Turismo
Fernando Valdés, Secretario de Estado de Turismo: «2021 será el año en que veamos la luz»
«España lo tiene todo para seguir siendo un destino líder a nivel internacional»
El sector turístico español, pilar de la economía española y uno de los más golpeados por la crisis del coronavirus, está al límite. Los próximos meses son cruciales para enfrentar el embate de la Covid-19. En este sentido, el Secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, destaca la importancia de la inyección que supondrán los fondos de reconstrucción europeos para proteger e impulsar el sector, que afronta el desafío de mantener la competitividad de España como uno de los destinos líderes a nivel internacional. Revitalizar el sector en el momento actual y gestionar la financiación de la Comisión Europea supone un reto colosal que Valdés aceptó cuando accedió a dirigir el órgano superior de Turismo, en julio de 2020.
¿Cómo afronta su nombramiento como Secretario de Estado de Turismo, teniendo en cuenta que coincide con el peor año de la historia para el sector, según la OMT?
Con responsabilidad. No queda otra. Y también con una clara vocación de servicio público, respeto y dedicación. Si alguien me hubiera dicho que tendría que asumir una responsabilidad como esta, coincidiendo con el peor momento del turismo... cualquiera habría estado tentado a haber dicho que no. Pero no, no es ese el caso. Lo acepté conscientemente. Y en muchos aspectos ha resultado satisfactorio. Me he encontrado un sector con muchas ganas de crear, de recuperarnos, y con todas las palancas necesarias para que España continúe siendo un líder turístico. El día a día no es fácil, pero lo tenemos todo para que, cuando la situación epidemiológica nos lo permita, sigamos apostando por el turismo; un eje fundamental para nuestro país, nuestra economía y nuestra sociedad.
¿Podría hacer una fotografía del momento del sector turístico en la actualidad?
La crisis es histórica. Nunca habíamos visto una afectación tan intensa y concentrada en el tiempo. Pero esto no solo ha pasado en España. El pasado año cierra con una caída interanual del 74% en el número de viajes internacionales, según la OMT. La caída de visitantes en Turquía fue del 72% en los 11 primeros meses de 2020. En EEUU, también entre esos meses, cayó el 75%. En China la caída alcanza el 88%. Ha sido un año muy duro, sobre todo para países en los que la cadena de valor del turismo es tan importante para el conjunto de la economía como lo es para nosotros.
En España, el impacto se ha sentido en todas las actividades relacionadas de forma directa e indirecta con el turismo (desde el sector hotelero a la hostelería). La imagen que tenemos es la de un sector que está sufriendo mucho. Por eso, proteger a quienes trabajan en él ha sido una máxima para el Gobierno de España. Desde el primer momento hemos tratado de preservar ese capital humano que ayudará a construir la recuperación económica. Las medidas que se están tomando buscan mejorar la solvencia de las empresas, mantener el tejido productivo, el empleo y la competitividad.
Se ha abierto una nueva ventana que arroja luz sobre los viajes internacionales y nacionales: el inicio de los planes de vacunación. ¿Se esperaba una recuperación más rápida?
El ritmo se está cumpliendo. España es el cuarto país de Europa y el décimo del mundo donde más se vacuna. Sanidad tiene la certeza de que, en verano, el 70% de la población española esté vacunada. No anticipábamos una reactivación con las primeras fases de vacunación, pero lo que cambia radicalmente con respecto a 2020 es que ya prevemos la llegada de un escenario de inmunización global. Es verdad que la incertidumbre sigue presente: desconocemos con certeza cuándo va a llegar el momento de levantar los confinamientos perimetrales para reactivar el turismo español o cuándo llegarán los viajeros internacionales, pero ya sabemos que es cuestión de tiempo.
¿Qué cronologías manejan?
España se encuentra entre los principales destinos turísticos que más avanzados se encuentran en cuanto a la tasa de vacunación. Contamos, además, con un alto grado de competitividad. Los países extranjeros nos siguen colocando en su «Top of Mind» de los destinos favoritos para viajar; de tal modo que, más allá de la dureza del momento, 2021 ya nos coloca en otra realidad. Creo que este va a ser el año en que veamos la luz y damos ya por buena la teoría de que también será el año de la reactivación. Va a ser el tiempo en que recuperemos la movilidad y, después, la conexión con los principales mercados emisores de turistas. La consolidación llegará en 2022. Por último, 2023 será el año de la recuperación completa, es decir, el regreso a los 83 millones de turistas internacionales que llegaron a España en 2019; si todo sale como se espera e indican los estudios, y si se continúa con esta tendencia a la inmunización a nivel global.
