Islandia

La frescura de la comida islandesa

Gastronomía

La vaquería-café-tienda de Vogafjós
La vaquería-café-tienda de Vogafjóslarazon

La base de la cocina islandesa es la frescura. Cuenta con muy buenas materias primas. El pescado llega fresco de las impolutas aguas que rodean el país, la carne proviene de animales que pastan en pastizales lejos de las áreas urbanas e, incluso, en las Tierras Altas del interior.

El pescado es su producto estrella, lo cual tal vez se debe al hecho de que es una isla. Puede comer bacalao y salmón muy rico, abadejo, rape, lenguado, raya y hasta ¡tiburón! La sopa de pescado, una verdadera sorpresa por su sabor especiado, la puedes encontrar a lo largo de toda la isla, la cocinan a todas horas como medida calefactora. En Islandia el pescado lo preparan de todas las maneras, cocido, frito, al horno, a la parrilla, seco... Lo tienen hasta en brochetas a modo de comida rápida. ¡Una delicia!

El cordero es otro de sus platos típicos. Pero no imagine que es como el de España. Hoy en día, el cordero islandés es considerado uno de los mejores del mundo por el rico sabor que le aportan los pastizales de montaña, de hierba, musgo y bayas.

Además no deje de probar el skyr o se arrepentirá. Es un delicioso yogur o queso cremoso de textura similar al yogur griego. Se puede comer con cuchara como si fuera un yogur o para acompañar platos más elaborados, incluso pescados, como haríamos con un queso fresco. Y anímese a degustar un típico «fish and chips» –nada que ver, afortunadamente, con los británicos– y aunque no sea sopero, sucumba a las cremas de verduras –con raciones más que suculentas–.

Otra parada imprescindible es la visita a la peculiar granja-vaquería-café de Vogafjós para degustar una tarta casera y un café mientras contempla el bonito paisaje detrás de sus cristaleras. Si pasa por aquí, salude a Mandela, una de las vacas que puede ver a través de la cristalera que separa la cafetería con la granja. Y el «hot dog» de Baejarins Betzu Pylsur, una pequeña cadena que funciona desde 1937 y que tiene cuatro locales en Islandia, pero el más famoso es el ubicado cerca del puerto. Tan famoso es este stand, que a toda hora hay islandeses y turistas comiendo allí. Si se fija en el cartel con la historia del local, ubicado a la izquierda del carrito, verás una foto del mismísimo Bill Clinton comiéndose su perro caliente local.