Viajes

Respiro termal en un monasterio cisterciense de 5*

En la milla de oro de la Ribera del Duero, rodeado de viñedos, Castilla Termal Monasterio de Valbuena invita al viajero a desconectar en plena naturaleza

Hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena
Hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuenalarazon

Con los tiempos que corren, no resulta sencillo elegir un destino en el que podamos desconectar de la frenética actualidad que llena periódicos y televisiones con el nombre de un virus –Covid-19– que ha logrado trastocar nuestra rutina, nuestros trabajos e incluso las ganas de viajar, que ahora mismo parecen flaquear. Sin embargo, resulta recomendable intentar hacer borrón y cuenta nueva con el firme objetivo de bajar la dosis de tensión y pensar en aquellos lugares en los que todavía resulta posible descansar, coger fuerzas y cambiar de aires. No hace falta irse muy lejos para lograr respirar aire puro y olvidarse del estrés diario que supone seguir, minuto a minuto, la evolución de la crisis del coronavirus.

Para desconectar, una buena alternativa puede ser recluirse en un balneario situado en pleno corazón de la Ribera del Duero. Se trata del hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena, el primer balneario 5 estrellas de Castilla y León que propone al huésped tener el privilegio de dormir en uno de los monasterios cistercienses mejor conservados de Europa. De hecho, su edificio data del siglo XII, pero lo cierto es que, gracias a una responsable adaptación, ahora se ha convertido en un exclusivo complejo turístico ubicado en la milla de oro de la Ribera del Duero. Y si surge algún imprevisto, la cadena cuenta con una nueva política de cancelaciones gratuitas.

Aire puro

Situado en un enclave natural privilegiado, rodeado de bodegas de reconocido prestigio, este rincón de la provincia de Burgos se alza como el lugar ideal para los amantes de la buena gastronomía, el buen vino y la naturaleza, ya que cuenta con un sinfín de recónditos tesoros arquitectónicos. Resulta impresdincible dejarse caer por la localidad de Peñafiel, con su imponente castillo del siglo X convertido hoy en Museo del vino, o Cuélla, cuyas callejuelas nos invitan a olvidarse de las prisas. Sin embargo, para los que quieran respirar aire puro, lo mejor es recorrer los páramos y laderas de la zona Duero-Esgueva, ya que permiten al viajero recorrer senderos escondidos a orillas del Duero en los que descubrir paisajes de ensueño, una manera perfecta de descubrir los encantos del la zona del valle de Esgueva.

El Monasterio de Santa María de Valbuena dispone de un total de 79 habitaciones, todas ellas de categorías superiores, aunque lo cierto es que lo mejor está en su ambiente, ya que cada estancia guarda el encanto y la elegancia del monasterio del siglo XII en el que se encuentran ubicadas. De hecho, entre las cuatro paredes del alojamiento convive una decoración actual que queda perfectamente integrada con mobiliario de época sin romper la armonía ni la identidad de este espectacular edificio.

Zona termal

Pero si hay algo que hace especial a este lugar es, sin duda, su zona termal, que supera los 2.000 metros cuadrados y que cuenta con 16 cabinas de tratamientos, varias piscinas termales, circuito de contrastes e incluso una piscina infantil para entretenerse con los más pequeños de la casa.

Las aguas del Balneario de Castilla Termal Monasterio de Valbuena provienen de la captación de un acuífero a 386 metros de profundidad de aguas mineromedicinales del Manantial de San Bernardo, del que ya los monjes cistercienses del siglo XII aprovechaban sus aguas para regar los viñedos que hoy forman parte de la D.O. Ribera del Duero. Por ello, darse un chapuzón en estas aguas termales significa darse un baño de salud, pues estas aguas tienen beneficios que han quedado más que probados. De hecho, se trata de aguas que activan y mejoran los procesos de regulación orgánicos, estabilizan el sistema circulatorio, el nervioso y dan estabilidad psíquica. Y no sólo eso, ya que también mejoran la capacidad reguladora y de adaptación del organismo, por lo que fortalecen de forma global la salud de quien se baña en ellas.Para sacar el máximo partido a esta escapada reconfortante, merece la pena aprovechar todas las instalaciones del alojamiento. Y entre ellas, resulta obligado probar su amplia oferta de restauración, entre la que destaca el exclusivo restaurante a la carta Converso, cuya cocina fusiona platos tradicionales y modernos con productos de primera calidad de la zona y de su propio huerto ecológico. Además, para momentos más informales, su cafetería La Cilla con terraza exterior es un buen lugar para tomar algo al aire libre, mientras que en La Bodega de los Monjes se pueden degustar los mejores vinos con denominación de origen o degustar su carta de platos ligeros.