RaaS

En Estados Unidos ya puedes alquilar un robot trabajador por la mitad de lo que cuesta un empleado

El modelo de suscripción empuja el crecimiento de la robótica como servicio (RaaS) haciendo accesible el uso de robots para pequeñas y medianas empresas sin grandes desembolsos económicos

Brazo robot que la empresa Formic alquila bajo el modelo RaaS, robótica como servicio.
Brazo robot que la empresa Formic alquila bajo el modelo RaaS, robótica como servicio.La Razón

La robotización no es un fenómeno nuevo. Ocupa un papel protagonista en industrias pesadas como la del automóvil o la manufacturación desde hace décadas, pero el salto de las grandes cadenas de montaje a sectores más pequeños y especializados ha tomado impulso en los últimos años con el desarrollo de un nuevo modelo de negocio: la robótica como servicio o RaaS (“Robotics as a Service”).

Los números para este mercado que emplea el modelo de suscripción que han adoptado otros como el “software” o el audiovisual son más que optimistas. La consultora Technavio, en un informe presentado el pasado mes de octubre, estima un crecimiento anual del 15,82% durante el periodo 2020-2024 que sube al 17% si se considera la tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC). Lo que supondrá un incremento del volumen de negocio de 832 millones de dólares para un mercado en el que los principales consumidores son Corea del Sur, Alemania, Japón, China y Estados Unidos. Otro informe, más optimista aún, de Abi Research de 2018 cifra el volumen de ingresos anual para 2026 en 34.000 millones de dólares desde los 217 millones que generó el sector RaaS en 2016. Y en 1,3 millones los robots disponibles para alquilar en 2026 frente a los 4.442 robots de hace seis.

La robótica como servicio elimina la gran barrera que supone el uso de robots para toda empresa que no disponga de grandes recursos como los de un fabricante de coches. Bajo este modelo de negocio, la empresa que quiera emplear un robot no necesita realizar una gran inversión de inicio, sino que lo alquila por un precio por hora y obtiene, además del robot, un “software” adaptado a sus necesidades que puede actualizarse a través de la nube y el soporte de la empresa que le proporciona el robot.

Shahan Farshchi, inversor de la empresa RaaS Formic, compara la situación actual de la robótica con la de la computación cuando los ordenadores de uso personal comenzaron a popularizarse en los años 80. Hasta entonces, solo grandes compañías podían hacer uso de ellas hasta que empresas como IBM, Intel y Microsoft, entre otras, abarataron el coste de la tecnología y la hicieron fácil de usar. “Estamos en ese momento con los robots”, ha declarado al medio Wired.

Un cliente de Formic es Polar Manufacturing, empresa estadounidense dedicada a la fabricación de pequeñas piezas de metal como bisagras y cerraduras. El año pasado contrató su primer robot trabajador. Evitó pagar los 100.000 dólares que le hubiera costado adquirir un brazo robot que debe realizar una tarea tan repetitiva como introducir piezas de metal en una prensa que las moldea. Al igual que a una persona, el trabajo se paga por horas pero los 15 dólares de sueldo mínimo por hora que cobra un trabajador en algunos estados del país se quedan en los 8 dólares por hora que paga a Formic.

Brazo robot de Formic trabajando en la fábrica Polar por ocho dólares la hora.
Brazo robot de Formic trabajando en la fábrica Polar por ocho dólares la hora.La RazónCortesía de Formic.

José Figueroa, administrador de la línea de producción en Polar, señala al medio que introducir el robot permitió dedicar un trabajador humano a una tarea diferente. La empresa no tiene previsto reemplazar a ninguno de sus 70 trabajadores por robots, pero reconoce que es posible que no necesite contratara a nuevos empleados.

El sector está fragmentado entre muchas empresas que buscan extender el modelo entre la pequeña y mediana empresa. Ofrecen flexibilidad, escalabilidad y un coste de entrada mucho más bajo que la industria robótica tradicional que actualmente cuenta con unos 3 millones de robots en funcionamiento en el mundo, de acuerdo con la Federación Internacional de Robótica, IFR.

La escasez de trabajadores alimentada por la pandemia junto al abaratamiento de la tecnología han sido otros factores decisivos en el despegue de este modelo de negocio que está penetrando en segmentos como el logístico, almacenaje, médico o la seguridad y vigilancia entre otros. Cobalt Robotics, por ejemplo, ofrece robots que patrullan un área determinada y son, según sus cálculos, un 65% más baratos que un empleado humano para esa labor.

Los robots, tanto los industriales como los de servicio, resultan cada vez más accesibles bajo el modelo RaaS, y más fáciles de usar con la evolución tecnológica. Un informe publicado en el Journal of Economic Perspectives en 2019 señala que la implementación de la Inteligencia Artificial en los robots llevará a las empresas a reorganizarse en nuevas estructuras que tendrán un impacto en sus empleados.

Saman Farid, CEO de Formic, cree que en los próximos años podrán ofrecer unidades más capacitadas para todo tipo de empresas gracias a la IA: “los robots podrán realizar muchas más tareas en los próximos 5 a 10 años. A medida que el aprendizaje automático mejore y alcance un mayor nivel de confiabilidad, comenzaremos a implementarlos”.