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Los retrasos en los vuelos de este verano serán los peores de la historia, según la UE

Huelgas, incendios, falta de personal y aumento de la demanda ponen al límite el sistema aéreo europeo

Retrasos y colas en el Aeropuerto AdolfoSuarez -Madrid Barajas
Retrasos y colas en el Aeropuerto AdolfoSuarez -Madrid BarajasMarcelo Montoya

El sistema de aviación europeo se enfrenta a un verano especialmente complicado. La combinación de una demanda récord de vuelos, la escasez de personal en los centros de control aéreo, las huelgas y las condiciones climáticas extremas amenaza con provocar el mayor colapso aéreo registrado en años.

Altos cargos de la Unión Europea han advertido que la situación podría traducirse en los peores retrasos en décadas. Así lo recoge el Financial Times, que apunta a que el sistema ya opera al borde de su capacidad. En los días más críticos, se alcanzan hasta 37.000 vuelos diarios en el espacio aéreo europeo, el máximo que los controladores pueden gestionar actualmente.

Eurocontrol, la agencia encargada de coordinar el tráfico aéreo en Europa, ha informado que el volumen de vuelos ya ha aumentado un 5 % en lo que va de año respecto a 2024, y los retrasos han crecido en la misma proporción. Países como Francia, Alemania, Grecia o España serán los más afectados por la saturación y la falta de capacidad operativa.

Uno de los principales factores que complica la situación es la escasez de controladores. Mientras que un piloto puede obtener su licencia en aproximadamente un año, en muchas regiones europeas se requieren hasta cinco años de formación para desempeñar labores de control aéreo. Este desfase ha generado importantes vacíos de personal, especialmente en puntos clave y horarios de alta demanda.

Las recientes huelgas del personal de control aéreo en Francia han agravado el problema. Durante dos jornadas de paro en la última semana, se vieron afectados unos 4.000 vuelos en toda la UE. Eurocontrol estimó que solo el jueves el coste de la interrupción fue de alrededor de 100 euros por minuto. Air France-KLM, que opera numerosos vuelos desde París-Charles de Gaulle, sufrió pérdidas millonarias, según declaraciones del ministro francés de Transporte, Philippe Tabarot.

El cambio climático también está teniendo un impacto directo en el funcionamiento del tráfico aéreo. Los incendios forestales forzaron el cierre temporal del aeropuerto de Marsella, y en Grecia, lugares emblemáticos como la Acrópolis han debido cerrarse debido al calor extremo. Las autoridades comunitarias advierten que este tipo de fenómenos serán cada vez más frecuentes y peligrosos para la aviación comercial.

A esta situación se suma la reducción del espacio aéreo disponible debido a la guerra en Ucrania. Apostolos Tzitzikostas, comisario europeo de Transporte, señaló que esta situación, junto con la falta de personal, amenaza con “tensar al máximo la red aérea europea y frustrar a millones de pasajeros”. En una carta dirigida a los ministros de Transporte antes de una reunión clave en junio, pidió que los Estados miembro garanticen que los controladores prometidos estén realmente disponibles en los lugares y horarios de mayor demanda.

Desde el sector, la crítica es unánime. Rafael Schvartzman, vicepresidente regional de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), tachó de “inaceptable” el aumento sostenido de retrasos. “La brecha entre las metas y la realidad está alcanzando niveles fantasiosos, y lo más preocupante es que no hay consecuencias para este fracaso continuo”, declaró.

Las aerolíneas también piden avances urgentes en la implementación del “Cielo Único Europeo”, un proyecto que permitiría optimizar rutas aéreas dentro de la UE y evitar desvíos innecesarios. En la actualidad, muchas rutas deben atravesar distintos espacios aéreos debido a la fragmentación del sistema. “Un vuelo desde Londres-Stansted a Chipre no sigue una línea recta; atraviesa numerosos puntos intermedios. La lentitud de Bruselas en este asunto está costando tiempo, dinero y eficiencia”, concluyó una fuente del sector turístico.