Entrevista

«Hay mucha gente atípica sin trastorno del espectro autista y otros con trastornos parecidos»

"Esta patología es cuatro veces más frecuente en varones que en niñas", explica a la sección "10 preguntas" el Dr. Daniel Martín Fernández-Mayoralas, neurólogo infantil del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

Dr. Daniel Martín
Dr. Daniel Martín Fernández-Mayoralas QUIRÓNSALUDQUIRÓNSALUD

1. ¿Qué síntomas nos pueden hacer pensar que nuestro hijo tiene TEA?

Las características principales del trastorno del espectro autista (TEA) son tres: problemas en la comunicación, en la interacción social con otros niños y los patrones de conducta, intereses o actividades restrictivos y repetitivos (movimientos llamativos llamados estereotipias, alineación de los juguetes, gran angustia frente a cambios pequeños, o intereses excesivamente circunscritos o perseverantes). Estos síntomas están presentes desde la primera infancia y limitan el funcionamiento cotidiano.

2. ¿A qué edad se suele diagnosticar este trastorno?

Existen diferentes subtipos en función de la gravedad. En un nivel muy alto de gravedad, donde el paciente puede no ser verbal y necesitar una ayuda muy notable, puede diagnosticarse entre los dos y tres años. Mientras que los casos más leves, o de alto rendimiento, pueden ser diagnosticados mucho más tarde, pues ejemplos claros de respuestas atípicas o insatisfactorias a la apertura social de las otras personas pueden ser solo evidentes cuando el paciente crece y ya tiene cinco, seis o siete años.

3. ¿Y a qué edad se puede realmente diagnosticar? He leído que a los 18 meses.

Es muy pronto. En casos muy graves es posible que sí, pero en el 90% van a existir importantes dudas diagnósticas, y que muchos pacientes diagnosticados tan precozmente podrían tener un diagnostico alternativo unos años después.

4. ¿Qué consecuencias puede tener la demora en el diagnóstico en estos pacientes?

La demora diagnóstica es mucho menos importante que la demora del tratamiento. Muchos niños están en duda diagnóstica, lo que no significa que deba establecerse un tratamiento experto sobre la comunicación, que es el área que mejor responde a la terapia en los primeros cinco años de vida. Por lo tanto, no es tanto el retraso de la etiqueta diagnóstica, sino el retraso en realizar dicho tratamiento profesionalizado, lo que supone un problema y puede condicionar en mayor o menor medida (depende de cada caso) el pronóstico sobre los síntomas centrales del TEA, especialmente del comunicativo, el más invalidante en general.

5. ¿Cuál es la prevalencia en nuestro país?

Un 1% aproximadamente.

6. ¿Qué porcentaje de casos se dan en niñas y en niños?

El trastorno es más frecuente claramente en varones: cuatro veces más que en niñas.

7. Recientemente, un estudio de la Universidad de Stanford encontró evidencias de que el cerebro de niñas y niños es diferente en el autismo. ¿Cuáles son? ¿Eso explica que se diagnostique menos en niñas?

El TEA se debe a más de 5.000 causas, principalmente genéticas, por lo tanto, no hay un patrón cerebral uniforme que diferencie a los TEAs entre sí. El estudio que comenta, creo que es el Supekar, observa algo que estadísticamente es conocido, y es que las niñas con TEA, en comparación con los niños, muestran estadísticamente menos graves comportamientos repetitivos/restrictivos y déficits comparables en el ámbito social y en el de comunicación. Ellos detectan algunas estructuras cerebrales relacionadas con el movimiento, como el cerebelo o el área motora suplementaria, diferentes morfológicamente en un determinado porcentaje, entre niños y niñas. No creo que, de momento, esto sirva para el diagnóstico clínico individual, aunque podría ser menos reconocible el patrón TEA femenino al albergar menos movimientos estereotipados, esto no sirve en casos individuales, donde cualquiera puede tenerlos. El futuro está en la genética, no tanto en la neuroimagen.

8. ¿La incidencia va en aumento? ¿A qué se debe?

No está claro si las tasas más altas reflejan la expansión de los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) para incluir los casos subumbrales (que seguro que tiene que ver), o bien se debe a un aumento de la conciencia del trastorno o a un aumento real de la frecuencia del trastorno del espectro autista, probablemente debida a la menor calidad de las células sexuales según aumenta la edad, porque cada vez es mayor la edad a la que decidimos tener hijos.

9. ¿Todas las comunidades autónomas cuentan con un protocolo de detección del autismo? ¿Por qué es importante?

Siendo el TEA una afectación con una prevalencia considerable y con una necesidad de atención temprana, especialmente sobre las habilidades comunicativas, es importante establecer una detección precoz (mediante el uso de escalas apropiadas, baremadas por edades, entre otras medidas) para poder iniciar cuanto antes las intervenciones que permitirán en mayor medida, cuando es posible, la integración del individuo a la sociedad.

10. En adultos, ¿qué señales ayudan a identificar los trastornos del espectro autista?

Lo más importante es entender que en los adultos el TEA suele asociar comorbilidades o diagnósticos diferentes a este que pueden dificultar su diagnóstico. Algunas pistas pueden ser la presencia de una dificultad para iniciar y seguir conversaciones, evitación visual directa, graves problemas para generar y mantener amigos, sobre todo porque les cuesta comprender las emociones y las intenciones de los demás y comportamientos rutinarios y obsesivos. Hay que tener cuidado pues mucha gente atípica no padece TEA y por otro lado hay otros diagnósticos como el trastorno de la personalidad esquizotípico o el trastorno obsesivo compulsivo, entre muchos otros, que pueden parecerse mucho al TEA y no serlo.