Tecnología
Las invitaciones QR a la boda de Tamara Falcó: “Es una forma original, pero deja a cierta población de lado”
Javier Gómez Rivera, cofundador de la agencia de comunicación Selenus, ha hablado con LA RAZÓN sobre el estado actual del formato y la idea de usarlo en lugar de las tradicionales invitaciones de boda
El próximo sábado tendrá lugar la boda entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva, una de las noticias del año en el mundo del corazón. Si el tema llega a esta sección es porque la pareja sorprendió el pasado mayo con unas invitaciones de boda nada tradicionales que se distribuían a los invitados a través de WhatsApp. Se trataba decódigos QR cuyo escaneo llevaba a una web privada, solo accesible mediante contraseña, en la que un vídeo de la pareja sustituía a la clásica invitación en papel.
Sobre este uso poco habitual de los códigos QR y el momento actual en el que se encuentra este formato, una vez pasado el boom de la pandemia, LA RAZÓN ha hablado con Javier Gómez Rivera, cofundador de la agencia de comunicación y marketing Selenus y con experiencia en los códigos QR que centraron los primeros años de actividad de la compañía, antes de diversificar sus áreas de negocio.
Los códigos QR tuvieron un uso generalizado durante la pandemia, pero ésta ya pasó. ¿En qué momento se encuentran? ¿Han perdido vigencia?
Yo creo que se utilizaron mucho, por necesidad más que por obligación, y ahora que la vuelta a la normalidad ha sido bastante común, a todos los niveles, han vuelto, digamos, a una etapa anterior. Ya no resulta extraño para la gente, pero la popularidad “forzada“ durante la pandemia ya no está. Nadie lo concibe como una obligación o como una necesidad. Y tampoco transmite esa imagen que tenía a principios de la década de 2010 de modernidad e innovación. Lo cual no quiere decir que estén muertos ni mucho menos. Tienen su utilidad y pueden tener mucho futuro, según la estrategia que se le quiera dar.
El empleo más común fue el de acceder a la carta de los restaurantes. ¿Qué otros usos se pueden dar a los códigos QR?
Lo bueno de los códigos QR, lo bueno y lo “malo” es que tú no sabes exactamente qué te vas a encontrar cuando lo escaneas. Ahí está la gracia. Tú puedes jugar con el factor sorpresa o de generar un contenido estratégico... También el tema de entradas, por ejemplo, ahí es muy útil. Al final, el usuario busca la utilidad o la recompensa. Entonces, si el código QR me va a facilitar la vida, estupendo. Si voy a conseguir algo gracias a realizar un escaneo de un código QR, estupendo. Si lo que quieres es contarme un rollo de tu empresa o algo que no me aporta valor, ahí puede incluso generar una sensación de rechazo.
Pero el más habitual es el de redirigir a una página web.
Los códigos QR se han popularizado mucho porque son muy fáciles de generar y casi siempre lo que hacen es eso, dirigir a una página web. El tema es qué contenidos hay en esa página web, cómo se muestran y, sobre todo, tener en cuenta que el entorno nativo de los códigos QR son los teléfonos móviles. Así que lo que mostramos en esa página web debe estar adaptado para móviles, tanto a nivel de textos como tamaños, que sea responsive y el valor que aporte. ¿Qué puede haber en esa página web? Puede ser una página abierta o puede ser un entorno, digamos, más cerrado para que solo tenga acceso esa persona a través de ese escaneo. Darle un aspecto de “exclusividad”. Al final es lo que tengas en la web, puedes llegar a meter toda la información que quieras. ¿Es bueno meter muchísima información? Tampoco, porque el usuario lo está viendo a través de un teléfono móvil, entonces hay que intentar limitar la información a la básica. Nadie va a leer muchísimo contenido ni va a estar navegando muchísimo a través de un teléfono móvil. Entonces, la forma de mostrar los contenidos y qué contenidos, yo creo que es importante también.
La boda de Tamara Falco e Iñigo Onieva han llevado de nuevo los códigos QR a los titulares. ¿Es habitual su uso para invitar a una boda?
Creo que es una forma original de invitar, pero también hay que tener en cuenta que es una forma de invitar que deja a cierta población de lado, entre comillas. Hay personas mayores que, pese a la pandemia y todo, no tratan de escanear un código QR ni lo van a hacer porque no saben cómo funciona. Es una forma original de invitar, pero no debería ser exclusiva. Hay que tener en cuenta que hay personas de cierta edad que si no les llega la invitación formal en papel no se van a sentir invitadas. Les va a llegar un código QR y van a decir “¿y esto qué es?” O a lo mejor si lo saben escanear, pero enseguida se les complica todo. Para un determinado tipo de invitados me parece estupendo y original, también por el factor sorpresa porque cuando escaneas un código QR no sabes lo que te vas a encontrar. Entonces ahí sí que le puedes dar mucho valor a la forma de la invitación, al contenido que vayas a mostrar, ya sea un vídeo, una página web o lo que sea.
Selenus es una empresa de marketing. Desde este punto de vista y teniendo en cuenta que hablamos de personajes públicos, ¿qué valoración realizáis de esta forma de invitar a una boda mediante código QR y una video invitación?
Lo veo una forma de adaptarse a los tiempos. Al final, todo evoluciona, las bodas también. No tiene nada que ver una boda de hace 15 años con una de ahora. Tanto en la organización como en el tema de recursos, yo diría incluso de fotografía, de pre bodas... El mundo de las bodas evoluciona constantemente y esto también es una evolución natural de la forma de invitar a las bodas. Lo que pasa es que siempre hay que pensar en el destinatario final. Pues habrá gente que leerá el código QR y no le tienes que explicar nada, lo va a escanear y le va a parecer una forma muy original de invitar a la boda y habrá otras personas que dirán "qué me han mandado aquí, una mancha con cuadraditos, no sé qué es esto". Entonces, implica segmentar, entre comillas, el público al que te diriges y a cada uno enviarle un tipo de invitación.
De acuerdo con vuestra experiencia y conocimiento del sector, ¿qué coste puede tener un encargo de estas características?
Nada, generar el código QR se puede hacer de forma gratuita y no implica ningún coste. El valor real, al final, reside en qué encuentras detrás del código QR. No he visto como es la invitación, no sé qué clase de contenidos tiene, no sé cómo es el video de profesional, entonces tampoco te sabría valorar. Al final, el coste vendría a ser como es ese diseño de la web, esos contenidos que se muestran al escanear el código QR... pero generar código QR es gratuito, no conlleva ningún gasto. Sí que es verdad que un código QR te permite obtener información de cuánta gente lo ha escaneado, en qué momento lo ha hecho... Ese tipo de información que a nivel de analítica o de datos sí que puede aclararte.
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