Cloudflare
Cloudflare se ha caído: es el motivo por el que LinkedIn, Canva y otras webs no funcionan
La red global vuelve a caerse tras el incidente del pasado 18 de noviembre
Cloudflare se ha caído. La red global no funciona, por lo que, si estás intentando entrar diversas webs, como Canva o LinkedIn, te resultará imposible, lo mismo con varias apps móviles. La caída se ha reportado en torno a las 9 de la mañana de hoy, 5 de diciembre.
Según ha indicado la propia Cloudflare en la web donde monitoriza su estatus, la red global está investigando problemas con Cloudflare Dashboard y APIs relacionadas. A las 09:12 indicó que "se había implementado una solución" y monitorizarían los resultados. Actualmente, varias webs de Cloudflare continúan fallando.
Qué es Cloudflare y por qué Internet depende de ella
Cloudflare es una empresa que funciona como la columna vertebral invisible de miles de webs. Su papel no es ofrecer contenido, sino hacer que llegue rápido y seguro. Actúa como intermediario entre el usuario y los servidores de cada página, filtra tráfico sospechoso, repele ataques y distribuye las cargas a través de una red global de centros de datos. Si una web utiliza Cloudflare, lo habitual es que se cargue antes, consuma menos recursos y esté mejor protegida.
La dependencia de Internet hacia Cloudflare nace de esa utilidad. Con el tiempo, millones de webs —desde pequeños comercios hasta gigantes tecnológicos— han delegado en la compañía la seguridad y la estabilidad de su plataforma. El servicio se ha convertido en un estándar de facto porque permite a cualquier página sobrevivir a picos de tráfico, ataques masivos o simples fallos de infraestructura.
Esta concentración explica por qué una caída de Cloudflare tiene un impacto tan amplio. Si su red falla, no solo lo hace una web concreta, lo hace una parte del ecosistema. Servicios que no tienen relación entre sí, desde redes sociales hasta herramientas de IA, pueden presentar errores al mismo tiempo. Es el efecto dominó de depender de una plataforma que, cuando funciona, pasa desapercibida, pero que revela su importancia en cuanto deja de hacerlo.
Ya se cayó el pasado 18 de noviembre
El 18 de noviembre de 2025 dejó claro lo que significa que falle. Cloudflare aplicó un cambio interno en su configuración que debía ser rutinario, pero no lo fue. Bastó un ajuste erróneo para que parte de su red dejara de responder como debía y provocara fallos en cadena en servicios que, a primera vista, no tienen nada en común. De repente, páginas que cargaban siempre al instante empezaron a fallar, y algunas plataformas simplemente desaparecieron durante minutos que parecieron horas.
La caída se notó porque Cloudflare es una especie de autopista por la que circula buena parte del tráfico mundial. Cuando un tramo de esa autopista deja de funcionar, todo se desvía o se bloquea. Ese 18 de noviembre, muchas webs no estaban caídas por sí mismas: estaban atrapadas en un atasco monumental generado por una decisión técnica que salió mal. El fallo no fue masivo en toda su red, pero sí lo suficientemente profundo como para que usuarios de distintos países se toparan con errores simultáneos.
La compañía reaccionó rápido, revirtiendo la configuración problemática y explicando que no había indicios de ataque ni de actividad externa. El incidente duró poco, pero dejó claro que cuando Cloudflare estornuda, medio Internet se resfría. Cayeron ChatGPT, Canva y otros tantos servicios y APIs en todo el planeta, lo que, literalmente, incidió en la productividad global.