Biología y Naturaleza

Tenía 25 millones de años y se había extinguido hace 40, pero ahora han descubierto que seguía con vida

El escaso número de ejemplares y su pequeño tamaño hacen de este “fósil viviente” un ejemplar extraordinario en cuya conservación ya se trabaja

La Sierra Norte ha sido escenario de este hallazgo único
La Sierra Norte ha sido escenario de este hallazgo únicoGeoparques

La naturaleza no deja de sorprendernos. El cambio climático ha supuesto un giro en el panorama biológico de la Tierra que en ocasiones da una alegría en forma de hallazgo inesperado. Esto es lo que ha sucedido en la Sierra Norte de Sevilla, donde un grupo de técnicos de la Red Andaluza de Jardines Botánicos y Micológico que trabajaban en el Parque Natural Sierra Morena han descubierto ejemplares de la planta “nomevés”, considerada extinta desde hace 40 años.

La peculiaridad y lo sorprendente de esta nueva aparición es que se trata de una planta endémica de la Península Ibérica y que representa un “fósil viviente” con más de 25 millones de años y cuya aparición cuando han transcurrido más de cuatro décadas desde que fuera considerada como extinta en Andalucía ha causado sensación en la comunidad. No dejan de producirse descubrimientos de este tipo en la comunidad científica, tal como atestigua la aparición de un pequeño gusano con más de 46.000 años.

25 millones de años contemplan a la “nomevés”

En cuanto al fósil viviente localizado en suelo andaluz, su nombre, “nomevés”, procede de la complejidad para visualizarla en la naturaleza, dado su tamaño (entre 5 y 20 centímetros) y su mínima ventana de floración. Buena muestra de ello está en el hecho de que este fósil viviente esté considerado en estado crítico de conservación tanto en el Catálogo Andaluz de Flora Amenazada como por la Lista Roja de la flora vascular española.

La reaparición de este peculiar fósil viviente, no obstante, se ha dado en unas condiciones muy limitadas, dado que apenas se han localizado un centenar de ejemplares. Según los expertos, las semillas que podían estar latentes en el terreno han conseguido germinar este año gracias a las abundantes precipitaciones caídas en el Parque Natural Sierra Morena. Unas condiciones muy particulares y que distan mucho de este otro grupo de plantas cuyos cuidados son aptos para todas las zonas y manos.

La planta “nomevés”, conocida en latín como Gyrocaryum oppositifolium, presenta una floración muy exigua en el tiempo y con mayor actividad a comienzo de año, mientras que la llegada del calor hace que los suelos vuelvan a quedarse sin su presencia. En contra de la preservación de la planta “nomevés” juega también el escaso número de semillas que deja tras su floración.

Ejemplar de Gyrocaryum oppositifolium
Ejemplar de Gyrocaryum oppositifoliumSantiago Martín-Bravo / https://www.inaturalist.org/photos/502225449

Precisamente en este punto están trabajando ya los equipos competentes en materia de biología en Andalucía. Desde allí, tratarán de recolectar cuantas semillas les sea posible para su almacenamiento y conservación en el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz (BGVA) a fin de contar con ellas para acciones en el futuro ya sea de estudio o de reinserción de ejemplares de la planta “nomevés” en la naturaleza.