«Rey Mago dime tú», la carta 2.0

A pocas semanas para que lleguen sus majestades de Oriente, cuatro madres y emprendedoras gallegas han aprovechado las ventajas de la tecnología para crear la página web «Rey Mago dime tú», que les envía cartas personalizadas para que ningún niño se quede sin regalo ni respuesta esta Navidad, informa Efe.

Con las celebraciones a la vuelta de la esquina, estas mujeres y madres a tiempo completo no lo han dudado y han decidido ofrecer su colaboración a Melchor, Gaspar y Baltasar a fin de gestionar el ingente número de cartas reales llegadas desde todas las partes del mundo y, para ello, han puesto en marcha esta novedosa iniciativa.

Aprovechando las posibilidades que ofrece internet, sus creadoras, Emma Noriega, Paula Feijoo, Rosa Feijoo y Elvira Carregado, han impulsado esta página web para que aquellas familias que no tengan mucho tiempo libre para elaborar las cartas y enviarlas por correo postal puedan hacerles llegar sus misivas, pero «online».

«Un día, charlando entre nosotras, se nos ocurrió hacer algo diferente y decidimos crear una web para que los niños pudiesen escribir su carta a su rey favorito», ha comentado a Efe Elvira Carregado. Esta arquitecta de profesión hace hincapié en las ventajas que supone que cada niño pueda escribir su carta de forma personalizada a su Rey Mago favorito.

Desde su puesta en marcha, hace mes y medio, ya han recibido «más de trescientas cartas», principalmente de Galicia, pero también de otros lugares como Asturias, Valencia e incluso Palma de Mallorca.

Lo que nació como una idea para ayudar a sus majestades a contestar las cartas reales ya es todo un éxito y buena prueba de ello es que su página de Facebook, que tiene el mismo nombre, ya ha superado el millar de «me gusta» de la popular red social.

En cuanto al proceso, explican que no se trata únicamente de elaborar una carta estándar, con su lista de regalos, porque primero deben sincerarse sobre cómo se han portado este año. Sólo después los Reyes Magos decidirán qué regalos se merecen.

Para elaborar la carta, el niño, con ayuda de sus padres, deberá acceder primero a la página web «Rey Mago dime tu» y elegir a su rey favorito.

Una vez dentro, tendrá que contestar a tres sencillas preguntas para saber «si se ha portado bien este año», si come «las lentejas que preparan en casa» y también «cuántos besos da al día», una última pregunta para la se ofrecen tres opciones: «ninguno», «menos de diez» o «más de diez».

Superado ese trámite, la página le remitirá a un nuevo enlace, donde, ahí sí, ya podrá escribir su lista de regalos.

Una vez finalizada, sólo le queda darle a aceptar y para los padres escribir un correo electrónico con los datos postales de su domicilio, a fin de que sus majestades puedan hacerles llegar la ansiada respuesta, con consejos incluidos.

Además de la misiva, la carta, que sustituye al carbón, incluye dos estrellas, la primera de ellas «con la misión que tendrá que cumplir ese año», generalmente relacionada con alguna tarea que debe mejorar, y otra en blanco, para que «pueda escribir un deseo» para el próximo año. El único pero es que «no se puede comprar con dinero».

Después de meses leyendo misivas, estas emprendedoras orensanas aseguran que no dejan de sorprenderse e incluso de emocionarse con alguna de las respuestas.

«Una niña envió una carta en la que pedía un trabajo para sus padres», ha explicado Carregado, a quien todavía se le siguen «poniendo los pelos de punta» al leer este tipo de solicitudes.

Cada vez que tienen tiempo libre, se afanan en gestionar las misivas, que son muchas y muy variadas, algunas de ellas con foto. Las creadoras no dejan nada al azar y cuidan de cada de detalle.

El resultado por el momento está siendo «muy positivo». «Estamos disfrutando mucho», añade Rosa Feijoo desde su despacho.

Para los más rezagados, las impulsoras avisan de que todavía les queda hasta el día 30 de diciembre para enviar sus peticiones. El precio por esta postal son 10 euros «para la alfalfa mágica».

El próximo 6 de enero, día de Reyes, los niños tendrán la oportunidad de comprobar si les han traído sus regalos o si, por el contrario, tendrán que esperar al año que viene para ver cumplidos sus deseos.

EFE