
ANC qué es y cómo funciona
La 'magia' de tus auriculares con cancelación de ruido, explicada: así consiguen crear silencio a partir del propio sonido
¿Silencio pulsando un botón? Así funciona la cancelación de ruido activa, una tecnología que convierte el caos urbano en un refugio sonoro personal

Imagina que vas sentado en el metro de cualquier ciudad grande: el traqueteo del tren, la gente soltando a tu alrededor charlas insustanciales que no te interesan lo más mínimo, niños gritando y chillando como si se fuera a acabar el mundo mañana mismo, el pesado del acordeón... ¿Lo tienes? Bien. Es importante que formes esta imagen en tu mente.
Ahora imagina que pulsas un botón y todo ese ruido desaparece como por arte de magia. El mundo exterior queda reducido a lo que ven tus ojos, pero no a lo que perciben tus oídos. No es ciencia ficción, sino una realidad que vivimos a diario gracias a una tecnología que parece ir en contra de la lógica: crear silencio añadiendo más sonido.
Esto, en esencia, es la cancelación de ruido de tus auriculares, también conocida como ANC (siglas en inglés de Active Noise Cancellation). Esta tecnología ha cambiado cómo consumimos música, haciendo que la escucha en espacios públicos con alto ruido de fondo siga siendo todavía más íntima, personal y sin interrupciones. Pero ¿cómo funciona?
Un poco de historia: el doctor Amar Bose y los viajes en avión

Los orígenes de la ANC se remontan a 1978. Hace casi 50 años el doctor Amar Bose, fundador de la famosa empresa de audio que lleva su nombre (evidentemente Altavoces Viuda de Fernández e Hijos), estaba metido en un avión a varios miles de pies de altitud. El científico estaba volando de Zúrich a Boston, y llevaba puestos unos auriculares que la compañía aérea había dado a los pasajeros.
De acuerdo con el relato del doctor, la experiencia que aquellos auriculares ofrecían no era pobre: era lo que queda cuando llegas al nivel más bajo de lo que unos auriculares pueden ofrecerte... y sigues cayendo. Con aquel artilugio no podía escuchar el hilo musical del avión para distraerse; el ruido del avión era tal que era imposible. Al doctor Bose le dio por pensar.
Llegó a una conclusión muy importante: ¿y si en lugar de intentar bloquear el ruido se cancelaba con sonido al mundo exterior? La idea parecía contradictoria, pero en realidad era un principio físico válido y conocido: la interferencia destructiva de las ondas sonoras. Dicho de otra manera: si se podía generar una onda sonora que fuera igual que el ruido exterior, pero fuese un reflejo opuesto, ambas se anularían mutuamente al crear una zona de silencio artificial.
En el mundo del audio profesional este concepto ya estaba muy explorado: cuando se realizan pruebas empíricas para saber realmente cómo transforma el sonido una unidad de efecto, o si suena distinta a otra de características similares, se usan ondas reflejadas de forma opuesta. En estudio es lo que se conoce como null test, y se hace duplicando una señal de audio e invirtiendo la fase de dicha señal para ver si, cuando ambas suenan al mismo tiempo, una cancela a la otra. Como puedes ver, el principio es sólido y es más viejo que el hilo negro. Faltaba por ver cómo se trasladaba esto a unos auriculares.
Y se hizo, pero costó mucho tiempo y dinero: una década de investigación y 50 millones de dólares le costó a Bose poder lanzar los primeros auriculares con cancelación activa de ruido para consumidores. Y, como suele pasar con todos los inventos brillantes, inicialmente la ANC recaló en el sector de la aviación militar y comercial, donde la comunicación clara era clave para la seguridad.
La física detrás del silencio de tus auriculares

Voy a pedirte que pienses en el sonido como lo que es: ondas que viajan por el aire. Estas ondas tienen picos y valles y, cuando dos ondas se encuentran, pueden sumarse o cancelarse. El primer caso se conoce como interferencia constructiva, y el segundo lo hemos mencionado ya: la interferencia destructiva.
