El hostal catalán que enamoró a Lady Gaga

El hostal catalán que enamoró a Lady Gaga

Este icónico establecimiento ha sido un punto de peregrinación de varios personajes ilustres

La Gavina es la joya de S’Agaró. No solo por ser uno de los establecimientos más icónicos de la Costa Brava, sino por haberse convertido en lugar de peregrinación para una gran cantidad de personajes ilustres del cine o la política. Desde principios de los años 50, se han rodado famosas películas de Hollywood como Pandora con Ava Gardner, o De repente, el último verano, de Elizabeth Taylor, entre otras.

La cultura siempre ha sido una de las grandes protagonistas de su historia. Numerosos artistas, premios Nobel y otros intelectuales han recorrido sus pasillos y salas como punto de reunión y de sonadas actuaciones. Salvador Dalí, Josep Pla, Plácido Domingo, Carreras, Camilo José Cela, Octavio Paz y Salvador de Madariaga han pasado por el hostal, como también lo han hecho más recientemente, Santana o Lady Gaga. Precisamente, esta última se ha declarado una fiel enamorada de este pequeño rincón gerundense.

Cada vez que la cantante de Bad romance o Shallow tiene algo de tiempo libre entre concierto y concierto, aprovecha la oportunidad de disfrutar de esta región, que se caracteriza por la tranquilidad de sus playas y la calidad de su gastronomía. La descubrió casi de casualidad, tras un concierto en el festival Cap Roig, y, desde entonces, no ha dejado de visitar tanto sus parajes naturales como su representativo hotel.

A principio de los años 20, Josep Ensesa Gubert, hijo de Josep Ensesa Pujades, exitoso industrial de Gerona, persuadió a su padre para que adquiriera los terrenos entre la bahía de Sant Pol y la larga playa de Sa Conca, al norte de Sant Feliu de Guíxols, a cambio de una deuda. La zona ni siquiera tenía nombre, así que la familia eligió llamarlo como el arroyo Agaró que discurría por allí. Su ambicioso proyecto de construir una ciudad-jardín con vistas al Mediterráneo se convertiría con el paso del tiempo en el rincón más elegante y exclusivo de la costa visitado por una gran lista de personajes ilustres de todos los ámbitos.

El tesoro principal de su proyecto fue La Gavina. Josep Ensesa Gubert, uno de los anfitriones más brillantes del turismo de este país, creó una leyenda. Su propuesta se convirtió en la más lujosa de la zona y en una de las mejores de España y Europa. De hecho, el hostal fue el primero de España en convertirse en miembro de la prestigiosa asociación Leading Hotels of the World. Así, abrió las puertas de sus 11 habitaciones por primera vez el 2 de enero de 1932.

Formaba parte de la comunidad de chalets junto al mar que estaba construyendo Josep Ensesa con los diseños del arquitecto Rafael Masó i Valentí, un reputado defensor del diseño catalán tradicional que definió el carácter de S’Agaró con pórticos, torres, terrazas y tejados de líneas bajas para crear una colonia dirigida a aquellos con gusto por el arte. S’Agaró ha crecido lentamente sin perder nunca de vista sus orígenes.

De 11 a 74 habitaciones

La Gavina también ha ido progresando. Hoy en día, las 11 habitaciones se han convertido en 74, y el establecimiento ha ido añadiendo una piscina de agua marina, un spa e instalaciones para reuniones, pero conserva su estilo original y sigue manteniendo su patrimonio histórico como el primer día. Lo antiguo se mezcla con lo nuevo de una manera sutil y atemporal.

Además, cuenta con tres restaurantes, donde son servidas refinadas especialidades catalanas y un delicioso marisco y pescado frescos, y varios bares, en los que disfrutar de un cóctel al atardecer. Las actividades de ocio ofertadas son abundantes, con un abanico que satisfará al visitante más exigente: una impresionante piscina de agua salada situada sobre el mar, dos canchas de tenis, las mejores playas de la costa gerundense y diferentes campos de golf en las cercanías. Un suntuoso destino que atrae por su exquisita atmósfera, con un ambiente acogedor a la vez que sofisticado. Un lugar, en fin, excelente para relajarse con todo el confort a su disposición