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“Si sigue así, es probable que no sobreviva”: el inesperado tuit de una hija para salvar el negocio de su padre

Publicó un mensaje en Twitter a la espera de que el milagro obrase por enésima vez

“Si sigue así, es probable que no sobreviva”: el inesperado tuit de una joven para salvar el negocio de su padre
“Si sigue así, es probable que no sobreviva”: el inesperado tuit de una joven para salvar el negocio de su padreJesús G. FeriaLa Razón

El COVID-19 ha destruido una buena cantidad de negocios a lo largo del último año. No hay duda. Especialmente aquellos de tipo familiar que, casi de forma agónica, conseguían salir adelante con los clientes que arañaban día a día. Con los continuos toques de queda y las diversas restricciones, mucho de ellos ahora mismo se están planteando qué hacer ante las constantes pérdidas económicas que sufren. Eso es, precisamente, lo que le pasaba al taller del padre de Harley Walsh, una joven escocesa que ha conseguido un milagro con tan sólo un tuit.

Desde hace unos meses, este pequeña empresa ha pasado de tener cinco clientes diarios a menos de cinco semanales. Lo que, indudablemente, ha afectado a su estabilidad y a sus posibilidades de continuar abierta. Los nervios y la desesperación se adueñaron, con razón, de la familia Walsh que ha buscado por todos los medios mantenerla con vida. La solución la consiguió la hija.

Acostumbrada a ver los actos de generosidad que se han ido sucediendo en las distintas redes sociales, ella también quiso probar suerte. Así que escribió un tuit en el que relató la situación por la que estaban pasando. “Este es mi padre. Su taller mecánico de coches de más de 35 años está en crisis debido a la pandemia en curso. Si sigue así, es probable que no sobreviva”, explicó en su cuenta, adjuntando el número de teléfono del taller y la dirección en Google Maps.

Nada más publicarlo, la respuesta fue abrumadora. Hasta el punto de acumular, a día de hoy, 19.600 me gusta y 13.100 retuits. Sin embargo, más allá de estas cifra, lo más importante es que, gracias al mensaje, decenas de personas comenzaron a contactar con el taller para pedir cita. Al día siguiente, el garaje se llenó por completo y Harley grabó la reacción de su padre, que después de mucho tiempo recuperó la fe en el negocio familiar.