Ciencia y Tecnología
Las cabinas telefónicas piden una segunda oportunidad
Un proyecto de Telefónica y la startup iUrban pretende transformarlas en oficinas turísticas portátiles
Renovarse o morir: con la idea de devolver a la senda de los ingresos un negocio deficitario, Telefónica y la startup iUrban están transformando las tradicionales cabinas telefónicas en oficinas turísticas portátiles que sirven también, paradojas de la vida, como puntos de recarga del móvil.
De momento, hay 7 operativas, todas ellas en Andalucía, una cifra muy baja si se compara con las 18.000 cabinas que quedan aún en España.
«Pero la noticia es que estamos trabajando en oportunidades comerciales para instalar al menos otras 300 cabinas a nivel nacional», explica a Efe Javier Lorente Martínez, director de Producto en Telefónica onthespot.
Esta nueva oportunidad para las populares cabinas, que comenzaron a funcionar en España en 1928, cuando se instaló el primer teléfono público en el Parque de El Retiro de Madrid, es también la historia de un caso de emprendimiento con final feliz.
Hace ya unos tres años que Andrés Martínez, en la actualidad consejero delegado de iUrban, y su socio tuvieron la idea de crear un dispositivo que permitiese cargar el móvil en plena calle, para aquellos momentos en los que te quedas sin batería y no tienes ningún enchufe al alcance.
Su startup fue acelerada en Andalucía Open Future, el programa de apoyo al emprendimiento impulsado por la Junta de Andalucía y Telefónica, y fue allí donde diseñaron el cargador móvil exterior, con pantalla táctil, que ya tienen patentado y que se puede acoplar a cualquier superficie, sea una farola o una marquesina.
«Fueron los de Telefónica los que nos propusieron hacer una prueba en una cabina de teléfono», relata Martínez a Efe.
Y, fieles a su fe en la «economía circular», los fundadores de iUrban vieron con muy buenos ojos «aprovechar los recursos existentes», que además supone un ahorro de casi un 30 %, porque no hay que romper el suelo ni hacer zapatas.
«Ya teníamos la corriente, la toma de datos... Era tan fácil como quitar un módulo de teléfono, cuyo uso además ha caído mucho la popularización de los móviles, y conectarlo directamente. En vez de que la gente llame, que cargue su móvil», añade.
Las siete cabinas ya renovadas, que permiten también hacerse «selfies», están situadas en Málaga (tres), donde «hay un proyecto en ciernes de ampliación a un número mayor», Granada (tres) y Sevilla (una), esta última que funciona también como punto WiFi.
«Hay muchos municipios interesados, porque supone tener una oficina de información turística abierta 24 horas al día a muy bajo coste. La instalación es mínima. Instalamos en 10 minutos», explica el emprendedor.
Previamente hay un proceso de varios meses en el que se fabrican las nuevas cabinas «a medida», conforme van siendo necesarias.
Los datos de uso son muy alentadores: «El uso se dispara a las 7 de la tarde, cuando suelen cerrar las oficinas de información turística. Por ciudad, tenemos casi 500 cargas al día», señala.
Porque la posibilidad de cargar el móvil es el auténtico «gancho».
«Cuando te quedas cargando el móvil, estás cautivo una media de 5 minutos delante de la pantalla. Ése es nuestro valor. Ya que estás delante, te pones a mirar y puedes acceder a noticias, la agenda cultural o el callejero del municipio», apunta Martínez.
Las nuevas cabinas cuentan para ello con cargadores universales y antivandalismo.
Martínez y Lorente coinciden en que este nuevo uso puede ser no sólo una salida para las cabinas, en vías de extinción después de que su número se haya ido reduciendo, a razón de 5.000 anuales en los últimos años, por la caída del uso, sino incluso una nueva línea de negocio.
«Cuando lo planteamos, no lo hicimos por nostalgia, lógicamente, sino porque hay una posibilidad de generar unos ingresos razonables. No le estamos haciendo ningún favor a iUrban ni a las cabinas. Tenemos aquí una fuente que es coherente con nuestra propuesta de valor», explica Lorente, cuya compañía tendrá que ocuparse, al menos durante este año con posibilidad de ampliarse al siguiente, de prestar el servicio de cabinas.
De las 18.000 cabinas que aún quedan en España, 12.000 ya no son rentables, según fuentes del sector.
Un estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) revelaba que el 88 % de los españoles jamás ha utilizado una cabina y, según datos de Telefónica, alrededor de la mitad de las cabinas no cursan ni una sola llamada. EFE
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