Patrimonio

Ni Siena, ni Brujas: La villa medieval mejor conservada del mundo es española

Su plaza, castillo y calles empedradas merecen este reconocimiento

Plaza Mayor de Pedraza
Plaza Mayor de PedrazaJcylJcyl

Las villas medievales cada vez son más apreciadas. Los turistas cada vez se decantan más por la oferta que ofrecen estos rincones en todo el mundo. Su arquitectura, patrimonio y monumentos hacen regresar al visitante a una de las épocas de mayor esplendor, la Edad Media. Y pese a lo que piensa la gente, la villa de estas características mejor conservada del mundo no es ni la italiana de Siena ni la belga de Brujas, sino una localidad española.

Comúnmente se conoce a las villas medievales como un lugar cerrado dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio de los habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado del área de influencia. A estos centros acudían los campesinos a vender sus excedentes (cereales, frutas, carne, etc), a la vez que compraban artículos de uso cotidiano elaborados por los artesanos (herramientas, cerámica, o ropa…). Por ello el comercio ha sido caracterizado como su función principal, y por ese motivo se requirió que hubiera disposición de plazas o espacios públicos para poder realizar tareas de mercado.

Estaban rodeadas de altas murallas para su protección y algunas contaban con una fortaleza construida dentro del recinto de la ciudad conocida como ciudadela. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas.

Los edificios más destacados eran la catedral, la casa consistorial, la universidad, la lonja, las Iglesias y conventos, las hospederías, los hospitales y los palacios de algunos nobles y burgueses. La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su propia parroquia. Disponían de un gran espacio abierto, la plaza del mercado, donde los comerciantes y campesinos instalaban sus tenderetes y en el que tenían lugar los principales acontecimientos de la ciudad: las representaciones de los artistas, las celebraciones festivas y los ajusticiamientos.

Pedraza

Pueblos medievales hay muchos pero el mejor conservado del mundo, es la villa segoviana de Pedraza.Su plaza, su castillo y sus calles empedradas la hacen merecer este reconocimiento. Además, su configuración geográfica favorece un asentamiento temprano; hay indicios de población prehistórica en los valles que arropan al río Cega y se han encontrado restos junto a la actual explanada del castillo de cerámica hecha a mano que hacen suponer que la propia roca donde hoy se asienta Pedraza estaba ya habitada hacia el siglo IV a. C. por un núcleo de población celtibérica. Posteriormente, hay certeza de una ocupación en época romana, incluso existe una teoría que sitúa el origen del emperador Trajano en Pedraza.

Pero hay de dar un salto a la Edad Media, para encontrar datos más fiables. En el siglo XI se produce la Reconquista definitiva y queda definida la frontera entre Castilla y Al-Andalus. Es entonces cuando aparecen las llamadas Comunidades o Universidades de Tierra, a través de los cuales se realizó la colonización y repoblación de las tierras reconquistadas. La Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza abarca hoy 18 municipios y funciona como una institución administrativa de su patrimonio comunal.

Desde mediados del siglo XIV, Pedraza fue dominio señorial situación que se mantuvo hasta comienzos del siglo XIX en que los señoríos fueron abolidos. D. Bernardino Fernández de Velasco, Condestable de Castilla y primer duque de Frías obtiene el señorío de Pedraza en el siglo XV a través de una dote matrimonial.

Con ello, Pedraza pasa a ser residencia de varios señores de la poderosa Casa de Velasco, condestables de Castilla desde mediados del siglo XV a mediados del XVI. A partir de la llegada de los Velasco, la villa comienza a llenarse de casas nobles cubiertas de blasones. Además los ganaderos más ricos acuden a avecindarse en la villa, pues ello les da derecho a que sus ovejas merinas pasten en prados comunales.

Los siglos XVI y XVII corresponden a la época de mayor esplendor de Pedraza, gracias a la cabaña de ovejas merinas y al Honrado Concejo de la Mesta, una tupida red de cañadas para facilitar el tráfico ganadero que llegó a controlar tres millones de cabezas. Los talleres segovianos se hicieron famosos en toda Europa y la lana castellana abastecía talleres de Brujas y Florencia; en La Velilla aún en el siglo XIX subsistían un lavadero de lanas y dos batanes.

En el siglo XVIII comienza a apuntarse una decadencia que se acentuará de forma brusca en el XIX como consecuencia de la crisis ganadera que afectará a toda la meseta. Como consecuencia del proceso de despoblación del campo que marca los inicios del siglo XX y que continuará agravándose hasta bien pasada su primera mitad, las casas quedan abandonadas expuestas a la ruina y se venden a bajo precio.

Éste es el factor que contribuyó a dar un giro a la situación, a que se produjera el golpe de péndulo al retorno, que en Pedraza se inició en los años sesenta consolidándose ya en los ochenta; la gente de la ciudad compraba y restauraba casas para convertirlas en segunda residencia, y ese flujo cada vez mayor de urbanitas que llegan a la zona en fines de semana y festivos impone un esquema y un ritmo económico diferentes a los tradicionales.

El pulso inusitado recuperado por Pedraza es un mérito reconocido por la Fundación Internacional Europa Nostra, que en 1996 concedió a Pedraza un diploma "por la recuperación de la vida de esta Villa Medieval amurallada, mediante una respetuosa rehabilitación de sus viejos edificios, con la frecuente colaboración de la iniciativa privada". Desde 2014, también forma parte de la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España. Su grandiosa arquitectura ha hecho que fuera elegida como el Pueblo Más Bello de Castilla y León 2019.

