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Adiós al hielo en las paredes del congelador: la solución para quitarlo y evitar que vuelva a salir
Aunque pueda parecer una molestia menor, el hielo acumulado en el congelador no solo resta espacio, también afecta al consumo energético y la eficiencia del aparato

Todos hemos abierto alguna vez el congelador y nos hemos encontrado con una capa de escarcha que ocupa espacio y dificulta el acceso a los alimentos. Pero ese hielo no es inofensivo: puede obstruir el flujo de aire, obligar al motor a trabajar más de lo debido e incluso comprometer la vida útil del electrodoméstico. Estudios del sector señalan que las acumulaciones de escarcha reducen de forma notable la eficiencia energética del sistema al entorpecer el intercambio de calor.
¿Por qué aparece ese hielo incómodo?
La formación de escarcha responde a una sencilla ley física: el aire caliente y húmedo que entra al congelador toca las superficies frías y libera condensación, que rápidamente se congela. Abrir la puerta frecuentemente o introducir alimentos calientes puede acelerar este proceso. También la humedad ambiental y sellos deteriorados favorecen la aparición de hielo.

¿Cómo quitar el hielo en las paredes del congelador y evitar que salga?
El vaciado total y dejar descongelar a temperatura ambiente sigue siendo la forma más segura. Puedes acelerar el deshielo colocando recipientes con agua tibia o sábanas húmedas dentro.
- Para acelerar el proceso, un ventilador que haga circular aire templado dentro del congelador funciona muy bien: combate el frío acumulado e impide que el hielo se vuelva a formar mientras despeja.
- Una vez derretido, limpia el interior con una solución de agua tibia y bicarbonato. Elimina residuos y olores, y deja todo listo antes de encenderlo nuevamente.
Claves para que el hielo no vuelva
- 1. Revisa y limpia los burletes de la puerta. Si los sellos están dañados, el aire húmedo entrará con facilidad y volverá a congelarse.
- 2. Evita colocar alimentos calientes directamente. Deja que se enfríen antes de meterlos: es una forma efectiva de reducir la humedad dentro.
- 3. Asegura buena circulación dentro del congelador. No llenes demasiado el aparato; el aire frío debe fluir libremente.
- 4. Comprueba la temperatura interna. La mayoría de modelos funcionan mejor a unos -18 °C; evita configuraciones erráticas que favorezcan la condensación.
- 5. Limita la frecuencia de apertura. Cada vez que abres la puerta, entra aire húmedo; disminuir las aperturas frecuentes bloquea buena parte del problema.
- 6. Si tienes un modelo frost-free automático, el hielo ya te afectará menos: estos equipos incorporan ciclos periódicos de deshielo asistidos por calor y ventilación interna.
Si a pesar de estas medidas el problema se repite, puede deberse a fallos como drenaje atascado, sistema de descongelación automático averiado o sellado inadecuado. En estos casos, conviene consultar con un técnico para evitar daños mayores, especialmente si tu congelador aún está en garantía.
Usar papel de aluminio para cubrir las paredes interiores del congelador también puede ser esencial, ya que esto ayuda a dispersar el frío y evitar la formación de hielo.
Eliminar el hielo no es solo una cuestión estética: impacta directamente en el ahorro energético, el buen funcionamiento del congelador y la preservación de tus alimentos. Con acciones sencillas: limpiar, evitar introducción de calor y garantizar un buen sellado puedes mantener tu congelador libre de escarcha y en plena forma.
Recuerda: mirar hacia arriba, notar esos cristales que se forman en el techo de tu congelador, y actuar con inteligencia no solo mejora la limpieza, sino que te puede ahorrar dinero y evitar quebraderos de cabeza más adelante.
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