Toros
Puerta grande de «Calita» y dos duras cornadas a Fabián Barba
Recibió dos cornadas, una con dos trayectorias en el muslo izquierdo, la primera hacia abajo y hacia adentro de 20 centímetros, y otra ascendente de 15 centímetros, y otra segunda en el escroto
La vuelta de Ernesto Javier «Calita», tras nueve años ausente en La Plaza México, se cerró el domingo con una puerta grande gracias a dos orejas, la segunda cortada al toro que solicitó de regalo, en una corrida con astados de Rancho Seco que mostraron desigual presentación y juego.
Mientras «Calita» fue el triunfador a Fabián Barba le tocó lo peor de la tarde y aunque cortó una oreja a su primero fue herido por el séptimo de la tarde que también fue de regalo.
Recibió dos cornadas, una con dos trayectorias en el muslo izquierdo, la primera hacia abajo y hacia adentro de 20 centímetros, y otra ascendente de 15 centímetros, y otra segunda en el escroto.
El triunfo de «Calita» fue el resultado de su disposición y eficacia en las distintas partes de la lidia, así como por algunos momentos de pureza y profundidad.
Toreó bien al capote, hizo buen uso de él con el objetivo de meter al toro en faena.
Supo llevar al astado al caballo con torería, estuvo eficaz con los aceros, salvo al descabellar al quinto de la tarde, y sobre todo dio algunos muletazos largos y emotivos, llegando a ligar tandas de mérito.
Al segundo de la tarde, el de más clara embestida, le llevó muy fijo con la mano derecha, aunque pecó de monótono en la estructura de las tandas y eso creó cierta desafección por parte del público presente.
Con la mano izquierda estuvo menos plantado pero más emotivo, con pases muy profundos que obligaban al animal a cumplir con el recorrido que la muleta marcaba. Una estocada certera le valió su primera oreja.
Se le escapó el triunfo con el quinto al fallar con los aceros y recibir dos avisos. Antes había tenido el acierto de meter a la muleta al manso toro de Rancho Seco. Tras el desacierto matando pidió el de regalo.
El que fue octavo de la larga tarde era también manso y de apenas recorrido. El torero de Naucalpan lo llevó a media altura tapándole la salida y sacó algún pase con nervio y transmisión.
Con una estocada acabó con el animal y obtuvo la otra oreja que le supone su primera puerta grande en La México. No salió a hombros por la puerta de la calle Antonio Rodin por respeto a Fabián Barba, que en esos momentos era trasladado al hospital.
Las cornadas recibidas por Fabián Barba le llevaron a la enfermería e impidieron que completase el triunfo que buscaba con ese toro extra que salió de corrales.
El animal, con mucho trapío de la ganadería de Monte Caldera lo arrolló primero y empitonó después al tratar Barba de dar una larga cambiada precedida de una puerta gayola que estuvo ya cerca de acabar en percance.
La oreja de Fabián Barba la supo ganar en una buena tanda derecha y buenos momentos al natural, también con un trasteo al paso muy pausado.
El veterano torero, muy cruzado y fijo, mandó por momentos en la casta del que abrió plaza, el mejor de la tarde que se fue con arrastre lento.
No logró Fabián Barba aprovechar todo lo que ofrecían la fijeza y la bravura del animal. Con el cuarto no se sintió a gusto desde el momento que el de Rancho Seco salió de toriles y lo manejó con soltura, no sin antes mandarle dos veces al caballo, algo extraño y necesario en la Plaza México.
El tercer espada, Diego Sánchez, estuvo atropellado con su primero y no tuvo opciones con su segundo.
La tarde también dejó otra gran par de Gustavo Campos que volvió a tener que salir, otra tarde más, sin montera a saludar al tercio tras la suerte de banderillas que magistralmente maneja.
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