Estreno

¿Cómo nos verían los alienígenas?

«Un Planeta Extraño» juega con habilidad con el sofisma de observar la cotidianidad de otro mundo, cuando en realidad nos ofrece una perspectiva distinta del nuestro

Un Planeta Extraño
Un Planeta ExtrañoApple TV+

El pasado miércoles 9 de agosto nos asomamos con curiosidad a la nueva propuesta animada que estrenó Apple TV+. Se trata de «Un Planeta Extraño», la adaptación televisiva de la novela gráfica de Nathan W. Pyle que no sólo es más vendida del New York Times, sino que también se convirtió en un auténtico fenómeno en las redes sociales bajo su título original, «Strange Planet», por sus hilarantes reflexiones, las mismas que han llevado a muchas de sus viñetas a convertirse en desternillantes memes virales.

Con ese material entre manos, Apple Studios y ShadowMachine, productores de la serie, no dudaron en encargar el proyecto a un equipo de altos vuelos, encabezado por el ganador del premio Emmy Dan Harmon «Rick y Morty» y «Community»), el propio creador del cómic Nathan W. Pyle, mientras que de la animación se hizo cargo el ganador del premio Oscar Alex Bulkley («Pinocho de Guillermo del Toro»). Tonterías las justas.

Sin embargo, aunque todos estos ingredientes suenan suficientes para crear una superproducción rimbombante en los diez capítulos que componen la primera temporada, resulta que la apuesta ha sido completamente diferente y, por lo mismo, muy valiente y arriesgada, pues «Un Planeta Extraño» se hace más atractiva por lo contrario, por una propuesta sobria, tranquila, sin extravagancias que puedan hacer perder el foco de lo que tiene peso real: los diálogos. Así pues, es posible que a primera vista el espectador pueda sentirse, a lo mejor, un poco decepcionado por una animación que parece plana, muy básica en sus tonos pastel y sin nada que destaque sobre las demás cosas. De hecho, no hay grandes diferencias visuales que permitan distinguir un personaje de otro, más que por un mínimo detalle en su forma de vestir y, obviamente, por las voces.

El verdadero interés de «Un Planeta Extraño» radica en la agudeza de sus reflexiones y un brillante humor inteligente, que se descubre irónico estamos acostumbrados a mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Por eso es acertadísimo poner otro planeta como foco de las miradas, uno muy parecido al nuestro en el que los alienígenas que lo habitan tienen reacciones, sentimientos, experiencias y relaciones sospechosamente similares a las de nuestra sociedad, pero las enfrentan con una ingenuidad casi infantil, como si estuvieran descubriendo algo que no conocen y a lo que no temen llamar por su nombre. Por eso los diálogos son deliciosos y educativos, si se quiere, pues nos saca de la cursilería de los adornos innecesarios y de todo ese fango en el que nos ha sumergido lo políticamente correcto. Además, la ausencia de filtros de pensamiento impuesto y de voces altisonantes o estridentes hace que aflore el humor ácido y limpio dentro de la reflexión. Es cierto que no siempre funciona, pero es inevitable quedarse frente a la pantalla con una sonrisa en el rostro y, al mismo tiempo, descubriendo en nosotros aquellas cosas en las que no solemos pensar y que enfrentamos de una manera tranquila, dulce y sencilla.

En ese juego en el que parecemos estar presenciando la vida cotidiana en un mundo diferente al nuestro, realmente nos estamos haciendo un examen de nosotros mismos como sociedad y como individuos. Por eso la serie, que además se hace ligera en sus 20 o 25 minutos de duración, también resulta entrañable, tierna y muy humana, ideal para todas las edades, porque mientras los más adultos nos vemos reflejados, a veces con cierta vergüenza, y aprovechamos la ironía para reírnos de nosotros mismos, los más jóvenes, mientras se entretienen y divierten, pueden aprender algo de la inteligencia emocional que destilan muchos de los diálogos, a veces de forma tan natural que nos llega a sorprender.

Y si la imagen y los diálogos son importantes, también los son las voces en este proyecto, porque ahí radica una gran parte de la frescura de «Un Planeta Extraño», pues el hecho de que en España dispongamos de una amplísima oferta de series, programas y películas exquisitamente dobladas en nuestro idioma, a veces escuchar las diferentes voces originales en su idioma nativo aporta un punto refrescante. Sobre todo, si los protagonistas de esas locuciones son actores y cómicos tan talentosos como el nominado al premio Gotham Tunde Adebimpe («La boda de Rachel»), el nominado al Emmy Demi Adejuyigbe («The Amber Ruffin Show»), la divertidísima Lori Tan Chinn («Nora de Queens"), el nominado al Critics Choice Danny Pudi («Mythic Quest») y la nominada al Emmy Hannah Einbinder («Hacks»).

Un equipo de lujo para una apuesta sin estridencias

«Un planeta extraño» está creada mano a mano y producida por el ganador del Emmy Dan Harmon y el autor del cómic Nathan W. Pyle, quienes se encargan de los guiones, mientras que de la producción ejecutiva y de todo el soporte técnico están a cargo del ganador del Oscar Alex Bulkley, el ganador del Emmy Corey Campodonico («BoJack Horseman», «Tuca y Bertie»), Lauren Pomerantz («Saturday Night Live»), la ganadora del Emmy Amalia Levari («Más allá del jardín»), Steve Levy («Rick y Morty», «Community») y Taylor Alexy Pyle. Con un equipo de tan grueso calibre es difícil fallar.