Star Wars
Los seguidores de Star Wars siguen lamentando esta decisión con Darth Vader 20 años después
La remasterización de la primera trilogía de Star Wars trajo consigo un cambio en el final de Darth Vader, algo que no termina de convencer a muchos dos décadas después
Star Wars es una de las franquicias de entretenimiento más importantes de todos los tiempos, por lo que los seguidores se niegan a abandonar su universo por mucho que pasen los años. De hecho, desde Disney también se apuesta por seguir ofreciendo contenido y ampliando su universo mediante multitud de series que están dando protagonismo a un montón de personajes. Sin embargo, las trilogías originales siguen generando muchos comentarios entre la comunidad.
Y en este sentido, ahora que están a punto de cumplirse 20 años desde el estreno en cines de La Venganza de los Sith, el denominado episodio III, hay quienes siguen alzando sus voces en contra de una decisión que se tomó en el final de la trilogía original tras la resolución del arco de Anakin Skywalker.
Los aficionados de Star Wars siguen sin ver con buenos ojos el cambio de actor de Darth Vader
Tras la finalización de la trilogía moderna, llegaron las remasterizaciones de los episodios IV, V y VI con un cambio que no terminó de gustar a los seguidores de la saga Star Wars: el cambio de actor en la imagen final de Darth Vader en modo de holograma. En esta ocasión se decidió reemplazar al actor original de la obra, Sebastian Shaw, por Hayden Christensen, quien interpretaba a Anakin Skywalker. La decisión se justificaba como que era la última vez que se había visto al personaje con algo de humanidad antes de transformarse en el villano más temido de la galaxia, pero sigue sin convencer a muchos.
"Puedo verlo de cualquier manera porque metafóricamente la última vez que fue Anakin fue antes de convertirse en Darth Vader, porque fue entonces cuando Anakin murió, pero técnicamente fue redimido al final del episodio VI como Anakin nuevamente", expresaba un usuario, tratando de defender esta decisión. Algo que, para los más puristas, sigue siendo un sacrilegio.