Gadget
El gadget del sábado: Ninja Creami, ¿un capricho necesario?
Es uno de los dispositivos más virales en redes sociales y cuenta con una enorme versatilidad a prueba de gourmets creativos.
De ningún modo es contradictorio. Si, por un lado, resulta intuitivo comer helado en verano, paladear con fruición (es decir, con deleite) una pieza de calórico chocolate, bien abrigado, es otro tipo de deleite. La realidad es que ni siquiera las bicicletas son solo para el verano. Y menos los helados. Por eso probamos la Ninja Creami, una máquina para mezclar helado que, según se afirma en redes sociales, puede convertir prácticamente cualquier cosa en un delicioso helado en cuestión de minutos.
Lo primero que hay que aclarar es que es cierto: convierte cualquier cosa en helado y en minutos. Siempre que hayamos hecho la mezcla previa 24 horas antes, el lapso que necesita la máquina para poder actuar. En pocas palabras: el helado se hace en minutos, pero necesitamos que la mezcla pase 24 horas en el congelador antes.
Esto hace que tener el capricho de un helado y hacerlo en el momento, sea misión imposible con el Ninja Creami. Y este es el mayor problema del dispositivo. También hay que señalar que las primeras veces el proceso de llevar el envase a la Creami requiere práctica, hasta que se convierte en una letanía de girar, bloquear y soltar.
En el lado positivo de la balanza hay que destacar que la Creami funciona muy rápido en lo que respecta a convertir un litro de ingredientes congelados en un helado, aun sin lácteos y con bases complicadas. Era obvio que un chocolate, una vainilla y hasta plátanos o fresas serían sencillos, pero con la mantequilla de cacahuete también se comporta muy bien y con ingredientes menos pensados o habituales, se comporta de maravilla.
Y esta es una de las grandes ventajas del Ninja Creami: dispara la creatividad. Un ejemplo: tenía un chutney de higos caseros que habíamos hecho desde cero. Los ingredientes eran, obviamente, higos, pera, cebolla, azúcar, vinagre y agua. Nada de leche o crema. Y este dispositivo, que haría las delicias de Willy Wonka, lo convirtió en un helado cremoso. Puede que no apto para todos los paladares, pero sí muy interesante en lo que respecta a texturas.
Por experiencias previas con helados, una de las mayores dificultades era el uso imprescindible de azúcar invertido, que no cristaliza. Para hacerla hay que mezclar azúcar, agua, limón, bicarbonato sódico… Y toma varias horas. Evita encontrarse con grumos en los helados, pero es molesto su proceso. La Ninja Creami evita tener que usar este tipo de azúcar.
A esto hay que sumarle que no solo prepara helados, también gelatos, un helado italiano que se sirve a una temperatura ligeramente superior que el helado tradicional, lo que hace que a veces se confunda con sorbetes, algo que también es posible con esta máquina (su característica es que se basa en frutas generalmente), smoothies, batidos y otras preparaciones, todas sencillas y para las que basta pulsar un botón.
También se comporta muy bien con preparaciones que contienen alcohol (el helado de peras al vino, por ejemplo), algo muy complejo de conseguir debido a la propia química del alcohol en temperaturas por debajo de cero o cercanas.
La Ninja Creami viene con tres tarrinas de plástico transparente de casi medio litro, aunque se pueden comprar más. La ventaja de esto es que así las podemos congelar y hacer el helado cuando tengamos ganas, no dependemos de un solo envase que hay que rotar.
Es fácil de lavar (todos los componentes son aptos para lavavajillas) y no ocupa mucho sitio, por lo que no es necesario “ocultarla”: tiene un tamaño similar a una cafetera. Algunas preparaciones, hay que confesarlo, no quedaban con la textura deseada y para ello es el botón de Re-Spin, que le da unas vueltas más hasta conseguir la textura deseada. Esto me ha pasado, por ejemplo, cuando utilicé coco.
Importante: hay que explorarla para conocer las texturas que queremos conseguir. Las recetas disponibles en la página web (más de 100) son muy precisas, pero para gustos sabores. Por ejemplo, la de chocolate y turrón deja los pequeños trozos de este último algo duros. Puede que una vuelta más, les de una característica más crocante. Esto hace que, si incluimos galletas en la preparación, es buena idea realizar varias “vueltas” hasta conseguir la textura buscada. Lo mismo para trozos de frutas.
Veredicto
Actualmente, la Ninja Creami está a la venta por €183. Considerando esto, es una tentación. Principalmente para quienes disfruten inventando sabores, aprovechando frutas para batidos y preparando cafés fríos. Pero hay otro aspecto menos explorado: el de usarla con niños para ponerse creativos (en plan Willy Wonka) y para crear un tentempié en pleno verano para mascotas. Si te da lo mismo un flash congelado que un sorbete de frambuesas, no será tu “sabor predilecto”. Para el resto, lo dicho: un capricho tentador.
✕
Accede a tu cuenta para comentar