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El sexo, una ruina económica y las cirugías estéticas: Olvido se descarna en "Alaska. Revelada"

El documental de Movistar Plus+ se estrenará en el mes de diciembre y ha sido presentado en el FesTVal de Vitoria

Esta «Alaska. Revelada» está en pleno proceso de creación, a pesar de que ya llevan más de cien horas de grabación para tres capítulos de documental y 30 localizaciones entre Madrid y México, pero han forzado la máquina para presentar en el FesTVal de Vitoria. La ocasión lo merece. No es la primera vez que Alaska, Olvido, «Olvi», si es Mario, su marido quien la llama, tiene un ofrecimiento para hablar de su vida, pero ella nunca lo vio claro. Hasta hoy. Las cosas de la vida, que ocurren cuando tienen que ser. Ni un minuto antes ni uno después. «Puede que sea el ofrecimiento que más veces he desestimado». Pero no el único, no se crean. Lo curioso es que cuando Alaska habla de este tema, Pite Piñas, que es la directora de la serie, y el talento que se baja al barro, y pregunta incisiva para sacar información del personaje que tiene que escrudiñar abre los ojos como platos, sin esconderse: «De esto no hemos hablado». Porque charlar, ya contamos al inicio de este texto, lo han hecho largo y tendido, profundizar en los recovecos emocionales que el día a día echa una capa de polvo. O de olvido. La funcionalidad para que todo vaya para adelante sin demasiadas preguntas no vaya a ser que encontremos otras respuestas.

Lo cierto es que Alaska ha dado con la ecuación perfecta en las mismas manos que Bosé se dejó caer para hacer su «Renacido». Son buenas. Meticulosas y con talento. A Miguel le arrancaron hasta el último aliento para darnos una versión que nos robó el corazón. Hace justo un año y este reciben más que justo premio. Se trata de Pite, que ya hemos dicho, Jorge Ortiz, productor ejecutivo de Movistar Plus+ y Macarena Rey, productora ejecutiva de Shine Iberia. «Miguel tiene ese misterio que yo no», dice Alaska.

Olvido tiene los 61, pero en verdad Alaska no tiene edad. Tiene lo que ella quiera. Se la ve en la imagen. Empoderada de sí misma. Pero lo era a los 20. O a las 16. Lo cuenta: «Recuerdo aquellos momentos en la televisión. Qué fuerza mental para tener 16 años y estar sentada en el programa de máxima audiencia y estar viendo cómo todos te dicen que horrorosa eres y tener la seguridad de que vas estupenda. Todo lo que no me ha ido gustando de lo que soy o tengo lo he ido cambiando. No por la opinión de los demás si no por la mía».

La relación entre Alaska, Pite y Jorge viene de lejos, tanto como de los comienzos, de ahí que cuenta la artista cuando se sienta a entrevistar va hasta el final. Se habla de todo, también de las operaciones estéticas. «Tenía muchas dudas de cómo afrontar el tema de las cirugías estéticas hasta que Mario me dio la clave y me dijo un día que Olvido solo fue realmente feliz cuando se operó. Y entendí cosas que las tenía que saber y no las había visto, porque eran transformadoras para ella. Había que contar cómo esa persona se había creado a lo largo de su vida y le proporcionaba una felicidad que todos merecemos. De ahí fue naciendo ese tríptico en el que se divide el documental de «Salud, dinero y amor». La construcción que había sido de su salud, también a través de las intervenciones, de la salud física y mental, el dinero como manera de sostenerte y el amor donde hablar», avanzó Pite.

Alaska con su melena blanco y negra y mono muy ajustado.
Alaska con su melena blanco y negra y mono muy ajustado. Gtres

Y respecto a esto Alaska no dudó en afirmar que es una «construcción consciente de todo lo que me gusta, en cuanto a la estética y a todo lo que me atrae. Existe una visión oficial de la belleza, pero tengo conceptos estéticos muy abiertos». Y hablando de conceptos estéticos, nos cuenta Macarena Rey que: «La operación no estaba planificada para el documental, pero al enterarse cambiaron los plazos», aunque Pite quiso aclarar que : « La operación nos vale como percha para contar un proceso interior mucho más profundo».

Tan hondo que la propia protagonista de la historia afirma que después de la primera larga entrevista estuvo dos días tocada. Las conversaciones la llevaron a otros lugares: «remover cosas es complicado». Ambas, Pite y Olvido, coinciden en que el primer capítulo es el más íntimo, el menos complaciente, el que amarra las entrañas.

En el dinero se habla de cómo lo consigue hasta que de pronto lo pierde todo. «Las cosas no salieron como tenían que salir, pero lo importante es que nos recuperamos», dice. Y se cierra con el amor, «Se habla de Mario y de otras personas», dice Pite. Y de sexo. «Damos por hecho que en la adolescencia estás en la plenitud sexual y en mi caso no, me lo he tenido que trabajar, lo tuve que descubrir y currármelo». Esto y más vendrá con «Alaska. Revelada», pero será en diciembre. Cuando el frío se nos haya metido en los huesos.