Lima

Fandiño, única oreja en Lima

El mal juego de los astados impidió mayores premios en la feria de la capital peruana

El diestro Ivan Fandiño cortó una oreja al quinto en recompensa por su tesón y esfuerzo, al que persiguió por todo el ruedo durante toda la tarde en la Feria del Señor de los Milagros en la plaza de toros de Acho, en Lima.

El astado, manso, huidizo y descastado, sobre el papel no tenía un pase. Con vergüenza torera logró someter al animal y arrancarle algunos muletazos de valor que a la postre le valieron una oreja tras una certera espada en todo lo alto. Con el segundo nada pudo hacer, era un manso sin clase que impedía el lucimiento, pero no hubo tela que cortar.

El Fandi estuvo acertado durante la tarde, presto a los quites e interesado en la lidia. El cuarto tenía una embestida descompuesta que acusó en el tercio de banderillas. A la muleta, el toro llegó manso, mirón y reservón, pero logró someterlo con pases mandones, aun cuando el novillo lo esperaba sin pasar. El segundo era distraído, no tenía fijeza y poco se pudo hacer con él.

Fernando Roca Rey tuvo una meritoria actuación en Acho, listo y predispuesto para la lidia, destacó en el tercio de banderillas que compartió con El Fandi en el tercero. La historia no cambió con el sexto de Achury Viejo, que fue muy difícil de picar y que cortaba el viaje sin pasar en cada embestida, imposibilitando cualquier lucimiento.

En la plaza de toros de Acho (Perú), se lidiaron cinco toros de Salento y uno de Achury viejo, mansos, descastados y sin ninguna posibilidad de lucimiento, todos pitados en el arrastre. El Fandi, silencio en ambos; Iván Fandiño, silencio y oreja; y Fernando Roca Rey, silencio y palmas. Media entrada en los tendidos.