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Gastronomía

Del Monasterio de Sant Cugat a la Vía Augusta: la expansión de Dos Cucharas

Marcos Pujadas y Patricia Cobas han creado un espacio cálido y elegante donde la experiencia gastronómica te llevará al mejor canelón del mundo

Del Monasterio de Sant Cugat a la Vía Augusta: la expansión de Dos Cucharas Restaurante Dos Cucharas

En plena Vía Augusta de Barcelona, en la parte alta de la ciudad, un restaurante ha conseguido transformar cada comida en una experiencia que va más allá de lo gastronómico. Dos Cucharas, abierto en 2023 por el chef Marcos Pujadas junto a su mujer Patricia Cobas, combina tradición, producto de calidad y un espíritu cercano que convierte cada visita en un momento para recordar en cuanto uno cruza su umbral, que da directamente a un local exquisitamente diseñado. Y es que el nombre del restaurante nace de la idea de compartir: «Tráigame un postre con dos cucharas»; un gesto cotidiano en las sobremesas que simboliza buena comida y momentos que se alargan.

Pujadas siempre tuvo claro que quería crear un espacio donde pudiera expresarse a través de la cocina: «Quería un restaurante boutique donde poder desarrollar mis creaciones culinarias con libertad, cuidar al cliente de forma cercana y que la experiencia fuera, por encima de todo, disfrutable». Su formación en la Escuela de Hostelería Hofmann, combinada con la experiencia en cocinas de referencia como Cinc Sentits y Ca l’Isidre, le permitió aprender tanto la técnica como la sensibilidad que caracterizan su cocina. Pero, según él mismo reconoce, gran parte de su estilo proviene de su espíritu autodidacta: «Siempre he sido muy inquieto, y me he formado trabajando, leyendo, investigando y probando. He aprendido mucho de libros y de chefs a los que admiro profundamente como Juan Mari Arzak, Martín Berasategui o Marc Gascons».

Interior del restaurante Dos Cucharas Restaurante Dos Cucharas

El primer Dos Cucharas nació en 2019 en Sant Cugat del Vallès, un pequeño local junto al centro y muy cerca del Monasterio, donde la intimidad y el encanto del espacio acompañaban la propuesta culinaria. El éxito de este primer proyecto llevó a Pujadas y Cobas a expandirse a Barcelona, creando un local más amplio pero con la misma esencia: hacer sentir al cliente como en casa. La terraza cubierta con vistas a un jardín interior aporta un aire de calma y privacidad, un oasis dentro de la ciudad que permite disfrutar de celebraciones íntimas o eventos corporativos sin perder la sensación de cercanía.

El canelón de los canelones

La cocina de Dos Cucharas se centra en la calidad del producto y en la experiencia del comensal. Pujadas busca que cada plato refleje una combinación de técnica, sabor y tradición, siempre con un toque contemporáneo que realce la esencia de los ingredientes. Entre las propuestas más emblemáticas de la carta está la ensaladilla rusa con ventresca y un sutil toque de trufa, que convierte un plato clásico en una experiencia sofisticada gracias a la selección de materias primas. La espuma de patata con huevo a baja temperatura, foie y trufa combina texturas y aromas para ofrecer un plato cálido y untuoso. El tartar de solomillo, cortado a cuchillo y servido con foie gras rallado, se puede presentar sobre un tuétano braseado, aportando temperatura y textura que elevan la experiencia del comensal. Y qué decir de la joya de la corona: el canelón de pularda, relleno de carne melosa y cubierto con una salsa de foie y jugo de asado de pollo, acompañado de setas de temporada. No probarán otro mejor en su vida.

Detalle gastronómico del restaurante Dos CucharasRestaurante Dos Cucharas

En cuanto se sienta a la mesa, el comensal aprecia que en Dos Cucharas la materia prima se respeta y se deja brillar, sin artificios que enmascaren su sabor natural. Del primer plato hasta el último, con unos postres que son el broche perfecto: es el caso de la torrija caramelizada de pan brioche casero y el soufflé de naranja con Grand Marnier, que reflejan la filosofía del chef: tradición, técnica y cariño en cada bocado. No en balde, la historia personal de Pujadas es parte de la esencia de Dos Cucharas. Desde niño, la cocina fue una presencia constante: «Cuando mis padres volvían de viaje, los recibía en casa con una ensalada de pollo al curry y una tarta de chocolate. Tenía solo siete años, pero ya tenía claro que eso era lo que quería hacer».

La atención al cliente es otro de los pilares del restaurante. El ambiente, elegante y acogedor, invita a quedarse y disfrutar sin prisas. La cercanía con el comensal se percibe tanto en el servicio como en la presentación de los platos, en los que se cuida cada detalle, desde la elección de los ingredientes hasta la manera de servirlos. La filosofía de Dos Cucharas no se limita a la cocina del restaurante: su servicio de catering, Dos Cucharas Events, traslada la misma calidad y sensibilidad a eventos particulares y corporativos, asegurando que cada comida sea memorable.