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Brindisi, una ciudad fantasma por culpa de una bomba de 226 kilos de la II Guerra Mundial
La ciudad concluye con éxito el mayor desalojo de su historia, incluidos los reclusos del penal de la localidad y las obras de arte del museo
El pasado 2 de noviembre, en el distrito de Bozzano de la localidad de Brindisi fue encontrada un proyectil de 226 kilos, armada con 18 kilos de dinamita, informa el diario “La Stampa”. Un auténtico peligro para los habitantes de la ciudad italiana. Las autoridades necesitaban un plan, tenían que realizar el mayor desalojo de su historia. 54.000 vecinos, incluidos los 200 reclusos de la prisión ubicada en la localidad. A primera hora de la mañana, la localidad era un pueblo fantasma. sin gente por las calles, edificios vacíos, sin coches, sin tráfico aéreo ni ferroviario y un silencio atronador. El desalojo comenzó lentamente, al amanecer. Los habitantes de la prisión fueron llevados a Lecce. Las valiosas obras del museo provincial de Ribezzo también fueron puestas a salvo.
A las 9.30 de la mañana, los artificieros aparecieron en escena. Se enfrentaban a un reto mayúsculo. La bomba, de grandes dimensiones, tenía una carga de dinamita que podía hacer volar por los aires a media ciudad. El artefacto, de un metro de longitud, pudo haber sido lanzado en 1941. Debido al impacto y al paso del tiempo, la carcasa está dañada, por lo que la precisión y el cuidado debían ser máximos. Había que tratar de moverla sin riesgo y trasladarla a la cantera de Autigno, entre Brindisi y San Vito de Normandi, donde será explosionada.
Según informó el ayuntamiento, dos artificieros se encargaron de asegurar el dispositivo y de controlar que la zona de influencia en caso de explosión, llamada zona roja, estuviera controlada y desierta. Nadie podrá regresar hasta que vuelvan a sonar las sirenas.
El mayor operativo de la historia
La evacuación de 54.000 personas es la más impresionante de la historia. Hay desplazados 15 soldados del IX Regimiento Genio de zapadores de Foggia, 20 equipos de bomberos colocados a 450 metros del artefacto, más de 1.000 policías y unos 250 voluntarios de protección civil. La ciudad es vigilada desde el aire por la Fuerza Aérea con cuatro drones, mientras que 54 patrullas recorren las calles para evitar saqueos y robos en las casas. Los 41 accesos a la ciudad están cerrados.
La operación resultó un éxito. Los vecinos podrán regresar a sus casas a partir de las 13:00 horas. Las autoridades siguieron minuto a minuto la evolución de las tareas desde un puesto de mando y celebraron con aplausos el anuncio de que todo había salido bien.
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