
Jóvenes emprendedores
El fundador de Instagram lo tiene claro: "No tienes que ser el mejor, solamente peligroso"
El vaticinio de Kevin Systrom parece ser una de las motivaciones que llevó a Facebook en 2012 a hacerse con una red social en auge y con un potencial que se ha consolidado con el tiempo

En una época en la que existen multitud de cursos que enseñan a emprender, a construir un negocio sostenible desde cero y a hacer un producto rentable parece buena idea echar la vista atrás y ver qué aconsejaban quienes ya lograron ese éxito hace más de una década.
Es evidente que la idea inicial será diferente en cada propósito, pero hay consejos que pueden ser aplicables para cualquier emprendedor que deba afianzar antes de nada unas bases que de verdad sustenten una viabilidad de proyecto.
La necesidad de poner en jaque a la competencia
Al hablar de creadores con un producto con prestigio, recorrido e inversiones millonarias detrás encontramos, entre otras, la figura de Kevin Systrom, fundador de la red social Instagram. Para el empresario y programador estadounidense, había ya diez años atrás, una característica fundamental que tenía que emanar de una idea: poner en riesgo el statu quo del mercado en el que buscara entrar.
Así lo reflejó el propio Systrom durante la conferencia Startup School de 2014, organizada por la asociación Y Combinator en el Flint Center de Cupertino, California. En ella diferentes personalidades del mundo de la tecnología procedentes de Silicon Valley daban su visión acerca de los avances que se producían por aquel entonces y Systrom protagonizó uno de los momentos estrella.
Y es que el creador de Instagram, que en los últimos días ha mejorado una de sus funciones, dejó una reflexión que caló hondo en la memoria de los allí presentes y que todavía tiene vigencia hoy en día y es que la competencia tiene que temer tu llegada: “No tienes que ser el mejor, pero sí peligroso. Tienes que aprender lo suficiente como para ser peligroso y así desarrollar una idea, conceptualizarla y mostrarla al mundo”, expuso.
“No tienes que ser el mejor, pero sí peligroso. Tienes que aprender lo suficiente como para ser peligroso y así desarrollar una idea, conceptualizarla y mostrarla al mundo”
La idea de Kevin Systrom parecía simple, pero acto seguido quiso señalar la importancia de estar bien rodeado en el proceso de crecimiento si se quiere consolidar esa propuesta como algo valioso para el futuro: “Luego resulta que hay muchas otras personas, incluyendo a los 170 empleadores que trabajan en Instagram, que son mucho mejores que yo en todo eso”, reconoció sin rubor alguno Systrom.
Ese miedo del que hablaba el fundador de Instagram parece estar detrás del movimiento efectuado por Mark Zuckerberg al hacerse con la red social de imágenes y vídeos. Al menos eso se desprende de las confesiones realizadas por Kevin Systrom al hablar de la falta de inversión de Meta en Instagram tras hacerse con ella.
El ejemplo de Kevin Systrom sirve para ver cómo al echar la vista atrás uno puede encontrar reflexiones de emprendedores cuyos logros hablan por sí solos que sirvan como base sobre la que construir un negocio.
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