Televisión

Un combate explosivo

«Los Rockcampers» que se llevaron un bote multimillonario, vuelven al concurso «¡Boom!» para enfrentarse a «Los lobos»

Sobre estas líneas, «Los Rockcampers», que hicieron historia al llevarse el bote más cuantioso de la televisión en España. A la dcha., «Los lobos»
Sobre estas líneas, «Los Rockcampers», que hicieron historia al llevarse el bote más cuantioso de la televisión en España. A la dcha., «Los lobos»larazon

«Los Rockcampers» que se llevaron un bote multimillonario, vuelven al concurso «¡Boom!» para enfrentarse a «Los lobos».

La ahora tan denostada cultura general –saber de todo bastante sin ser una eminencia en solo un área del conocimiento– parece que únicamente tiene valor, incluido el económico, en los concursos de televisión. Lo saben bien dos equipos que han hecho historia de «¡Boom!», que emite Antena 3 en la franja de tarde: «Los lobos», los actuales campeones, que prácticamente han trasladado su hogar al plató –llevan 176 programas consecutivos–, y «Los Rockcampers», que después de 67 emisiones se llevaron un bote millonario.

A partir de hoy se enfrentarán durante toda la semana en un ring donde pregunta a pregunta se van a intentar poner contra las cuerdas. El premio es sustancioso: cada día habrá un bote de 100.000 euros. Si ninguno de los dos equipos lo logra, el bote llegará a alcanzar los 500.000. Para saber quienes se lo llevarán, o no, habrá que esperar al viernes. Sin embargo, no se irán de vacío, ya que recibirán el dinero acumulado durante la semana.

El espectador de lujo será Juanra Bonet, el presentador del programa, que conoce al dedillo a los aspirantes. Afirma que «hay un ambiente de cordialidad, pero son muy competitivos y quieren ganar. No solo es que les importe el dinero, es que también es una forma de demostrar su supremacía».

Mucha exigencia

«Los Rockcampers» y «Los lobos» provienen de dos escuelas distintas de concursantes. Mientras los primeros «llegaban a rodar con una montaña de apuntes con datos de todo tipo de disciplinas –los ganadores de los premios Oscar, el medallero de cada edición de los Juegos Olímpicos...–; los segundos son concursantes profesionales y tienen un alto nivel de exigencia», comenta Bonet.

Él es el que mejor sabe las flaquezas y debilidades de cada uno de ellos. Parte del hecho de que se está librando una partida de ajedrez, en la que la estrategia también es importante. En dique seco desde junio de 2016, cuando se llevaron el bote, Bonet comenta que «vendrán más frescos, además llevan muchos meses viendo a ''Los lobos'' y saben a cuál de ellos hay que eliminar si fallan una prueba. ¿Lo malo? Puede que estén muy fríos». En el caso de los vigentes participantes, «están muy en forma, aunque llevan muchos meses compitiendo y pueden acusar el cansancio», dice.

Con casi 900 ediciones a su espalda, el presentador que lanza preguntas sin cesar durante una hora de emisión reconoce irónicamente que «¡Boom!» no le ha procurado tener una cultura enciclopédica. «¡Qué va! Como todo se desarrolla tan rápido no retengo ninguna respuesta. Me indigno conmigo mismo». Aunque el programa sí le ha dado experiencia, aún conserva la capacidad de sorpresa porque «por fortuna, sigue siendo impredecible. A veces sale una sobre Sherlock Holmes y pienso: ''Esta la van a acertar'' y fallan inexplicablemente y otras veces me quedo a cuadros, como aquella vez que había que averiguar cuál era el Día Internacional del Yoga y lo sabían porque lo habían acabado de leer en una revista».

Dos millones de espectadores siguen a diario el concurso, un dato que Bonet, sin pensar en la cifra, lo lleva al terreno emocional: «Me consta que es un programa que ofrece mucha compañía a los televidentes, especialmente cuando están enfermos y en el hospital. Eso es lo más bonito», sentencia.