Armamento Estados Unidos Dinamarca
Per Ludvigsen, comandante de las Fuerzas Armadas, sobre la tecnología militar de EE.UU.: “Ya no podemos confiar plenamente en ellos y que no desactiven el F‑35"
La posibilidad de que la administración Trump cierre el grifo del mantenimiento de los equipamientos militares vendidos a Dinamarca pone en jaque al país nórdico
Las tensiones generadas por Estados Unidos no se quedan en el plano del comercio internacional y el impacto que pueda sufrir por la guerra de aranceles iniciada por la administración de Donald Trump.
Desde su segunda llegada a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, han sido muchos los frentes que el presidente americano ha considerado adecuado atacar de forma simultánea: intermediación entre Rusia y Ucrania para acabar con la guerra y hacerse con parte de las tierras raras ucranianas, medidas en materia de deportaciones e inmigración o la ya comentada política arancelaria. Sin olvidar su idea expansionista con un horizonte: Groenlandia.
Dinamarca y la dependencia armamentística de Estados Unidos
Este último objetivo cuenta con la oposición frontal de Dinamarca, ya que se trata de un espacio que forma parte del Reino de Dinamarca, aunque como territorio autónomo. Las manifestaciones de Trump de querer hacerse con el control de Groenlandia han levantado suspicacias entre ex altos mandos de las Fuerzas Armadas danesas y su postura la ha hecho pública el ex comandante Per Ludvigsen, que en una entrevista con el canal danés TV2 ha manifestado su desconfianza de Estados Unidos y el material armamentístico de que dotan a Dinamarca, molesto por las últimas declaraciones del vicepresidente americano, JD Vance.
Para Ludvigsen el problema está en el funcionamiento y la dependencia en cuanto al mantenimiento de parte de la flota aérea, concretamente del modelo F-35 del que les abastece Estados Unidos: “Cuando se llegó al acuerdo de compra del F-35, nadie imaginaba que acabaríamos en esta situación. Solo puedo decir que ya no podemos confiar plenamente en los estadounidenses", declaró durante su intervención.
"Solo puedo decir que ya no podemos confiar plenamente en los estadounidenses"
Las palabras del ex jefe adjunto de la Defensa danesa se centran en la posibilidad de tener que dejar de contar a medio y largo plazo con ejemplares del modelo F-35 por esa necesidad de recurrir al servicio americano, aunque Ludvigsen la hizo extensible al resto de armamento procedente desde Estados Unidos: “Esto se aplica a todos los equipos estadounidenses. Si no estás seguro de que las misiones planificadoras o el soporte técnico necesario no pueden ser interrumpidos, entonces no deberías comprarlo", destacó.
Ludvigsen, que actualmente ejerce de asesor de la industria armamentística de Dinamarca, puso sobre la mesa durante su intervención la necesidad de buscar una independencia en materia de defensa, aunque sabedor de que hay elementos como los aviones de combate que resultarían imposibles de reemplazar con las mismas características.
Pero claro, entre tener un avión propio operativo, aunque menos dotado militarmente, o uno más equipado, pero con una posibilidad de obsolescencia y abandono evidentes, Ludvigsen tiene clara su postura y así la manifestó: “No tiene sentido tener un sistema realmente bueno si no puedes usarlo. Así que es mejor tener un sistema quizás menos bueno, pero que realmente puedas usar".
Las palabras del antiguo alto mando de las Fuerzas Armadas danesas abren otra de las dimensiones a las que puede afectar la política de la administración de Donald Trump y ante la que parece que países como Dinamarca van moviendo pieza para minimizar los daños que les pueda causar cualquier decisión llegada desde Washington.