Los auriculares con ANC, como ya ha quedado claro, funcionan con esta segunda. Para poder hacerlo necesitan captar de la mejor forma posible el ruido que nos rodea, por lo que todos los auriculares Bluetooth modernos tienen una serie de micrófonos repartidos por toda su superficie. Lo normal en la actualidad son 6 micrófonos, pero puede haber más o menos.
No se trata sólo de permitirnos hablar por teléfono (mal), sino también de analizar las señales del entorno y de crear la onda espejo del ruido que captan. Esta onda invertida se reproduce a través de los transductores de los altavoces, se encuentra con el ruido original y es la encargada de mandar a paseo el traqueteo del metro, las conversaciones de la gente que nos rodea, los niños chillones y (sobre todo) al pesado del acordeón.
Cancelación pasiva, cancelación activa y la aproximación de JBL

Ni todos los auriculares con ANC funcionan igual, ni todos los algoritmos de ANC son iguales, ni todos los auriculares utilizan cancelación activa. De hecho hay dos tipos de cancelación formales y un tercero que, aunque vamos a tocar y tiene valor intrínseco, científicamente no está reconocido.
Empezamos por la cancelación pasiva. Es el método más antiguo y sencillo, basado en crear una barrera física entre el oído y el mundo exterior. Unos buenos auriculares del tipo IEM (como los Dunu Titan S, nunca me cansaré de recomendarlos) usan este tipo de cancelación: se acoplan a tu canal auditivo e impiden que el ruido estropee tu escucha.
Y luego tenemos a la protagonista de este artículo, la ANC, donde, como habrás podido observar, es donde sucede la magia. Ya hemos explicado cómo funciona, así que no hace falta repetirlo. Sólo voy a mencionar que es muy eficaz con ruidos a baja frecuencia, mientras que la cancelación pasiva lidia mejor con las altas frecuencias.
Y, sin embargo, ¿se puede rizar más el rizo con la ANC? Vaya si se puede. Dentro de la cancelación activa de ruido encontramos cuatro enfoques técnicos distintos:
ANC Feedforward: Utiliza micrófonos externos para captar el ruido antes de que llegue al oído. Es eficaz contra ruidos de alta frecuencia pero puede ser vulnerable al viento.
ANC Feedback: Emplea micrófonos internos que "escuchan" lo que realmente llega al oído del usuario. Funciona mejor con frecuencias bajas pero puede distorsionar a volúmenes altos.
ANC Híbrido: Combina ambos sistemas para lograr una cancelación más completa en todo el espectro de frecuencias. Es la tecnología más avanzada y eficaz, pero también la más cara de implementar.
ANC Adaptativo: Ajusta automáticamente el nivel de cancelación según el entorno. Es ideal para situaciones cambiantes, como pasar de un tren a la calle.
Por último, tenemos al fabricante JBL, que usan un enfoque muy especial que combina cancelación pasiva y activa. Es lo que ellos llaman TNC o Total Noise Cancelling, algo que me explicó Sharon Peng, directora de I+D de HARMAN Audio cuando la entrevisté en Dinamarca.
¿Y cómo funciona esta TNC? Si me dejas, te lo explico: funciona como cualquier ANC, pero adaptando la curva de cancelación de ruido en tiempo real; hasta 50.000 veces por segundo y reaccionando automáticamente al entorno en el que se encuentra el usuario. Por ahora nadie más se ha metido en este berenjenal (sí en el ANC adaptativa convencional, pero no con este nivel de detalle) y los auriculares de la firma, aunque se hacen pagar caros, valen cada céntimo que cuestan sólo por la inversión en I+D.
Venjatas y desventajas de la cancelación activa de ruido

Cuando hablamos de auriculares con cancelación de ruido, su utilidad va mucho más allá de conseguir un simple silencio artificial. Estos dispositivos mejoran nuestra experiencia de escucha de forma integral en el día a día. Gracias a su capacidad para reducir el ruido ambiental, no es necesario subir tanto el volumen de la música; esto no solo hace que disfrutes con mayor claridad de tus canciones favoritas, sino que también cuida tu audición a largo plazo, minimizando el riesgo de daños por exposición a volúmenes elevados.
