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Avatares y robots en auxilio de pacientes con esquizofrenia

Una de las pruebas realizadas en el proyecto AlterEgo
Una de las pruebas realizadas en el proyecto AlterEgolarazon

Un proyecto financiado con fondos europeos, bautizado como ALTEREGO, ha desarrollado un método clínico, una arquitectura informática y un software para ayudar a los pacientes con diversas disfunciones sociales a mejorar su comportamiento mediante su interacción con avatares y robots.

Médicos, psicólogos, psiquiatras, especialistas en informática y el movimiento humano, matemáticos y expertos en robótica han unido sus conocimientos en este programa que pretende pivotar en torno a la conocida como teoría de la similitud, según la cual es más sencillo interactuar socialmente con alguien que se parece a nosotros, ya sea morfológicamente (con forma de persona), en el comportamiento (sus acciones) o cinemática (el modo en el que se mueven).

El proyecto, según informa la agencia de la UE Cordis, se realizó con 40 pacientes, a los que grabaron sus movimientos con cámaras. A continuación, crearon avatares en ordenadores mediante técnicas de realidad virtual.

Para ello, se utilizó un juego de «espejos» en el que se manejan de forma sincronizada pelotas de colores, y que se ha demostrado útil para potenciar el sentimiento de proximidad con alguien. De esta manera, el paciente y el avatar realizan por turnos una acción mientras se van introduciendo variables tanto en el juego como en el movimiento del avatar.

«Todo el mundo se mueve de una manera muy personal, y mediante el empleo de variables aprovechamos esta circunstancia para transformar las similitudes en diferencias, transformando el avatar y procurando así cambiar paulatinamente el comportamiento del paciente», explicó el profesor Benoît Bardy, director del Centro Europeo de Investigación del Movimiento Humano (EuroMov) de la Universidad de Montpellier (Francia) y coordinador del proyecto.

Colaboración con iCub

Los pacientes también han trabajado con iCub, un robot humanoide desarrollado en otro proyecto de la UE denominado ROBOTCUB. Posee cincuenta y tres servomotores que mueven la cabeza, los brazos, las manos, la cintura y las piernas y es capaz de ver, oír y sonreír. «El robot es distinto. No es como el paciente, por lo que es posible comprobar las interacciones con alguien completamente diferente», aclara Bardy.

Los seis meses que restan del proyecto se dedicarán a aumentar la cantidad de pacientes de esquizofrenia hasta cien para controlar a largo plazo cómo evoluciona la interacción con los avatares. También trabajan en el desarrollo de software que pueda ser aprovechado por otros proyectos y confían ensayar en un futuro la tecnología con pacientes de autismo y otras fobias sociales.

«También creemos en la posibilidad de desarrollar aplicaciones que los pacientes puedan utilizar en el hogar, quizá en una pantalla de televisión o en un sistema de cine casero, y realizar distintos ejercicios con su avatar para aprender capacidades sociales en periodos más prolongados», añadió el profesor Bardy.

El proyecto ALTEREGO se puso en marcha en febrero de 2013 y estará activo hasta el 31 de julio de 2016. En él participan seis socios de cuatro países europeos y ha recibido de la UE una financiación de 2,9 millones de euros.