Opinión

Advertencias de un «ajuste duro»

Los expertos empiezan a hablar de «burbuja» en la economía española, una burbuja que, si no se toman medidas, puede conducir otra vez a recortes

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la IV edición del foro 'Fondos Europeos: Innovación para un crecimiento sostenible', que organiza elDiario.es, en el auditorio de El Beatriz, en Madrid.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la IV edición del foro 'Fondos Europeos: Innovación para un crecimiento sostenible', que organiza elDiario.es, en el auditorio de El Beatriz, en Madrid. Alberto R. Roldán La Razón

Ralp Waldo Emerson (1803-1882), escritor, filósofo y poeta estadounidense, uno de los grandes referentes de la cultura en Estados Unidos, explicaba que «a pesar de las advertencias, el cambio rara vez ocurre hasta el que «statu quo» se vuelve más doloroso que el cambio». En España, Pedro Sánchez presume de que la economía «va como un cohete», mientras cada vez más expertos reclaman cambios para evitar problemas futuros. «Volvemos a vivir una burbuja», apuntan los más alarmistas. Cristina Herrero, presidenta de la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) y Carlos Thomas, director general adjunto de Economía e Investigación del Banco de España, otean un ajuste, más o menos duro, en el horizonte. El PP de Núñez Feijóo, absorto en campañas electorales y otros asuntos, parece olvidar la economía como eje de su oposición.

La Airef fue el trampolín a la fama de José Luis Escrivá, ahora ministro de Transformación Digital. En la Airef, adonde llegó nombrado por Cristóbal Montoro, tras la recomendación de Álvaro Nadal, fue durante bastante tiempo un «Pepito Grillo» para los gobiernos de Mariano Rajoy. Luego, ya como ministro de Seguridad Social en la primera legislatura de Sánchez, con frecuencia se escandalizaba y criticaba las opiniones que emitía el equipo que él había dirigido y las de su sucesora, Cristina Herrero.

Esther Gordo, analista jefe de la Airef, apuntó esta misma semana que «vamos a tener que tomar decisiones difíciles». Lo explicó, aunque haya podido pasar algo inadvertido, en el III Foro de Fiscalidad de EsadeEcPol, dirigido por Francisco de la Torre. Gordo ponía letra a la música interpretada por su jefa, Cristina Herrera, que insistía en que «aún no tenemos interiorizado el marco de las nuevas reglas fiscales donde el superávit tiene que ser una situación tan lógica como el déficit, en eso consiste el carácter anticíclico de la política fiscal». Esther Gordo llama a las cosas por su nombre y previene del alto endeudamiento del Estado, la elevada presión sobre el gasto y la incertidumbre que general el no saber «cuándo va a cambiar la tolerancia del mercado a estos elevados montantes de deuda pública».

Hasta ahora, el Gobierno de Sánchez jugaba con el factor de que el crecimiento de la economía obraba el milagro de que el porcentaje de deuda pública en relación con el PIB –con el tamaño de la economía– se reducía, aunque creciera en términos absolutos y ya campee por los 1,614 billones de euros. Sin embargo, a patir de ahora «la reducción nominal de la deuda por el crecimiento del PIB ya no se va a producir», según Cristina Herrero, que reclama que los planes de ajuste que exige la Comisión Europea que preside Ursula von der Leyen, la amiga de Sánchez, deberían pactarse con la oposición y con las comunidades autónomas, aunque nada indique que se vaya a acometer ese asunto.

Carlos Thomas, director general adjunto de Economía e Investigación, en el mismo foro, también advirtió de que el desequilibrio de las cuentas públicas españolas todavía «es muy elevado», entre otros motivos porque el incremento de los gastos estructurales generados durante la pandemia y mantenidos después, no han sido compensados con ingresos también estructurales. Si no se toman medidas, la deuda pública irá «in crescendo» en los próximos años hasta alcanzar un 120% del PIB alrededor de 2040, una fecha que no está tan lejos. La única manera de evitarlo sería «implementar un ajuste presupuestario, coherente con el nuevo marco europeo», según Thomas. Y el ajuste presupuestario solo es posible por dos vías que, eso sí, se pueden complementar. Reducción de gasto o aumento de ingresos, sin descartar, claro, ambos a la vez. Implica también una reforma fiscal, con objetivos eficaces y no con medidas para la galería o para satisfacer algunas clientelas, como sobre todo reclaman los socios del Gobierno, con Yolanda Díaz en primer lugar.

El problema, como apunta Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, con «tantísima fragmentación parlamentaria» es muy difícil acometer una reforma de esa envergadura, que requiere consensos políticos de fondo, quehoy parecen imposibles. La alternativa, que vislumbran por ejemplo Herrero o Thomas, es que como le ocurrió en su momento a Zapatero, la situación de las cuentas públicas llegue, a medio plazo, a una situación que no deje más salida que aplicar«un ajuste duro», que incluiría recortes de prestaciones dolorosos. Nadie puede aventurar una fecha, pero si no se pone remedio antes ocurrirá cuando mantener lo que haya sea más doloroso que hacer cambios, como advertía Emerson.

Ascenso y caída del sueño de la comercializadora eléctrica Holaluz

Holaluz, la compañía impulsada sobre todo por Carlota Pí, es una comercializadora eléctrica surgida con la liberación del mercado. Nacida en 2010, enseguida se convirtió en una de las «grandes» entre las nuevas y en 2019 debutó en Bolsa. Llegó a tener un valor de más de 250 millones de euros hasta desplomarse a los alrededor de 30 actuales. La volatilidad de los precios eléctricos en el último año le afectó de lleno y no ha podido competir comercialmente. Ahora busca inversores para sobrevivir.

Subida vertical del precio y perspectivas todavía más alcistas

El precio de la plata se ha disparado en las últimas semanas y recupera posiciones con el oro, que le había tomado bastante delantera. Desde principios de año ha subido un 33,2%, frente a un 18,2% del oro que, sin embargo, se encareció más el año pasado. Las perspectivas, según el analista Juan Ignacio Crespo, es que se mantendrá la tendencia alcista ante el estancamiento del dólar y el hecho de que cotiza de forma inversa que la rentabilidad de los bonos.