Ciberdelincuencia
Las cinco aplicaciones que rastrean todos tus movimientos: "Mejor no tenerlas"
Según expertos en ciberseguridad, incluso agencias gubernamentales han aprovechado vulnerabilidades en ellas para acceder a datos de los usuarios
En la era digital, la privacidad se ha convertido en un bien cada vez más escaso. El teléfono móvil es una puerta de entrada para que numerosas aplicaciones accedan a información personal sensible. Eliminar ciertas apps puede ser la mejor decisión para quienes buscan recuperar el control de sus datos.
El crecimiento exponencial de aplicaciones disponibles tanto para iOS como para Android ha abierto un mundo de posibilidades, pero también de peligros. Muchas de estas apps, aunque son populares y útiles, rastrean la ubicación del usuario de manera constante. En ocasiones, este seguimiento está justificado por la propia función de la app, pero en otros casos resulta innecesario o incluso desconocido para el usuario. La falta de transparencia es, precisamente, uno de los principales problemas.
Linternas digitales
Existen aplicaciones específicas para encender la linterna del móvil, una función que prácticamente todos los smartphones ya incorporan de serie. Instalar una app extra para este fin puede parecer inocente, pero según informes especializados, muchas de estas aplicaciones gratuitas solicitan permisos excesivos, como acceso al micrófono o a la lista de contactos. Estos permisos permiten a los desarrolladores recopilar datos personales y venderlos a terceros, poniendo en riesgo la seguridad del usuario.
Juegos que espían
Los juegos móviles, especialmente los más populares, no se libran de la sospecha. Algunos, como el célebre Angry Birds, han sido objeto de escándalos por su capacidad para recopilar y filtrar información personal. Según expertos en ciberseguridad, incluso agencias gubernamentales han aprovechado vulnerabilidades en estos juegos para acceder a datos de los usuarios.
Apps de salud
Las aplicaciones de salud y bienestar, diseñadas para monitorizar la actividad física, el sueño o la alimentación, necesitan acceder a la ubicación para funcionar correctamente. Sin embargo, cuando estas apps provienen de proveedores poco conocidos, el riesgo de que los datos caigan en manos equivocadas aumenta considerablemente. Información tan sensible como la dirección del domicilio, los horarios o las rutinas diarias puede ser utilizada con fines malintencionados.
Redes sociales y mensajería
Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería, como Facebook, Instagram o WhatsApp, ofrecen funciones para compartir la ubicación en tiempo real. Cada vez que se publica una foto o se envía un mensaje con la localización activada, se facilita el seguimiento de los movimientos del usuario.
Navegadores
Las aplicaciones de navegación, como Google Maps o Apple Maps, requieren acceso a la ubicación para ofrecer rutas precisas. No obstante, muchas de ellas almacenan el historial de localizaciones, lo que puede resultar útil para recordar destinos frecuentes, pero también supone un riesgo para la privacidad.