Barcelona

La tolerancia de Colau provoca el efecto llamada de okupas europeos

Entre los últimos detenidos en el barrio de Gracia hay un italiano y una francesa

Los Mossos tuvieron que montar un cordón policial para salvaguardar el banco después de que los okupas organizaran una suerte de pícnic
Los Mossos tuvieron que montar un cordón policial para salvaguardar el banco después de que los okupas organizaran una suerte de pícniclarazon

La permisividad del Ayuntamiento de Barcelona con el «Movimiento Okupa» y los grupos antisistema que se mueven en su entorno, ha producido un efecto de llamada sobre elementos similares de otros países.

La permisividad del Ayuntamiento de Barcelona con el «Movimiento Okupa» y los grupos antisistema que se mueven en su entorno, ha producido un efecto de llamada sobre elementos similares de otros países. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, de los cinco detenidos en el nuevo asalto sufrido el sábado por el «banco expropiado», uno de ellos es italiano, Guido D.; y una más, de origen francés, Julia E. Los otros tres arrestados son españoles y sus nombres responden a las iniciales A. Ll.; A. C. y D. C. Los cinco ya están en libertad.

El juez de guardia dejó ayer en libertad a las dos jóvenes detenidas el sábado, aunque con la obligación de comparecer periódicamente ante la justicia, tras acusarlas de los delitos de usurpación de bienes inmuebles, daños y desobediencia. Así lo decidió el titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona, ante el que se han negado a prestar declaración. Todos los arrestados mantienen la condición de investigados por los citados delitos. Las dos jóvenes que pasaron ayer a disposición de la justicia fueron las últimas en ser detenidas, dado que fueron las que se «embidonaron», metieron parte de su cuerpo en cemento dentro de un bidón para dificultar el desalojo.

La «internacionalización» del «movimiento okupa» y de los grupos anarquistas y anti sistema en Cataluña es un problema que ya se detectó hace algunos años, pero que la actitud permisiva de las autoridades ha contribuido a que crezca de forma preocupante. Barcelona se puede convertir con el paso del tiempo en la capital europea de estos grupos.

De hecho, con doce «okupaciones», es la ciudad con mayor número de acciones durante el primer trimestre del año. No han tenido como consecuencia ningún tipo de detención, aunque se lograron nueve desalojos mientras el resto de locales seguían en manos de quienes los habían tomado por la fuerza, según datos oficiales a los que ha tenido acceso LA RAZÓN.

La estadística ha sido realizada antes de los incidentes del barrio de Gràcia de la Ciudad Condal y, por lo tanto, la frialdad de los números no puede recoger lo ocurrido en las dos últimas semanas que, además de daños materiales, ha causado lesiones a casi 40 agentes de los Mossos d’Esquadra.

Durante el primer trimestre de este año, la segunda provincia en «okupaciones» fue Alicante, donde en una sola ocasión se logró el desalojo del local asaltado. Las otras se produjeron en Madrid, provincia en la que se registraron las únicas tres detenciones; Málaga; Castellón y Gerona. Las fuentes admiten que en ese período «se constatase una ligera tendencia al alza en el número de acciones del “movimiento Okupa” en España, con respecto al año anterior». «En relación con los detenidos (los únicos registrados son los de Madrid), se pueden destacar tres aspectos comunes en todos los casos: mayores de edad, varones y de nacionalidad española».

Informes de las mismas fuentes, advertían, no hace mucho tiempo, de que los grupos radicales se infiltran en las «asambleas organizativas estudiantiles, movimientos de ciudadanos, ocupaciones de edificios y gestión de Centros Sociales Okupados, CSO, (se refiere al “movimiento okupa”), donde realizan actividades que tienen como finalidad la difusión de su doctrina y la captación de nuevos militantes o simpatizantes, logrando radicalizar y mantener vivo el conflicto y dificultando el posible diálogo social». «Una cuestión destacable en estos colectivos y movimientos radicales, agregaban los informes, «es la permeabilidad. Es una constante en su dinámica de actuación, que facilita el flujo permanente de intercambio de ideas y proyectos».