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El asombroso cambio físico de un enfermero de UCI tras un año luchando contra el covid-19

Victor Aparicio publicó dos imágenes, tomadas con un año de diferencia, en las que se le percibe mucho más canoso que 365 días atrás

Imagen de Victor Aparicio, enfermero de UCI en la Comunidad de Madrid, que muestra el cambio físico que ha dado tras un año de lucha contra el covid-19
Imagen de Victor Aparicio, enfermero de UCI en la Comunidad de Madrid, que muestra el cambio físico que ha dado tras un año de lucha contra el covid-19La Razón

El tuit de un enfermero de UCI de la Comunidad de Madrid se ha convertido en viral en redes por su radical cambio físico que ha dado en un año de pandemia: “Un año separan estas dos imágenes. Creo es evidente el cambio exterior. No os imagináis el interior”, afirmaba Victor Aparicio en una publicación en su perfil personal.

La imagen de la izquierda es la de hace un año: se le puede ver prácticamente sin una cana, ni en su barba ni en el pelo. Muy diferente es la imagen de la derecha, la actual, en la que el bello ha adquirido un tono blanquecino.

Tras el éxito de su publicación en redes sociales, ha sido entrevistado en ‘Espejo Público’, donde ha explicado cómo ha vivido este año de pandemia: “Es un año que deja huellas físicas,pero las más dolorosas son las que no se logran ver. Ha sido un año muy duro para todo el mundo. En el sector sanitario posiblemente lo acusamos más al principio, los que nos comimos la primera ola, esa incertidumbre y ese miedo a no saber lo que teníamos enfrente. Eso ha tenido un coste emocional y físico”.

El enfermero ha contado al programa de Antena 3 que lleva de baja desde hace más o menos dos meses por estrés y ansiedad. Sobre la publicación, ha explicado que fue algo “espontáneo”: “Me saltó una imagen de una entrevista de hace un año y sobre todo me impactó el cambio de la barba, que dije ‘ostia si me he vuelto un señor canoso’”.

Además, ha reivindicado la labor de los enfermeros y la precariedad laboral del sector: “Ya veníamos con muchas carencias, mucho déficit de personal, en Europa están manejando casi los 14 enfermeros por cada 1.000 habitantes y nosotros no llegamos al 5,8. Si hubiéramos estado en esos ratios se hubieran salvado muchas vidas, independientemente de si hubiéramos tenido que hacer un Isabel Zendal o montar tiendas de campaña. Probablemente también hubiera hecho falta, pero hubiéramos estado mejor preparados. La enfermería española está muy debilitada. Hemos visto muchas promesa de balcón pero que se han transformado en absolutamente nada”.