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Operación Triunfo

Un “Operación Triunfo 2020” exigente: más nominados y nuevos privilegios

Los concursantes de la nueva edición del “talent” musical, que se estrena el domingo, no tendrán más remedio que tomarse en serio el programa debido a su nuevo reglamento

El presentador Roberto Leal durante "Operación Triunfo" en Barcelona.
El presentador Roberto Leal durante "Operación Triunfo" en Barcelona.larazon

La nueva edición de “Operación Triunfo” parece abstenerse a la redundancia. A pesar del éxito que obtuvo el formato hace dos años y la repercusión de la edición de 2019, TVE ha anunciado diferentes cambios que, a la larga, afectarán tanto a los concursantes como a la dinámica del programa. El “talent” se estrenará el próximo domingo con su Gala 0, programa en el que se conocerán a los 18 aspirantes que se sometan al nuevo reglamento del formato.

Entre las novedades de “Operación Triunfo 2020”, destacan algunas referentes a la valoración de las actuaciones y a los nominados, como es el ejemplo de las canciones grupales, que dejarán su papel introductorio para someterse también a examen del jurado. Asimismo, en esta edición desaparecerá el límite de nominados, es decir, si antes eran cuatro los concursantes que podrían dejar el programa, la presión aumentará ya que podrían llegar a ser cada noche, si no todos, la mayoría de ellos. Además, para más exigencia, los profesores tendrán en esta ocasión la posibilidad de abstenerse a salvar a alguno de los nominados: si consideran que ninguno está a la altura, podrán no liberar a ninguno de la nominación con el objetivo de que, de cara al próximo programa, se pongan las pilas.

Con estos dos rasgos, da la sensación de que el programa quiere dejar claro que lo que ocurre dentro de la Academia no es un juego, sino una competición con miras a un futuro complejo. Por ello, los concursantes tampoco podrán disfrutar tanto de su categoría de favorito pues, de serlo, ya no será salvado. Por tanto, la audiencia seguirá eligiendo a un concursante, pero este podría ser igualmente propuesto para abandonar la Academia. Sin embargo, los privilegios de los que sí podrán disfrutar será el de poder elegir entre cantar en solitario o de escoger pareja, elegir repertorio o incluso salvar a alguien de la nominación.

Un programa para tomárselo en serio

La composición del profesorado así como de las asignaturas que se impartan en la Academia también ha sufrido modificaciones. Noemí Galera continuará al frente de la Academia y Manu Guix repetirá como director musical. También ocurre con Vicky Gómez (coreógrafa), Mamen Márquez (directora de técnica vocal junto a Laura Andrés), Joan Carles Capdevila (profesor de lenguaje musical) y Andrea Vilallonga (imagen y protocolo), que se mantendrán respecto a ediciones anteriores.

Sin embargo, hay nuevos fichajes: Zahara será la nueva profesora de cultura musical, mientras que Iván Labanda será el encargado de sustituir a los Javis en las clases de interpretación. Por su parte, Eirian James impartirá inglés, Natalia Calderón se estrenará como profesora de voz y movimiento, Cesc Escolà les hará sudar con las clases de fitness y Cristian y Mario les enseñarán a los aspirantes danza urbana.

No cabe duda de que los futuros “triunfitos” no descansarán ni dudarán en tomarse en serio el programa. Ya que, además de normas, también les ofrece nuevas e interesantes oportunidades. Por ejemplo, habrá nuevas asignaturas que potencien la composición en un nuevo espacio de trabajo dentro de la Academia, donde podrán trabajar en el desarrollo de un proyecto propio, así como en la producción y la relación con la industria. En este aspecto, cabe destacar que, a diferencia de años anteriores, el programa ya no mantiene una relación directa con Universal, motivo por el que cada artista encauzará su futuro según su perfil y su público potencial. Esto conlleva a otra novedad: se incorpora a la Academia la figura de un manager, que orientará a los concursantes según avance el programa para establecer con ellos contactos con diferentes compañías.

Despedidas y cotilleos

Como cada edición, el concurso constará de la interpretación de los concursantes de una canción en la que han trabajado durante toda una semana, ya sea en pareja o de manera individual. Una vez defiendan su actuación, se someterán a la valoración del jurado, esta vez compuesto por Nina, Natalia Jiménez, Javier Llano y Portu. Tras saber la puntuación y nominados de la noche, comenzará el famoso “Chat de OT”.

Este espacio no cambiará en su tono desenfadado, pero sí en cuanto a sus espacios: Noemí Galera y Ricky Merino presentarán por separado. La primera se encargará de repasar con los concursantes sus actuaciones y de entrevistar al expulsado en la sala de la despedida final, un nuevo lugar fuera de la Academia donde el concursante solo podrá despedirse de uno de sus compañeros. Por su parte, Merino ofrecerá un espacio más gamberro: cada semana recibirá a un ex concursante de cualquier edición de “Operación Triunfo” para animar la fiesta, cotillear, bailar, jugar y darles consejos. Asimismo, destaca “La Voz del Chat”, un espacio en el que, en una llamada sala del futuro, se desvelarán intuiciones sobre el devenir del programa y las actuaciones “low-cost” que se realizarán cada semana.