Estreno

«Buscarse la vida en Brooklyn», la webserie que se convirtió en emblema

Movistar+ estrena mañana la segunda temporada de la comedia inspirada en el barrio neoyorkino

Buscarse la vida en Brooklyn
Buscarse la vida en BrooklynMovistar+

Hace solo unos años, justo antes de que las grandes plataformas se hicieran con el pastel del audiovisual, todo apuntaba a que las webseries tendrían un gran hueco en el mercado. Ese formato estaba llamado a cambiar la industria, con producciones más asequibles y sostenidas económicamente sobre sus reproducciones. Sin embargo, acabó ejerciendo como un elemento de transición fugaz entre la televisión tradicional y el complejo ecosistema de hoy. Precisamente dos de los artífices de una de las webseries de mayor éxito, años después adaptaban su trama a la ficción convencional de la mano de un gigante como la productora Showtime.

«Buscarse la vida en Brooklyn», continúa cinco años después la historia que comenzaron sus creadores Kevin Iso y Dan Perlman en internet. Mañana Movistar+ estrena la segunda temporada, tras las grandes críticas que recibió ya la segunda. Se trata de una comedia costumbrista sin filtros, que narra las cotidianas desventuras de dos personajes sin grandes ambiciones. Recuerda al más puro estilo «Qué vida más triste», la historia del mítico Joseba que se hizo un hueco en la parrilla de laSexta y en la memoria de los aficionados a las series que apuestan por la comedia antes que por el alarde de recursos.

Da la sensación de que el salto de esta serie ubicada en Brooklyn a las grandes plataformas estaba ya ideada a largo plazo. Y es que esta segunda entrega comienza exactamente donde terminó la anterior. Se cruzan la inacabable curiosidad por el arte o la moda, con la rehabilitación de las drogas y la psicoterapia, como herramienta para profundizar más en estos dos personajes. Aunque la serie nunca llega a ser demasiado intensa y la comedia es siempre la prioridad. Mientras, el negocio de reparación de bicis sigue siendo la tabla de salvación para la supervivencia, el trabajo al que se tienen que resignar la mayoría de los artistas mientras despegan sus carreras. Sin duda, esta serie es una lección de cómo reírse de sí mismos. De hecho, ambos creadores reconocieron que su serie no deja de ser una «semiautobiografía».

El argumento también dibuja un entramado de personajes en torno a algo que podríamos catalogar como «familia», aunque no bajo los estándares convencionales. Volverán a aparecer personajes de la primera temporada. Kevin intenta distanciarse de la influencia de Drew, pero la conexión de Dan con Drew solo se fortalece. Drew intenta corregir sus errores del pasado, pero continúan persiguiéndolo. La sobrina de Drew, Zayna, quiere romper con el pasado problemático de su familia desesperadamente. Mientras tanto, el padrastro de Dan, Kareem, sigue vendiendo bicicletas. En conclusión, esta segunda temporada no viene a contradecir a la primera ni a ser una acelerada evolución de los personajes, sino como en la vida misma, los cambios sucederán poco a poco y no serán solo fruto de las circunstancias. Esta sensación de que sus vidas se hayan estancado empujará a los personajes a buscar nuevas y más arriesgadas fórmulas.

Esta continuación conserva la esencia afroamericana tanto en los personajes, como en las voces o hasta la vestimenta. Los personajes femeninos irradian «flow», como divas del hip hop. Hasta las tipografías de los grafismos respiran parte de este estilo. Sin embargo, la trama no olvida cómo es la vida de alguien blanco en esta comunidad, una coyuntura sobre la que la serie vuelca gran parte del peso de la comedia.

El barrio de Flatbush, en el que viven los protagonistas, no es fruto de la ficción, sino que es una localidad real dentro del complejo ecosistema de Nueva York, instalado en el emblemático distrito de Brooklyn para ser más exactos. Esta comunidad supera los 100.00 habitantes. La serie, de hecho, busca mostrar la autenticidad alternando los exteriores del barrio original con recreaciones exactas de negocios o apartamentos de dicha localidad.

La serie es una coproducción de Showtime y el estudio principal Avalon y cuenta con la producción ejecutiva de Perlman e Iso, el showrunner Keith Heisler y, por parte de Avalon, Richard Allen-Turner, Jon Thoday, David Martín y Chloe Pisello. La serie, que se emitirá con un capítulo semanal, es distribuida internacionalmente por Paramount Global Content Distribution.