Además, la cancelación de ruido ayuda notablemente a aliviar la fatiga. Cuando estamos rodeados de ruidos constantes y monótonos, como sucede en los aviones o en los trenes, acabamos experimentando un cansancio acumulado, e incluso estrés. Esta tecnología permite que esos trayectos sean mucho más placenteros y relajados, generando una sensación de calma incluso en ambientes hostiles.
En el ámbito del trabajo o el estudio, unos buenos auriculares con cancelación de ruido convierten cualquier entorno en un pequeño refugio de concentración, donde es mucho más sencillo centrarse y rendir al máximo. Todo esto se combina con una mejora clara en la calidad de sonido: al eliminar ese murmullo de fondo, los detalles y matices de la música se realzan, permitiendo que la experiencia auditiva sea mucho más rica y satisfactoria. Así, la tecnología no solo aporta silencio, sino bienestar y calidad de vida en cada momento de nuestro día.
Aunque la cancelación de ruido en los auriculares puede parecer la solución perfecta para disfrutar del sonido sin distracciones, su uso no está exento de ciertas sombras. Por ejemplo, la propia capacidad de aislarte del entorno puede volverse en tu contra en determinados contextos: si caminas por la calle o circulas en bicicleta, es fácil perder las referencias acústicas importantes que advierten de posibles peligros a tu alrededor. Hay personas que notan además una especie de presión en los oídos, algo incómodo sobre todo si se utilizan durante mucho tiempo seguido.
Por otro lado, la tranquilidad que proporcionan estos dispositivos puede, si se abusa de ella, alterar la forma en la que el cerebro procesa el sonido y llegar incluso a provocar una cierta dependencia. En algunos casos, un uso excesivo y a volúmenes altos puede asociarse con molestias auditivas, como zumbidos persistentes (tinnitus) o una mayor sensibilidad ante sonidos normales, conocida como hiperacusia. Incluso hay expertos que advierten de que el uso continuado en jóvenes, unido a la exposición frecuente a sonidos (aunque sean moderados) puede aumentar el riesgo de pérdidas auditivas a largo plazo.
Tampoco conviene pasar por alto que estos aparatos necesitan alimentación continua —así que la autonomía de la batería es una limitación real— y que la propia intervención electrónica para cancelar el ruido, en ocasiones, puede modificar la percepción natural del sonido o restarle matices, algo que los más exigentes notan enseguida. Los auriculares con cancelación de ruido abren la puerta a un disfrute sonoro mucho más íntimo, pero es fundamental usarlos de forma responsable y estar atento a cómo afectan tanto a nuestra audición como a nuestra conexión con el entorno.
Algunos consejos para aprovechar al máximo la tecnología

Para sacar el máximo partido a la cancelación de ruido y hacerlo de manera segura, conviene prestar atención a algunos aspectos básicos. Es fundamental que los auriculares se ajusten correctamente. Un ajuste óptimo garantiza no sólo que los cascos nos resulten más cómodos, sino también el máximo aislamiento posible.
Además, muchos modelos actuales incorporan el llamado “modo transparencia”. Esta función resulta especialmente útil en situaciones donde necesitas estar atento a lo que sucede a tu alrededor, como cuando caminas por la calle o trabajas en una oficina. Activarlo permite equilibrar el aislamiento que ofrecen los auriculares con la percepción del entorno, aportando seguridad sin renunciar a la experiencia sonora.
Otro aspecto esencial es evitar subir en exceso el volumen, incluso si la cancelación ayuda a bloquear el ruido ambiente. Mantener la música en niveles moderados es clave para proteger la salud auditiva a largo plazo, aunque algunos exprimimos el SPL de los auriculares que da gusto. Aparte de eso, conviene hacer pequeñas pausas durante el uso, retirando los auriculares cada cierto tiempo para dar un respiro a los oídos y prevenir la fatiga auditiva. Consejos vendo, que para mí no tengo.
Por último, merece la pena recordar que la cancelación de ruido se disfruta al máximo en trayectos largos, mientras trabajas o estudias, o en ambientes con muchas distracciones. Sin embargo, no es recomendable utilizar esta tecnología en contextos donde es importante estar pendiente del entorno, como al caminar por zonas transitadas o al conducir. Así, podrás aprovechar todas sus ventajas sin descuidar tu seguridad ni tu bienestar.
¿Qué le depara el futuro al silencio artificial?
