Cada viernes

Encerrados con Vigalondo

El cineasta y cinéfilo presenta la segunda temporada de «Midnight Madness» desde un improvisado búnker y se rodea de grandes cintas y espectaculares invitados... virtuales

Al polifacético Vigalondo le encantaría envejecer como un moderno Vincent Price
Al polifacético Vigalondo le encantaría envejecer como un moderno Vincent PriceTCMLa Razón

Encerrarse con Nacho Vigalondo a ver una película es una de las cosas que él mismo descarta para sus invitados, porque reconoce la particularidad de compartir palomitas con alguien cómo él que analiza el cine que ve y lo comenta. Lo más parecido debe ser hacerle una videoentrevista a primera hora de la mañana o acompañarle en su nuevo bunker para TCM, «Vigalondo Midnight Madness», que se emite los viernes. Y es cierto que se ha puesto el batín y las zapatillas y en una suerte de último refugio ha creado un nuevo formato.

Cuando le comentamos a Vigalondo que nos parece una suerte de Vincent Price moderno en su nueva temporada nos asegura que «salgo ganando. Si poco a poco me voy convirtiendo en Vincent Price le habré ganado la batalla a la vida», mientras nos enseña su colección de blue-ray del actor. «Midnight Madness» presenta cada semana una cinta de su extenso catálogo que Vigalondo ha pedido escoger a su batería de amigos y conocidos, que son tan variopintos como Damon Lindelof, cocreador de series como «Perdidos» o «Watchmen; Mark Millar, guionista de comics como Capitán América, las periodistas Isa Calderón y Lucía Lijtmaer, autoras de «Deforme semanal» o el director de cortos y guionista Patrick Willems. Con ellos hablará de cintas que en ocasiones le han parecido elecciones curiosas asociadas al entrevistado como «Un mundo de fantasía» (Lindelof) , «Bienvenido Mister Chance» (Millar) o la de esta semana «¿Quién teme a Virginia Wolf».

Pero, ¿cómo se organiza un programa que depende de videocharlas? «La única forma de que una cosa así funcione es que especialmente para el invitado, todo sea fácil y rápido, y realmente la perspectiva que tenían era que de repente recibió una llamada que estaba ya acordada por nuestros respectivos equipos. Entonces al aceptar la llamada y estaba yo al otro lado. Charlábamos y colgaban», nos desvela el director. Tuvieron eso sí, que enfrentarse a cortes de conexión, pero lo que veremos son sólo 20 minutos de conversaciones bastante más largas y veremos «entrevistas caprichosas que dependen de las idiosincrasias personales», añade. Entre el material «que se va a quedar fuera por motivos evidentes», Vigalondo destaca que en la entrevista con Lindelof «hablamos largo y tendido acerca de acerca de ’'Watchmen’' y en relación al 2020». Aunque para surrealista será la conversación con el también director Patrick Willems, porque «era la primera vez que tenía una conversación con él, aunque filirteamos en Twitter. Y creo que la mitad de la conversación habla acerca de nosotros mismos y nuestras crisis de identidad como generadores de contenidos, en un sentido diferente al que sospechábamos en nuestra infancia». Material que no sabemos si acabará en el montaje final y que será sorpresa también para él, al que le encanta ser su propio espectador: «Me gusto más conversando que hablando a cámara».

Pandemia de seguros

En cuanto a las condiciones de rodaje por la pandemia, el cineasta cree que «ha habido de hace un tiempo a esta parte mucha literatura acerca de los cambios en las dinámicas de un rodaje. Se ha intentado dibujar al lector una imagen de rodaje en una central nuclear. En realidad, lo que condiciona un rodaje en este contexto, al margen de los protocolos que hay que seguir, es que tiene que contemplar la posibilidad de que de repente falte una persona importante y que el rodaje tenga que pararse de una manera u otra. Y por lo tanto, haya que negociar con una empresa de seguros. El seguro del propio rodaje y que a partir de ella, cosas que no se pueden hacer. Esa es la auténtica realidad».

«Vigalondo Midnight Madness» lleva en su ADN rastros claros del director y, como matiza él mismo, «la decisión de que lo haga yo casi es la definición del show». Puro Vigalondo.