Andalucía
#DANIELRUIZ
Definitivamente, Daniel Ruiz se ha consagrado gracias a «El calentamiento global» (Tusquets) como el escritor andaluz del momento. Si al avezado lector no le suena el nombre, je-suis-désolé, es porque está más pendiente del oropel vacuo de esa gran casa de lenocinio que es la República de las Letras que de sentarse a disfrutar con un libro. Porque a nuestro héroe, que lo es por ganarse la vida currando como un galeote en el durísimo banco de la comunicación corporativa, es imposible verlo en ningún happening literario, a no ser que se trate de acompañar a su hijo para que le firme un autógrafo un futbolista arrastrado por los pelos a la presentación de su propia biografía. Escribe dos horas cada mañana, antes del amanecer y del zafarrancho familiar previo a la extensa jornada laboral, robándole tiempo al sueño. Jamás se puso un fular, valiente mamarrachada, ni prescinde del desodorante. A Dani es más sencillo encontrárselo en cualquier bar donde sirvan la cerveza muy fría y los parroquianos prefieran hablar de culos antes que dar la barrila con las novísimas tendencias narrativas. «No tengo ningún amigo escritor –si acaso, su hermano Luis– y ni siquiera conozco a muchos lectores asiduos», confesó a este periódico cuando fue entrevistado con ocasión de «La gran ola», premiada novela que describía con acidez y sensibilidad las miserias del mundo empresarial. O del mundo, sencillamente. Con esta nueva obra, una amarga sátira del ecologismo y la estupidez humana, valga la redundancia, se muestra más lúcido, si cabe, pero también mejor humorado. Si no irrumpe esta Navidad en la lista de best sellers, un mojón para el mercado y sus agentes. Son altamente recomendables sus sueltos dominicales que publica los domingos la competencia, todo un compendio de sabiduría y buena sintaxis.
✕
Accede a tu cuenta para comentar