Escapadas

Dos imprescindibles y fotogénicos valles de la Comunidad de Madrid

Los valles de la Angostura y de Cenicientos, al norte y al este, invitan a romper con la rutina

Piedra escrita de Cenicientos
Piedra escrita de CenicientosComunidad de Madrid

Hemos pasado ya más de seis meses de redescubrimiento, donde la vida nos ha devuelto esas ganas de disfrutar de los días de diferente manera, con nuestras sonrisas de vuelta, con más ánimo, con ese espíritu aventurero que tiene ganas de vivir experiencias a flor de piel, una y otra vez, dentro y fuera de nuestro Madrid.

Este verano, recorrer la fotogénica sierra de la Comunidad es un planazo que merece ser agendado desde ya, porque además de ser ideales fondos de fotografías, tienen diversas actividades para desconectar de la ciudad y compartir en buena compañía. Esta vez, conoceremos dos valles madrileños con especial encanto, los valles de El Paular y la Angostura y Cenicientos.

El primer y más cercano destino es el Valle de la Angostura, se encuentra a una hora desde el centro de Madrid y es un espacio repleto de naturaleza viva con muchas propuestas de ocio para el disfrute. Este valle se forma a partir de diferentes arroyos de alta montaña, que al unirse con las aguas de la Laguna Grande de Peñalara forman el río de la Angostura, y posteriormente, pasa a convertirse en el río Lozoya.

Este enclave es un homenaje a la vegetación, por lo que siempre ha sido uno de los espacios verdes más visitados por los madrileños. La variedad de las especies embellece el entorno con árboles de cientos de años, entre estos, se aprecian robles, tejos o pinos. En cuanto a la fauna, este espacio es hogar de aves como el buitre negro o el águila imperial y de mamíferos como el corzo o la cabra montés.

Monasterio de El Paular. Rascafría
Monasterio de El Paular. RascafríaArchivoComunidad de Madrid

Lo bueno del valle es que está adaptado para todos los miembros de la familia, desde el más aventurero, el amante de la buena comida o incluso, para los más pequeños. Asimismo, si el plan es con los amigos, la opción de hacer senderismo y disfrutar del espacio también es una gran alternativa, ya que los guías locales han diseñado diversas rutas con paradas que regalan vistas de ensueño.

La riqueza del lugar y sus majestuosos paisajes no dejará insatisfecho a nadie. Una de las rutas más frecuentes en este espacio es hacer un descenso desde el Valle del Paular hasta Rascafría, haciendo paradas estratégicas por el Puente del Pedrón, el Bosque Finlandés, Presillas de Rascafría, Presa del Pradillo y terminando en el Puente de la Angostura

. Con tantos puntos para ver, es recomendable ir temprano y pasar el día conociendo este magnífico valle. Las paradas dependerán de la elección de cada grupo o persona, pero seguro que una de estas será en uno de los restaurantes locales que se hallan en el camino. Ya que estamos en esta parte de Madrid, en las cartas resaltarán los platos de cuchara y las clásicas croquetas caseras.

Como segunda opción, tenemos otro punto muy interesante al oeste de la Comunidad de Madrid, Cenicientos, una zona de naturaleza y rica en viñedos. Esta vez hay que desplazarse a la sierra de Gredos, donde reinan los cultivos de olivos, higueras, montañas con encinas centenarias e incluso castaños en las partes más húmedas.

Este enclave posee un patrimonio artístico que vale la pena apreciar, entre estos atractivos, se encuentran la Iglesia parroquial de San Esteban de la Encina del siglo XV y comienzos del XVI, una de las más grandes de España y que fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de la Comunidad de Madrid; asimismo, también está la ermita de Nuestra Señora del Roble (siglo XVI), junto con la iglesia gótica de San Esteban Protomártir, son patrones del municipio.

Esta localidad tiene la categoría de ‘Villa’, y por ella pasa el Camino de Santiago del Sureste procedente de Alicante, Cartagena, Murcia, Valencia, Albacete y Toledo. En todo el recorrido por la zona nos acompañan las fuentes de uso público de piedra granítica, muy característica de la zona-.

Durante la excursión es indispensable visitar la Piedra Escrita, monumento megalítico en honor a la diosa Diana, fechado entre los siglos II y IV d. C. . Este destino es perfecto para un día de fin de semana familiar o para una visita cultural. En este verano, no hay nada mejor que desconectar de la ciudad, para conectar con la otra cara de Madrid, esa que está llena de paisajes mágicos.