La tecnología de cancelación de ruido está en ebullición ahora mismo gracias al auge de la inteligencia artificial. Hasta hace poco, la función principal de estos auriculares era silenciar de forma global los ruidos molestos del entorno. Sin embargo, el panorama empieza a cambiar: ahora se busca una experiencia mucho más personalizable, en la que el usuario pueda elegir exactamente qué sonidos quiere filtrar y cuáles prefiere seguir escuchando.
Uno de los avances más destacados es la llamada “cancelación semántica” o filtrado selectivo. Los sistemas tradicionales resultaban eficaces contra ruidos constantes, como el tráfico o el zumbido del avión, pero no podían distinguir entre diferentes fuentes sonoras. Gracias a los nuevos algoritmos de inteligencia artificial, ahora los auriculares pueden reconocer y clasificar sonidos como voces humanas, alarmas o timbres. Así, es posible bloquear completamente el murmullo de un motor, pero dejar pasar avisos importantes, o reconocer tu nombre aunque el resto de las conversaciones alrededor desaparezcan.
Esta nueva tecnología se apoya en redes neuronales entrenadas con una gigantesca cantidad de datos de audio. El sistema aprende a identificar patrones y es capaz, en tiempo real, de detectar la voz de alguien a quien quieres escuchar o, por ejemplo, distinguir el llanto de un bebé en una sala llena de gente. Incluso existen prototipos que, al mirar a una persona, hacen que el auricular reconozca su voz y la deje pasar, mientras silencia el resto del entorno. Este nivel de control supera ampliamente a los actuales “modos transparencia”, que solo permiten abrir o cerrar el paso a todo el sonido exterior sin discriminar.
La adaptabilidad también se ha convertido en un factor clave. Los auriculares con inteligencia artificial pueden identificar el contexto en el que te encuentras: si caminas por la calle, viajas en el metro, participas en una llamada o simplemente te relajas en casa. El sistema ajusta automáticamente la intensidad y el tipo de cancelación según el ambiente y tus hábitos, optimizando así la experiencia auditiva, la duración de la batería y, además, la seguridad.
Con el paso del tiempo, estos algoritmos pueden aprender de tus preferencias. Si prefieres una cancelación total en el tren o buscas escuchar voces en tu lugar de trabajo, los dispositivos memorizan esos patrones y ajustan su funcionamiento para anticiparse a tus necesidades. La intención es que cada vez intervengas menos manualmente, logrando que los auriculares se conviertan en asistentes acústicos inteligentes que acompañan tu día a día.
Por último, la integración de la IA hará la experiencia más segura y saludable. Se espera que, a largo plazo, estos sistemas sean capaces de detectar volúmenes peligrosos y avisarte, o bajar el audio automáticamente tras periodos prolongados de uso. De este modo, la evolución de la cancelación de ruido mira hacia un entorno sonoro verdaderamente a medida para cada persona, momento y situación.
En el audio la magia existe y se llama ANC
En el mundo del audio no tenemos a J.K. Rowling, ni falta que nos hace. Los ingenieros hacen toda la magia que necesitamos gracias a los avances modernos. Al combatir el fuego con el fuego (o el sonido con el sonido) nuestra relación con el entorno urbano ha cambiado, nuestra experiencia ha ganado en intimidad y hemos ganado control sobre nuestro entorno sonoro.
Es curioso que algo que, como todos los grandes inventos, empezó para solucionar un problema de un ejecutivo durante un vuelo (igual que el Walkman), haya acabado convirtiéndose en una herramienta esencial en el día a día de millones de personas. Ya no es sólo una mejora en calidad de vida: es una necesidad en un mundo cada vez más ruidoso.
La próxima vez que te pongas tus auriculares con cancelación de ruido y experimentes esa sensación casi mágica de silencio instantáneo, recuerda que no hay trucos ni ilusiones. Solo física pura aplicada con brillantez: ondas sonoras que se encuentran, se cancelan y nos hacen el regalo más preciado en este mundo moderno.
La "magia" de crear silencio a partir del sonido no es más que ciencia en su expresión más poética. Y como toda buena ciencia, ha mejorado tangiblemente nuestras vidas, una onda cancelada a la vez.
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