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Kevin Systrom, fundador de Instagram, ataca con saña a Mark Zuckerberg: "No invertía en nosotros, nos veía como un peligro"

Con una aplicación en pleno crecimiento que ponía en duda el cetro de Facebook, Zuckerberg optó por comprar y dejar de invertir, para decepción del equipo de Instagram

Kevin Systrom fundó Instagram en 2010 junto a Mike Krieger
Kevin Systrom fundó Instagram en 2010 junto a Mike KriegerDimitrios Kambouris / Getty

Las grandes compañías tecnológicas enfrentan tiempos convulsos en materia judicial en Estados Unidos. Al caso que se dirime estos días contra Google hay que sumarle en el que encuentra inmersa Meta Platforms, que tiene frente a sí a la Comisión Federal de Comercio por adquirir Instagram y Whatsapp, eliminando así competidores que pudieran restar poder a Facebook y discutir su posición de liderazgo, algo de lo que también se acusa a Google estos días.

En el marco del caso contra la compañía que dirige Mark Zuckerberg testificó esta misma semana Kevin Systrom, fundador de Instagram y cuyas declaraciones ha recogido el New York Times. La aplicación centrada en fotografías y vídeos fue adquirida en 2012 por Meta en una estrategia según señaló Systrom de “comprar o enterrar” a sus competidores por parte de Meta, logrando así un panorama sin rivales en el mundo de las redes sociales.

Celos de Facebook por Instagram

Pero Systrom no se quedó ahí con sus acusaciones, sino que fue más allá al señalar que Zuckerberg tenía miedo, incluso siendo ya Meta dueña de Instagram, de que esta superase el rendimiento de Facebook, lo que hizo que según Systrom se cerrase el grifo de la inversión en Instagram por parte de Zuckerberg: “Mark no invertía en Instagram porque creía que éramos una amenaza para su crecimiento”, declaró el creador de la red social basada en las fotografías.

La confianza con que Kevin Systrom dirigió esas palabras a la corte judicial se basa en el hecho de que Instagram alcanzó los mil millones de usuarios (equivalente al 40% del tamaño de Facebook) con tan solo 1.000 empleados frente a los 35.000 de la red de Zuckerberg. Esa falta de inversión fue el desencadenante de la salida de Systrom de Instagram en 2018.

Pese a lo ilógico del razonamiento de que Zuckerberg pudiera estar boicoteando una aplicación que ya formaba parte de su compañía matriz, Systrom apuntó un motivo que podría estar detrás de la actitud del creador de Facebook: “Como fundador de Facebook, sentía mucha polémica sobre cuál era mejor, si Instagram o Facebook. Y creo que allí se reflejaban profundas emociones humanas”, dejó como conclusión Systrom de la actitud de Zuckerberg.

Y es que a ojos del fundador de Instagram no había ninguna razón para no seguir apostando por una plataforma cuyo crecimiento sostenido apuntaba a una proyección que la situase como referencia de las redes sociales: “Fuimos, por mucho, el equipo de más rápido crecimiento”, dijo Systrom. “Generamos la mayor cantidad de ingresos y, en comparación con lo que deberíamos haber sido en ese momento, sentí que deberíamos haber sido mucho más grandes”, apuntó con cierto tono de lástima por lo que podía haber alcanzado su aplicación de haber contado con el respaldo necesario por parte de su dueño.

Así las cosas, al frente judicial que se le presenta a Mark Zuckerberg con el desarrollo del caso en el que se busca saber hasta qué punto Meta perjudicó la competencia y a los consumidores, se le añaden las rencillas personales que el creador de Meta se ha generado en el camino como la del propio Kevin Systrom y que pueden tener su peso dentro de la resolución judicial que tendrá lugar en las próximas semanas.