¿Se ha mojado tu móvil? Esto es lo que tienes que hacer para no destrozarlo

Es más común de lo que parece. ¿A quién no se le ha caído alguna vez el móvil en la piscina, el mar o el váter? Si eres uno de los pocos afortunados que no, jamás habrás experimentado esa tensión entre cogerlo a tiempo y que el chapuzón no estropee definitivamente el terminal. En cambio, si eres de los que sí, lo primero que te habrá venido a la cabeza es el viejo truco de introducirlo en arroz.

Pues bien, existen otras alternativas más o menos eficaces que también ayudarán a salvar el smartphone sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de dinero. Después de gritar o decir palabras probablemente no muy elegantes, te toca que actuar rápido. De hecho, uno de los elementos más importante en estas situaciones es el tiempo.

Lo más importante: antes de empezar el proceso de reanimación, jamás intentes encender el dispositivoo enchufarlo a la carga tras rescatarlo del agua. De lo contrario, se producirá un cortocircuito que hará totalmente inviable su salvación.

Apagar el terminal

Este paso es primordial para evitar cualquier cortocircuito. Si presionando el botón habitual no lo consigues, lo mejor es extraer la batería. Si esta opción tampoco es posible, habrá que forzar el apagado. En el caso de los iPhone, por ejemplo, hay que pulsar la tecla de encendido y Home durante varios segundos.

Extraer todos los elementos

Una vez apagado, llega el momento de separar todas las piezas: desde tarjetas SIM hasta protectores, con el fin de facilitar el posterior secado. Pero antes de proceder a introducirlo en arroz, lo más aconsejable es usar papel absorbente o una toalla para eliminar el agua más superficial en cada una de estas piezas. Nunca uses el horno o el secador, pues se puede conseguir el efecto contrario e introducir mayor cantidad de líquido en el interior del teléfono. Además, para aquellos casos en los que el móvil se ha caído en el mar, lo mejor es eliminar este producto con un cepillo empapado en alcohol isopropílico.

Alternativas al arroz

Ahora llega el turno de la paciencia. Es la técnica más conocida y una de las que mejores resultados garantiza. Basta con introducir el teléfono en arroz durante 48 horas, pero con una serie de indicaciones: hay que hacerlo con el terminal apagado, con la mayor brevedad posible y con la batería extraída. Sin duda, este alimento favorecerá la absorción del agua y la humedad que hayan quedado en el interior. Aunque también se puede echar mano a otros, como la avena o el sílice. En cualquier caso, lo más importante es actuar con rapidez para evitar la corrosión del dispositivo. Especialmente, cuando éste se ha sumergido en agua del mar, ya que la sal favorece este proceso.

El efecto del sol

Si después de dos días, aun tienes dudas, lo mejor es colocar el smartphone sobre un material absorbente (servilletas, papel de cocina…) y dejarlo al sol. Aunque, eso si, vigilándolo y teniendo cuidado.

El momento de la verdad

Una vez seguidos todos los pasos, tan sólo queda volver a montar todas las piezas y encender el terminal. No obstante, nadie garantiza que el resultado vaya a ser positivo, pues si la corrosión ha hecho su trabajo, poco se puede hacer ya. Si no sucede nada, quítale la batería y enchufa el teléfono al cargador. Si se enciende es que ha sido la batería la que está mal. Si no se enciende es que no hemos podido salvarlo.