
Apple Steve Jobs
Marc Andreessen, visionario tecnológico, muestra la cara más oscura de Steve Jobs: "Era un lunático gritón"
Las grandes personalidades de nuestros tiempos, como el fundador de Apple, dividen las opiniones de la gente por el complejo equilibrio entre sus logros y los métodos seguidos para alcanzarlos.

Tener una idea es siempre el primer paso de cara a dar con un proyecto en el que uno se quiera embarcar y dedicarle buena parte de su tiempo, su esfuerzo e incluso de su dinero, a modo de inversión, para ponerlo en marcha. Cuando tras una idea y un comienzo exigente se ve que la idea sale adelante, la exigencia crece para mejorarla en cada paso.
Sucede que a veces esa presión por mejorar puede llevar a consecuencias personales difíciles de evaluar, y que tan solo vean aquellos que trabajan cerca, sin que uno mismo sea consciente del nivel de perfección demandado. Por lo que cuenta el emprendedor tecnológico Marc Andreessen, esto fue lo que le pasó a Steve Jobs en algunos momentos con los proyectos de Apple.
Exigencia desmedida de Steve Jobs
Andreessen concedió una entrevista en 2020 durante el evento a16z Speedrun. Este acto fue organizado por Andreessen Horowitz (a16z), firma de capital riesgo de la que Andreessen es cofundador, y durante el mismo analizó la figura de Steve Jobs y al que tildó de “lunático que corría y gritaba a la gente en los ascensores y despedía a la gente en las reuniones”, haciendo referencia a alusiones que algunas personas que habían trabajado para Jobs habían realizado sobre él.
El origen de ese tipo de actitudes del fundador de Apple parece estar en la necesidad de la excelencia en cada proceso y en su papel de líder que exprimía a todos los departamentos de su empresa para lograr lo mejor de cada uno: “Steve es una de las personas más desagradables en la historia de la humanidad. Steve no estaría de acuerdo contigo sobre la forma del vaso en la mesa frente a ti, como si fuera a discutir sobre todo”, apuntaba el propio Andreessen durante la charla, siempre haciendo alusión a que eran opiniones que había escuchado a personas que trabajaron de forma cercana con Steve Jobs.
Con los casos de todas las personalidades relevantes sucede que hay dos versiones: una en la que aparecen como santos o ángeles y otra en la que se les demoniza hasta puntos en los que su reputación queda en entredicho.
Esto mismo lo recalcaba Andreessen en su intervención: “si lees los libros sobre Steve o escuchas las historias, básicamente hay dos versiones: Una es que era un santo y perfecto en todos los aspectos, lo cual era algo cierto. Pero la otra historia que escuchas es la que decían sobre él los líderes y la gente sobre todas estas cosas horribles que tenía. Es como una especie de ángel demonio”, reiteraba Andreessen. Sea como sea, la figura de Steve Jobs pasará a la historia como una de las mentes más innovadoras del siglo XX.
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