mayúscula.

De hecho, activé la cancelación de ruido para probarla y sí, es igual de buena o mejor que la de los PX8, pero usarla me resultó molesta. Noté en seguida un aumento muy apreciable de los graves que fue un "no" instantáneo. Además, teniendo en cuenta los recientes estudios sobre ella y sus efectos adversos y viendo lo que eran capaz de hacer los PX7 S3 sin activarla, me decidí por descartarla por completo.

Entrando en lo que es la calidad de sonido en sí, como decía estos auriculares están muy, muy bien equilibrados. Ahora bien, ¿son perfectos? No. Se acercan, pero no. Noto que a los transductores de la unidad les gustan las frecuencias medio - agudas, lo que se traduce en algunos instrumentos que destacan particularmente y resultan un poco brillantes de más.

El resto está todo donde debe. A diferencia de los JBL Tour One M3, con los que se van a estar batiendo el cobre este año, el volumen es consistente durante toda la entrega (más arriba dejé un enlace al análisis de los JBL para que entendáis qué quiero decir). Otro punto que me ha gustado mucho es que la entrega en los extremos graves y agudos del espectro auditivo está muy bien lograda. Especialmente en la parte baja, donde nos encontramos con graves con fuerza y pegada, pero que no generan una pelota que confunde al oyente.

Antes mencioné de pasada que estos auriculares pueden usarse con cable. Hay dos formas de hacerlo:

  • Usando un cable USB-C a USB-C que conectar directamente a tu teléfono y dejar que el DAC (conversor digital-analógico, un chip que transofrma unos y ceros en señal eléctrica que mueve los transductores de los auriculares) dedicado de la unidad se encargue del resto. Este método no me gustó mucho porque encontré que le faltaba volumen. Quizá se pueda solucionar con una actualización de firmware, o quizá es que el voltaje por esta vía es el que es y no se puede hacer más. También puedes conectarlos a un ordenador que tenga el puerto integrado y usarlos para escuchar música directamente desde ahí (y actuando como DAC para el PC).

  • Usando un cable USB-C a Jack de 3,5 mm, el conector de auriculares de toda la vida. Lo utilicé indistintamente con dos DAC externos: uno USB-C para probarlos con mi OnePlus 11 5G, y otro Lightning para mi iPhone 14 Pro Max. En ambos casos obtuve grandes resultados y la entrega de volumen era tan potente como usando la unidad sin cables.

Además, si quieres usarlos como auriculares inalámbricos y tienes un terminal Android con procesador Snapdragon, los PX7 S3 son compatibles con Snapdragon Sound y con los códecs aptX Adaptive y aptX Lossless, lo que los acerca a la reproducción de audio de alta resolución a través de Bluetooth... más o menos. Si un día entro en materia en este asunto será en su propio artículo, porque tiene mucha miga.

Bowers & Wilkins Music, la acompañante perfecta

Bowers & Wilkins Music, la app compañera de estos auriculares
Bowers & Wilkins Music, la app compañera de estos auricularesSergio Agudo

Todos los auriculares de gama alta llevan asociada una app compañera que no es necesario tener, pero que permite hilar más fino algunos de sus ajustes. En este caso nos encontramos con Bowers & Wilkins Music que, además, quiere ser tu app para todo. En esta ocasión sí pude conectar mi cuenta de Tidal con ella, lo que me permitió tener centralizada toda mi biblioteca musical en un único sitio, permitiéndome ajustar los auriculares si lo necesitaba o cambiar de canción sin cambiar de app.

Aquí también es donde accedemos al ecualizador, gráfico de 5 bandas, suficiente para que se pueda ajustar lo bastante el sonido a gusto del oyente, pero sin darle opciones que lo abrumen. Según me comentó el responsable de producto de Bowers & Wilkins en Madrid, es una decisión consciente hacer eso: se trata de no dar opciones excesivas, porque con algo que fuera muy al detalle y muy quirúrgico muchos tampoco sabrían que hacer.

