Bioingeniería

¿Donarías tus células para hacer microchips?

Algunas empresas han comenzado a experimentar con el uso de neuronas humanas en microchips y las preguntas son muchas

Cuando los microchips del futuro tengan neuronas
Cuando los microchips del futuro tengan neuronaslarazon

No es ilógico. Si bien los ordenadores han cambiado nuestra sociedad, llevando a un avance sin precedentes, el cerebro humano (y el de muchos otros animales) sigue siendo una maravilla de ingeniería biológica. Aunque aún nos queda mucho por comprender, sí podríamos decir que en lo que respecta a almacenamiento, tenemos una capacidad de 1 petabyte… más de mil discos duros de 1 TB. Si vamos al gasto energético, nuestro cerebro consume 10 veces menos que un ordenador y usa la información mucho más rápido (en algunos aspectos al menos). El cerebro humano parece muy superior a un microchip… pero este último nunca se cansa y su memoria es mucho más accesible y rápida que la nuestra. Así que… lo dicho: no es ilógico que muchos expertos piensen en usar células nerviosas para hacer microchips.

En teoría se podría obtener lo mejor de los dos mundos. Un ejemplo del avance que se está llevando a cabo en esta dirección ello es la empresa australiana Cortical Labs. Allí, los expertos han desarrollado grupos de neuronas que se intercalan entre los transistores de un microchip de computadora. Esta quimera tecnológica funciona en parte porque tanto las neuronas como los microchips hablan el idioma de la electricidad para enviar información, lo cual es una enorme ventaja.

Para llegar a esta instancia, los científicos hacen crecer las neuronas en chips de silicio y conectan diferentes áreas del chip. La ventaja de este sistema es que, del mismo modo que un ordenador puede actualizarse con un nuevo disco duro o una tarjeta gráfica diferente, las neuronas pueden adaptarse también. Esto es clave para llevar la inteligencia artificial a cotas de desarrollo y complejidades que aún no pueden producir.

Pero Cortical Labs no está sola. Koniku es otra empresa que también está investigando en este sector, al igual que la Universidad Johns Hopkins. La pregunta lógica es ¿cómo se obtienen las neuronas? La realidad es que la tecnología ha avanzado tanto que no es necesario que nadie haya donado tejido cerebral: basta células dérmicas para, a partir de ellas, obtener neuronas. Lo que sí preocupa a muchos es el consentimiento. A la hora de donar células no basta decir que solo serán de nuestra piel, sino que estas pueden llegar a ser parte de un microchip en el teléfono o el ordenador de otra persona. Y eso es algo que puede detener a muchas personas a la hora de donar muestras de tejidos. También hay una duda más banal: ¿funcionará del mismo modo una neurona de una persona normal que una de, supongamos, Stephen Hawking? ¿Habría neuronas de primera clase? Muchas preguntas para respuestas que debemos empezar a pensar, ya que en menos de una generación, nos enfrentaremos a ellas.