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«Así nos ven»: Identidades borradas

La serie de Ava Duvernay recrea cómo cinco jóvenes fueron encarcelados injustamente más de una década

Manifestación de una de las escenas de «Así nos ven», uno de los últimos estrenos de Netflix
Manifestación de una de las escenas de «Así nos ven», uno de los últimos estrenos de Netflixlarazon

La serie de Ava Duvernay recrea cómo cinco jóvenes fueron encarcelados injustamente más de una década.

El 19 de abril de 1989, una mujer blanca de 28 años fue brutalmente violada y apalizada en la zona norte del neoyorquino Central Park. El crimen se atribuyó a cinco muchachos de entre 14 y 16 años -Antron McCray, Raymond Santana, Kevin Richardson, Yusef Salaam y Korey Wise- que vivían en el vecindario. Pero, aunque se confesaron culpables frente a la policía, eran todos inocentes. El racismo sistémico hizo de ellos unos chivos expiatorios convenientes, víctimas de una ciudad corrupta, temerosa, histérica y paranoica. «Así nos ven», la miniserie que acaba de ver la luz en Netflix, relata al detalle su traumática experiencia: el arresto, el juicio, la sentencia, los años de cárcel, la luz al final del túnel, las dificultades para reincorporarse al mundo. Y en el proceso, su creadora, la directora Ava DuVernay, trata de reivindicar la humanidad de unas personas que vieron sus identidades destruidas antes de tener oportunidad de llegar a la edad adulta.

¿Víctimas o verdugos?

Resulta difícil comprender, considerando las circunstancias que la serie plantea, qué lógica siguió la jefa de la Unidad de Delitos Sexuales de la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan, Linda Fairstein, para decidir que los cinco niños que estaban siendo cuestionados como posibles testigos de los hechos en realidad eran los perpetradores. Sea como sea, pese a que no había evidencia alguna que respaldara su tesis, persuadió a los agentes encargados de custodiarlos para que hicieran lo necesario para hacerles confesar. Y después de interrogatorios de hasta 30 horas en los que no se les proporcionó ni comida ni descanso ni representación legal, y donde fueron sometidos a abusos físicos y psicológicos, los muchachos acabaron ofreciendo confesiones de hechos que no habían cometido, que obviamente no concordaban las unas con las otras. Pero daba igual, porque la policía , los medios de comunicación y la ciudad en su conjunto decidieron que eran culpables. Y Donald Trump se gastó un dineral en anuncios publicitarios en los que exigía que se los condenara a muerte. Cuando en 2002 finalmente se conoció la verdad y los llamados «Cinco de Central Park» fueron exonerados, no fue a causa de una investigación por parte de la prensa o la policía, sino porque el verdadero culpable, que coincidió con Wise en la cárcel, decidió contar lo que había sucedido realmente. En otras palabras, un criminal violador resultó tener un sentido de la justicia más agudo que el sistema judicial mismo. Mientras recuerda cómo los hechos resquebrajaron no solo a sus protagonistas sino también a sus familias, DuVernay por momentos recurre a un didacticismo algo torpe. Es obvio que cualquier espectador con un mínimo de sentido común sabrá qué pensar mientras contempla la serie, pero a pesar de ello DuVernay echa mano de la bandasonora para recordarnos qué debemos sentir. Pese a todo, «Así nos ven» es una obra apasionada y conmovedora, y logra que sintamos la necesidad de seguir contemplando la pantalla pese a que por momentos, dada la intensidad emocional, el cuerpo nos pida apartar la mirada.