Hay que tener en cuenta que ser audiófilo no significa necesariamente que sepas lo que haces. Puedes tener más idea que una persona que no esté en el hobby, pero eso no te convierte en alguien que sepa ecualizar. Yo, además de audiófilo, soy técnico de sonido y tengo los oídos entrenados para captar ciertas cosas. Y, precisamente por eso, vi que no hacía falta tocar absolutamente nada como dije antes. Si algo no está roto, no intentes arreglarlo.

Bowers & Wilkins Music es, en definitiva, una adición de uso voluntario muy bienvenida que ayudará a que tengas una relación todavía más apasionante con estos PX7 S3.

40 horas de autonomía son muchas horas de disfrute

Detalle del conector de carga
Detalle del conector de cargaSergio Agudo

Una de las características que más me gustan de los auriculares de diadema es que, generalmente, los cargas una vez y te olvidas de ellos durante una buena temporada. El caso más bestia es el de los EDIFIER Stax Spirit S5, unos auriculares pensados para disfrutar del sonido en la intimidad de tu hogar más que en la calle y que tienen la friolera de 90 horas de reproducción bajo el capó.

Sin embargo, lo de EDIFIER es una rareza más que una norma. Lo que estos Bowers & Wilkins PX7 S3 ofrecen son 40 horas de reproducción con la cancelación de ruido desactivada (30 horas si la activas), más que suficientes para escuchar música hasta que te hartes. Además, con una carga de 15 minutos en el caso de que te quedes sin batería tendrás para 7 horas de música más.

En este apartado cumplen más que sobradamente, nada que reprochar. Si quieres horas, horas y más horas de escucha, te lo dan de sobras. Además, si los usas cableados, sólo tienes que encenderlos para permitir que pase corriente eléctrica por el cable hasta los transductores de los auriculares. Pasado ese momento la batería deja de ser la que impulsa a la unidad, lo que aún supone más horas de autonomía.

Conclusión: una pequeña inversión que justifica la calidad

Los B&W PX7 S3 en su estuche de transporte
Los B&W PX7 S3 en su estuche de transporteSergio Agudo

Como decíamos antes, estos auriculares no son baratos: se pueden comprar por 429 € en todo tipo de retailers y distribuidores. ¿Me gastaría yo ese dinero? Definitivamente sí. ¿Unos auriculares cerrados que pueden funcionar por cable para reproducir archivos de alta resolución con fidelidad, que no necesitan la cancelación de ruido activa, que funcionan muy bien en llamadas y que como unidad Bluetooth van de escándalo? ¿Dónde tengo que firmar?

La cifra puede parecer mucho para unos auriculares, pero es que en el mundo del audio lo bueno se paga. No siempre se impone tener que gastarse un dineral para conseguir unos buenos auriculares, pero mi dilatada experiencia hasta el momento me demuestra que, al menos en esta materia, por ahora suele ofrecer las mejores prestaciones quien coloca etiquetas de precio abultadas.

Sea como fuere, Bowers & Wilkins han vuelto a demostrar que su capacidad de sorpresa no tiene techo. Yo pensaba que este año no iba a poder llevarme ningún sobresalto más, pero es que realmente la firma ha corregido los puntos negativos que los expertos vimos en los PX8 y ha entregado una unidad asombrosa que no sólo me he visto usando a diario, sino que quiero que sean mi driver diario para escuchar música en la calle.

La firma inglesa ha alcanzado un nuevo estándar de calidad para sus productos, lo que significa que, además de superarse, se lo ha puesto muy difícil a sí misma. No voy a mentir: ardo en deseos de saber qué se sacan de la chistera con su próxima unidad. Lo malo de las sorpresas agradables es que se vuelven adictivas y generan expectativas, pero si alguien puede superarlas desde luego es Bowers & Wilkins.