Principales monumentos

La riqueza patrimonial de la localidad segoviana destaca por su alto grado de conservación que le ha otorgado numerosos reconocimientos, pero también por sus numerosos atractivos, entre los que destacan:

Plaza Mayor

Para muchos, es una de las Plazas más bonitas de España; irregular en su forma y creada para que las familias nobles de la Villa disfrutaran desde sus balcones, de los festejos taurinos celebrados desde 1550. A día de hoy, sigue transformándose en plaza de toros,luciendo sus mejores galas durante las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Carrascal, del 6 al 11 de Septiembre.

Pocas familias fueron las privilegiadas de vivir en esta Plaza, conservándose todavía sus palacios y casonas datadas en los siglos XVI y XVII, presididas en su conjunto por imponentes fachadas y elegantes escudos de armas, encargados de recordarnos hoy, a quién pertenecieron entonces. Sin duda alguna, el corazón de Pedraza se encuentra en su Plaza Mayor, un lugar de encuentro, único y cargado de historia.

Castillo

Enclavado en la zona más elevada de la villa medieval que le da nombre, los orígenes del castillo de Pedraza y su entorno se pierden en el tiempo. Existen indicios de población prehistórica en los valles del río Cega. Se han hallado restos de cerámica celtibérica junto a la explanada del castillo, probablemente procedentes del siglo IV a. C.

Su ubicación estratégica, a 1060 metros de altitud y rodeado por las hoces de los arroyos Vadillo y Encinarejo, hizo que el recinto amurallado se convirtiera en asentamiento durante la ocupación romana. Algunos historiadores aseguran que allí nació el emperador Trajano. Siglos más tarde, fue residencia de Abderramán III, antes de la Reconquista, y de los reyes de Castilla y León.

El castillo de Pedraza ha sido testigo de momentos históricos y protagonista de leyendas, como el amor frustrado de los jóvenes Elvira y Roberto, que terminó con la muerte trágica de los amantes. Cuentan que, todavía hoy, algunas noches de verano es posible ver las sombras de los enamorados bajo una aureola de fuego.

En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gentes de Pedraza. Fueron sus herederos quienes rehabilitaron una segunda torreinstalando en ella el Museo Ignacio Zuloaga, en él pueden contemplarse obras del artista así junto bodegones flamencos del siglo XVII, un Cristo de El Greco e incluso un cuadro de Goya en el que retrata a la condesa de Baena.

En la actualidad ha pasado a manos de otros propietarios, un grupo en el que otros cuenta con Santiago Segura y José Mota, que lo han vuelto a abrir al público para visitas.

Puerta de la Villa

Es la única puerta de entrada y salida a Pedraza, otorgando a la localidad de una envidiable defensa, durante siglos.Sus dos portones son de madera de álamo negro. Una reciente restauración ha devuelto a la puerta su coquetería mudéjar, que estaba oculta tras un tosco enlucido. A ambos lados de la puerta, se puede apreciar un bonito esgrafiado en sus muros. El escudo que protagoniza su fachada exterior es el de los Fernandez de Velasco, señores de la Villa durante cuatro siglos.

Cárcel de la Villa

Es un edificio señero situado en la misma puerta de entrada al recinto amurallado, mantenido y explotado por la Fundación, que se encarga de organizar su visita turística guiada, mostrando al visitante los secretos de este lugar histórico y sus curiosidades a lo largo de los siglos.

Horarios Apertura

Fines de semana y festivos: De 11.00 a 14.00 horas

De 16.00 a 19.00 horas

Entre semana: De 11.00 a 14.00 horas

De 16.00 a 19.00 horas

Cerrado los lunes y los días 1 de enero, 9 de septiembre y 25 de diciembre.

Iglesia de Santa María

Es el tempo más cercano al Castillo, donde los Condestables de Castilla celebraron sus ceremonias religiosas durante siglos. Aunque su estado actual de conservación no es muy bueno, debido a su abandono en el siglo XIX, se pueden apreciar en ella elementos de diferentes épocas.

Se puede contemplar su alta Torre del campanario y el ábside semicircular románico de la nave norte, junto con ventanas de medio punto y geminadas. También se mantiene la puerta que conserva completas las piedras labradas de las jambas y del arco. Pertenece al igual que el Castillo a la Familia Zuloaga, ya que Don Ignacio compró las dos fortalezas en 1925. De manera puntual se realizan en ella exposiciones de arte y de artesanía.

Pozo de las Hontanillas y murallas

Pedraza disponía de un amplio recinto amurallado existente al menos desde el siglo XI, rodeando la muralla el cerro donde se asienta el municipio, creadas con un objetivo defensivo. Hoy en día se mantiene en buen estado una parte del recinto amurallado, ya que está integrado en las viviendas y sus patios.

Recientemente el Ayuntamiento de Pedraza ha rehabilitado una parte de la muralla medieval y el Pozo de las Hontanillas, pozo de 15 metros de altura que sirvió de aljibe, este se encuentra dentro de una torre albarrana, de nobles sillares, y almenada. Dentro se puede encontrar un coqueto auditorium con posibilidad de proyección sobre una gran pantalla y donde el Ayuntamiento de Pedraza ofrece la posibilidad de organizar distintos eventos. Su acceso es de escaleras, y actualmente su visita es solo exterior.