América Latina

Bolivia: atacan antenas por temor a que propaguen COVID-19

Un grupo de manifestantes de la población de Yapacaní, a 460 kilómetros al este de La Paz, volaron cuatro antenas con el argumento de que eran tecnología 5G y podrían propagar el virus

A maker of folklore costumes wearing a face mask amid the new coronavirus pandemic attends a protest against the government's recent closing of the Culture Ministry, and to demand it reopen in La Paz, Bolivia, Monday, June 15, 2020. The government has closed the ministries of culture, sports, and communication, citing the need to cut costs. (AP Photo/Juan Karita)
A maker of folklore costumes wearing a face mask amid the new coronavirus pandemic attends a protest against the government's recent closing of the Culture Ministry, and to demand it reopen in La Paz, Bolivia, Monday, June 15, 2020. The government has closed the ministries of culture, sports, and communication, citing the need to cut costs. (AP Photo/Juan Karita)Juan KaritaAP

(AP). La policía detuvo el martes a tres sospechosos de atacar cuatro antenas de telefonía con el argumento de que “propagan el coronavirus” durante una noche de disturbios en una población del oriente de Bolivia que en las últimas semanas fue escenario de protestas contra la cuarentena.

Armados de palos, piedras y petardos un grupo de manifestantes de la población de Yapacaní, 460 kilómetros al este de La Paz, amedrentó a la población y obligó a replegarse a una decena de policías antes de volar cuatro antenas con al argumento de que eran tecnología 5G, dijo el jefe policial Franklin Villazón.

El viceministro de Telecomunicación, René Sánchez, explicó que en el país “no hay tecnología 5G y ninguna telefónica está autorizada a instalarla” y que “lo que han hecho volar son antenas de telefonía e internet que están ayudando a salvar vidas en esta pandemia”.

También en el Reino Unido y otros países las antenas 5G han sido atacadas por el mismo rumor infundado.

Yapacaní es una región agrícola y bastión del expresidente Evo Morales que protagonizó bloqueos carreteros y echó a la policía en las últimas semanas. El gobierno culpó al político, actualmente asilado en Argentina, de promover las protestas. Pero Morales rechazó las acusaciones y atribuyó las manifestaciones al descontento popular con el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez.

Tras la suspensión de la cuarentena hace 15 días debido a las presiones económicas, los contagios han entrado en un vertiginoso ascenso, con 19.073 positivos y 632 decesos hasta el martes.

Esto ha desencadenado situaciones dramáticas: gente que acude a los hospitales cuando ya está en en estado crítico y fallece en la puerta por falta de espacio. La prensa local registró al menos 10 casos de este tipo en dos semanas.

El fin de semana un hombre murió en la calle en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, tras peregrinar por hospitales con síntomas del mal aunque las autoridades no pudieron confirmar de inmediato las causas del deceso.

Grover León, director de un hospital en esa ciudad, dijo que con la flexiblización de la cuarentena “las personas salen a la calle, se contagian, llegan a los hospitales con dificultades respiratorias y no hallan espacio”. Las autoridades han exhortado a la población a buscar asistencia médica al padecer los primeros síntomas.

En Santa Cruz y Beni, que concentran poco más del 75% de los contagios de todo el país, las autoridades locales admitieron que los servicios de salud y los laboratorios están colapsados. En otras siete regiones, incluida La Paz, los contagios son menos acelerados y los servicios todavía dan abasto.

En La Paz un hospital público cerró sus puertas debido a que su personal contrajo el virus y en Beni, donde escasean los médicos, un centenar de médicos dieron positivo.

También se han registrado hechos insólitos: la dueña de una funeraria en una ciudad fronteriza con Brasil dijo que sus vecinos le bloquearon la calle porque pensaban que llevaba a los difuntos a su casa para velarlos y en varias poblaciones el personal médico ha sido atacado por pobladores que lo acusan de propagar el coronavirus.

La ministra de Salud, Heidy Roca, anticipó que los contagios llegarán a los 100.000 a fines de julio.