Partidos Políticos

Como Franco sin cabeza

Colau pone de acuerdo a todos los partidos del Ayuntamiento de Barcelona contra una exposición que se inaugura hoy y que recupera, descontextualizados, símbolos escultóricos del franquismo.

Los preparativos ayer en el Centro Cultural del Born donde se colocará la estatua ecuestre de Franco
Los preparativos ayer en el Centro Cultural del Born donde se colocará la estatua ecuestre de Francolarazon

Colau pone de acuerdo a todos los partidos del Ayuntamiento de Barcelona contra una exposición que se inaugura hoy y que recupera, descontextualizados, símbolos escultóricos del franquismo.

Hoy se inaugura en Barcelona la exposición «Franco Victòria República, impunitat i espai urbà», proyecto estrella organizado por el Ayuntamiento de Barcelona para el último trimestre de 2016, y un acontecimiento cultural que, contra lo proyectado por los dirigentes culturales de la izquierda alternativa catalana, va camino de convertirse en el mayor fiasco de comunicación de Ada Colau desde que llegó al poder municipal en 2015. Al mismo tiempo que los denominados «ayuntamientos del cambio» expurgan sus respectivos callejeros de referencias al bando vencedor de la Guerra Civil, el Ejecutivo municipal de la capital catalana ha organizado una exposición frente al Centro Cultural del Born en la que podrá verse la escultura ecuestre de Francisco Franco, obra de Josep Viladomat, y las de la «Victoria franquista» y la «República», de Frederic Marès. «Cada una mostrará su perplejidad por la presencia de la otra, como si se preguntaran entre ellas: ¿Por qué estás aquí? [...] ¿No somos, en definitiva, contradictorias? ¿Cómo es posible que hayamos convivido?», reza el proyecto museográfico. Un mensaje y una intención que no han sido entendida por nadie, como demuestra el hecho de que, por distintos motivos, ninguna fuerza política presente en el consistorio barcelonés se personará hoy durante la inauguración.

Difícilmente pudieron prever los dirigentes culturales del equipo de Colau el revuelo que se iba a montar alrededor de la exposición a principios de agosto, cuando fue presentado este proyecto cultural que costará 34.000 euros a las arcas del consistorio. Uno de los primeros en hacer pública su perplejidad por la idea de desempolvar iconos escultóricos del franquismo –aunque sea una estatua ecuestre de Franco que apareció decapitada misteriosamente en 2013– fue Joan Tardá, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados. «Exponer unos días en la calle a Franco cuando hay miles de víctimas sin reparación es normalizar la anomalía», dijo el dirigente de Esquerra, formación que tampoco asistirá hoy a la apertura de la exposición frente al Born. Los motivos de CiU son bien distintos. El pasado viernes el grupo municipal de CiU anunció que no asistirá a la inauguración de la exposición hoy en el Born Centre Cultural y justificó su postura de esta manera: «La exhibición de esculturas relacionadas con la dictadura fascista es un error fruto de la arrogancia intelectual del Gobierno de Ada Colau», subrayó Ciruana poco antes de afirmar que «esta exhibición es una ofensa a la memoria de generaciones enteras que han luchado por la libertad de nuestro país, y en contra del régimen franquista». Las palabras de Ciruana hacen referencia a que el nacionalismo catalán quiere convertir el Born en un lugar que conmemore los sucesos de 1714 o, más concretamente, la interpretación de los hechos de 1714 que propugna el nacionalismo.

El primer teniente alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha repetido hasta la saciedad que el de Colau es un «Gobierno con profundas convicciones antifranquistas y catalanistas»; pero lo cierto que es que la exposición que abre sus puertas hoy lo hace bajo el signo de la contradicción.