India

Wondernology, el fenómeno del ratoncito Pérez solidario

Almudena Martorell y Diana Vega, fundadoras de Wondernology y Ana Saiz, responsable de comunicación y ventas.
Almudena Martorell y Diana Vega, fundadoras de Wondernology y Ana Saiz, responsable de comunicación y ventas.larazon

Productos para niños con una filosofía solidaria. Así nace Wondernology, una marca de productos para los más pequeños en estrecha colaboración con varias ONG’s, respetuosos con el medio ambiente, artesanales y sostenibles en el mercado.

Así lo cuentan Diana Vega y Almudena Martorell, fundadoras de esta iniciativa: “Tenemos una línea de productos solidarios que van siempre acompañados de un juguete”. Esa es la esencia de Wondernology, una startup que diseña productos pensando en la diversión de los niños y que ofrecen un valor añadido: todos sus juguetes no sólo divierten sino que son educativos, lo que hace que se pueda aprender a través del juego.

La línea de productos que oferta Wondernology es atractiva para todo tipo de públicos. Diseñan, fabrican y distribuyen los productos. Sus clientes son las tiendas de juguetes, librerías, las grandes superficies y su propia página web donde cualquier particular puede hacerse con la gran variedad de juguetes y objetos de la línea decorativa de la startup, desde estantes con forma de nube, casitas de pájaros o cabeceras con forma de casa de muñecas.

Un juguete imprescindible

El producto estrella y por el que Wondernology se ha hecho un hueco en el mercado es, sin duda, ‘La Puerta del Ratoncito Perez’. Y es que, a todos se nos han caído los dientes y hemos esperado ilusionados la llegada de este roedor mágico. La pequeña puerta facilita el acceso al ratoncito para que se lleve los dientes de leche a cambio de pequeños regalos con los que celebrar que los más pequeños se hacen mayores. Con las puertas viene incluido además un cuento llamado ‘León, Carmencita y las Puertas Mágicas’.

Las puertas, lacadas a mano por personas con discapacidad intelectual que pertenecen a la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, se han convertido en un fenómeno dentro del mercado en muy poco tiempo: “En menos de dos años hemos conseguido que más de 20.000 niños tengan su puerta del ratoncito Pérez en casa”, afirma Diana Vega. Este resultado hace entrever que Wondernology podría posicionarse como un referente con su línea de productos haciendo de estos, juguetes imprescindibles que todo niño debe tener en casa y siempre teniendo en cuenta que adquiriéndolos se colabora para que personas con diversidad funcional encuentren trabajo.

Productos educativos y solidarios

Aún así, Wondernology no sólo despunta en el mercado por su carácter solidario y la estrecha colaboración con varias ONG’s. Además del fenómeno de ‘La puerta del ratoncito Pérez’ tienen más juguetes con los que se aprende disfrutando del juego. Con ‘La mejor hucha del mundo’ se pretende educar a los niños para que sepan valorar y gestionar el dinero. Así lo cuenta Almudena Martorell, co-fundadora de la startup: “Son tres huchas desmontadas en cartón: una para que el niño compre, otra para que ahorre y la última para que ese dinero lo done o comparta con los demás. Se acompaña de un cuento ‘León, Carmencita y la mejor hucha del mundo’ y una cartilla de ahorros donde podrán anotar el dinero que tienen y en qué se lo van gastando”.

El último producto que acaban de lanzar al mercado es ‘La banderola que mola’, banderín de madera de distintos colores que viene acompañado de un cuaderno con doce adhesivos, cada uno de ellos relacionado con una acción educativa a realizar por el niño. A medida que éste interioriza cada una de esas tareas y las lleva a cabo de manera autónoma, decora la banderola con las pegatinas.

Trabajar mano a mano con ONG’s

La principal ventaja competitiva de este fenómeno empresarial de carácter solidario es el firme convencimiento de que todo lo que se da vuelve con creces. Siempre que diseñan un juguete, intentan compartirlo con alguien, normalmente con ONG’s. Con cada producto colaboran con una entidad diferente para acercar la solidaridad a los niños. Según Almudena Martorell: “Con ‘La puerta del ratoncito Pérez’, la puerta está realizada de manera artesanal por los trabajadores con discapacidad intelectual de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, en ‘La hucha solidaria’, damos ejemplo y por cada hucha vendida se hace una donación a la Fundación de la Ciudad, Esperanza y Alegría que colabora con la educación de los niños en la India y con el próximo producto que lanzaremos al mercado también nos ayudará la Fundación Prodis”.

El triunfo de Wondernology se debe al equipo con el que cuentan, la ilusión por hacer productos especiales que todo niño recuerde y las ganas por que toda colaboración sume y pueda ayudar a que personas con ciertas dificultades también tengan un espacio donde realizarse.