P. W. Singer, experto en defensa, con inquietud y preocupación sobre el arma de moda: "Genera más miedo"

Hace algo más de 2.000 años, cuando los romanos asaltaron los escarpados montes de Cantabria para enfrentarse a las poblaciones locales del lugar, la guerra era absolutamente salvaje. Un hombre mataba a otro mirándole a los ojos, pues el corto alcance de sus armas hacía que fuera necesario un enfrentamiento tan cruel como indeseable. Ahora, un experto en videojuegos bombardea una casa llena de personas con un dron y es considerado un héroe de guerra. La tecnología lleva milenios cambiando la guerra, pero ahora ha llegado al máximo nivel de despersonalización.

Son muchos los videos que muestran el horror de la guerra no-tripulada. Chicos jóvenes, expertos en videojuegos o en pilotar drones como hobby, han sido reclutados por Ucrania y Rusia para convertirse en las tropas de élite del momento. A centenares de metros del frente son capaces de acabar con objetivos valorados en cientos de millones de dólares, mientras que el dron y la bomba apenas llegan a los 400 euros.

Si hay algo que genera un miedo terrorífico en la población, hoy en día es la sensación de indefensión ante un enemigo mecánico. Por eso, los drones se han convertido en el gran reclamo del siglo XXI en los conflictos modernos, como estamos viendo en Ucrania o en la frontera entre India y Pakistán.

La guerra ha cambiado

P. W. Singer, uno de los mayores expertos en tecnología militar de la actualidad, lo tiene bastante claro. Desde antes de que el conflicto se convirtiera en algo tan escalado como en la actualidad. En el año 2022 hizo unas declaraciones explicando que "Hay algo en ellos, en que no estén tripulados, que genera más controversia, nos conduce a un mayor miedo". El estratega, que ha publicado una gran cantidad de best sellers hablando de estas cuestiones, es una fuente de conocimiento bastante profunda sobre cómo se desarrolla la guerra en el mundo moderno.

Los drones se llevan usando en la guerra desde hace aproximadamente ochenta años. Los primeros, en esencia, fueron los V-1 alemanes, que no eran más que un misil con una concepción de dron kamikaze que ha evolucionado hasta lo que conocemos hoy en día. Sin embargo, el paradigma ha cambiado de una forma increíblemente notable ahora.

Durante los primeros años de este siglo, cuando se hablaba de drones se pensaba en aviones no tripulados al estilo de los UAV. Sin embargo, con el tiempo, esta visión ha ido virando sustancialmente hasta entregarnos lo que tenemos hoy en día: drones comerciales que podemos encontrar en cualquier tienda a los que se adhieren cargas explosivas y que sirven para atacar vehículos de diferentes tipos.