¿En qué áreas y qué cuantías se destinarán del Fondo Europeo de Reconstrucción?
El Gobierno invertirá 3.400 millones de euros en el Plan de Modernización y Competitividad del Turismo de forma directa y no reembolsable en los próximos tres años. Esto formará parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que tendrá un impacto estimado en el sector de 44.000 millones de euros. Esta inversión nos seguirá posicionando como líderes en materia de competitividad turística.
En cuanto a las áreas, las distingo en tres elementos fundamentales. El primero es la sostenibilidad. Entendemos que el único turismo posible en el futuro es el turismo sostenible. Y cuando hablamos de turismo sostenible lo hacemos pensando en sus distintas dimensiones: medioambiental y socioeconómica. Creo firmemente que el turismo tiene una capacidad como ningún otro sector de establecer un reparto equilibrado de la riqueza distribuido por todo el territorio.
España tiene en sus destinos la verdadera balanza de distribución de riquezas. Tenemos destinos de costa, de isla, rurales, de interior… De ahí nuestra gran apuesta: los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, que cuentan con una dotación económica de 1.800 millones de euros y que vamos a negociar con comunidades autónomas y el sector privado. El objetivo será preservar los tesoros turísticos de patrimonio artístico e histórico o de naturaleza y mejorar la calidad de la oferta turística. Y todo ello nos va a permitir que seamos más competitivos.
¿El sol y playa nos sacarán la crisis o hay que desestacionalizar el turismo?
Apostando por el destino trabajamos en uno de los grandes retos: la excesiva estacionalización del turismo en el verano. Debemos alargar el turismo durante el resto de meses del año para que no genere una sobrecarga en el tiempo, que a su vez está relacionada con la calidad de los trabajos del sector turístico.
El segundo elemento importante del Plan de Modernización y Competitividad del turismo es el producto. España es y seguirá siendo el líder en sol y playa. Nadie tiene mejor condiciones que nuestro país, y aquí me permito ese chovinismo, no solo por nuestra oferta de sol y playa, sino por la capacidad de nuestras infraestructuras, servicios y alojamientos. Pero tenemos que liderar esa oferta desde la calidad.
Además, España tiene muchísimos más recursos por los que tenemos que conseguir que nos visiten. Hay que consolidar la tendencia positiva que advertimos antes de 2020: el turismo gastronómico experimentó un crecimiento del 16% entre 2016 y 2019, pero también tenemos turismo de patrimonio histórico, cultural y religioso; una red de ciudades patrimonio de la humanidad única y 1.000 kilómetros de ruta verde señalizadas en Google.
Y la tercera pata de ese plan es...
La digitalización y la Transición Verde como gran reto de nuestra competitividad turística, apostando por la digitalización del dato y creando espacios compartidos con las empresas, para que tengan acceso y comprensión de las decisiones que toma el turista internacional para elegir España como destino. Esto facilitará segmentar el mercado. El turista cada vez es más especial y quiere que su viaje sea diferente. La tecnología, para eso, va a ser fundamental.
¿Cuándo comenzará a advertirse el impacto de la inversión?
No doy nada por hecho. Pero si me preguntas cuándo empezaremos a ver los impactos, estamos trabajando en una estrategia a 2030. Los estudios afirman que la recuperación total del sector no llegará hasta 2023, si se confirma esta tendencia a la inmunidad global. En cuanto a la competitividad de España en ese escenario, nadie nos va a regalar nada, pero creo que lo tenemos todo para seguir siendo líderes a nivel mundial.
El sector advierte que urge recuperar la imagen de España como destino turístico mundial. ¿Se ha visto perjudicada nuestra imagen en el exterior?
La gente no nos percibe como un destino inseguro, al contrario, somos un destino seguro. Llevamos meses trabajando en ese concepto y estableciendo estándares de seguridad. La calidad de nuestra oferta hotelera no es comparable a nivel internacional y nos sigue colocando en un lugar privilegiado. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta algo muy importante, y es que necesitamos la conectividad. La intensidad de la recuperación va a depender de que cuando salgamos de esta situación, además del sector turístico, recuperemos con cierta rapidez la conectividad. España ha estado tradicionalmente muy bien conectada, y ya estamos hablando con diversos países como Corea o Arabia Saudí para recuperar las rutas internacionales que nos unían. Esto contribuirá al vigor de esa recuperación.
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