Elon Musk Tesla
Cristina Balan, ingeniera de Tesla, asustada por Elon Musk y su amenaza de deportarla: "Es pura maldad"
De ver sus iniciales grabadas en las baterías de los primeros Model S a estar inmersa en una pelea judicial con el gigante de la automoción. Así de radical ha sido el cambio para Balan
Dice el refrán que las desgracias nunca vienen solas y es muy probable que si hay una versión en inglés para ese dicho tan popular español se le haya pasado por la cabeza en las últimas semanas a Elon Musk. Aranceles, críticas de los accionistas de Tesla, caídas en bolsa, boicot a sus vehículos en medio mundo y testimonios de exempleados que ponen sobre las cuerdas al multimillonario que refuerzan lo revelado por su biógrafo acerca de su falta de empatía.
El magnate canadiense no deja de ver cómo se le acumulan los problemas y ahora tiene que afrontar uno más con las revelaciones que ha llevado a cabo una antigua ingeniera de Tesla, Cristina Balan. En ellas, la por entonces empleada de la compañía, señala la falta de escrúpulos con la que el CEO de SpaceX y Tesla trata a sus empleados ante situaciones que pueden comprometer el avance de sus proyectos.
Falta de empatía de Musk pese a los riesgos de la denuncia
Todo comenzó, tal como ha relatado la propia Cristina Balan a The Times diez años atrás. Por aquel entonces Balan era una de las ingenieras de mayor calado y prestigio dentro de Tesla y su trabajo y el de sus equipos era reconocido dentro de la compañía, hasta el punto de que las iniciales de Balan se grabaron en las baterías de los primeros Model S de Tesla.
Esa valía, demostrada durante años, debería ser respaldo suficiente para poder exponer un problema técnico que podía poner en peligro a los usuarios. Y es que Balan detectó que la seguridad de los frenos de los Tesla estaba comprometida e hizo lo que cualquier responsable: informar. Con la confianza que dan los reconocimientos laborales y las comunicaciones internas, lo hizo reportando directamente a Elon Musk el fallo detectado, aunque la reacción no fue la esperada por Balan.
En el momento en que señaló las deficiencias en materia de frenado que podían generar las alfombrillas al enrollarse debajo de los pedales, Balan vio como la actitud de Elon Musk cambió de forma radical con ella y con todo su equipo.
Tal fue el giro que incluso, como reconoce la propia Balan, Musk llegó a amenazarles a través de sus abogados con la deportación, cuando buena parte de los ingenieros y demás trabajadores se encontraban pendientes de la resolución de sus solicitudes de residencia permanente. A ojos de Balan, ese comportamiento solo puede ser promovido por alguien que “es pura maldad”, tal como señaló en la entrevista con el medio británico.
La exingeniera de Tesla fue despedida tras aquello y se encuentra inmersa en una batalla judicial con el gigante de la automoción en la que tiene que pelear al tiempo que se encuentra en proceso de recuperación de un cáncer de mama. Para ella, ahora mismo, la importancia de limpiar su nombre ante las acusaciones de difamación de Tesla es una motivación extra para luchar y conseguir que se vea la cara real del hombre que está detrás de Tesla.