El boom de las apps de cuidado personal

Las aplicaciones móviles de cuidado personal están en un buen momento de forma. Al menos eso es lo que señalan algunas consultoras, que apuntan a un crecimiento notable de dicha ‘categoría’.

En el primer trimestre de este año las diez apps de cuidado personal más rentables en EE.UU facturaron 15 millones de dólares (sumando los ingresos de Google Play y la App Store) y 27 millones de dólares a nivel mundial, según recoge Sensor Tower.

La firma señala que la primera decena de títulos logró ingresar un 167% más en relación con las ventas conseguidas por las diez apps de cuidado personal más rentables de EE.UU del Q1 de 2017. Por su parte, la decena de aplicaciones de wellness más provechosas a escala global del primer cuarto de 2018 facturaron un 170% más en comparación con sus homólogas de los tres primeros meses del pasado ejercicio.

Tres títulos parecen estar llevándose el gato el agua en la categoría, según Sensor Tower y Apptopia. Calm se sitúa en primera posición, seguida de Headspace y 10% Happier: Meditation Daily, en segundo y tercer lugar.

En el caso de Apptopia,la consultora prevé que durante este año se añadirán a la App Store unas 804 aplicaciones de cuidado personal, mientras se incorporarán a Google Play 2.640 herramientas de este tipo. Esto supondría una caída en iOS respecto al año pasado de más de 150 títulos mientras en el de Android implicaría un aumento de más de 400 apps.

¿A qué se debe este crecimiento? Puede haber múltiples factores. Que cada vez se desarrollen más aplicaciones de cuidado personal y salud mental obviamente responde a la demanda de este tipo de productos. Eso puede deberse a la ruptura de algunos tabús relacionados con la salud mental, sin embargo, también puede estar originado por un aumento en los problemas en los millennials, principales usuarios de este tipo de productos y con una manera de relacionarse con sus pares muy diferentes a las de generaciones anteriores.

Hay que recordar que en ningún caso las apps de salud mental son sustitutivas de los profesionales de este campo, igual que una aplicación médica no puede sustituir a un doctor. En todo caso, pueden ser complementarias pero hasta ahí.